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jueves, 8 de diciembre de 2011

DONDE HABITA LA ESPERANZA.

Es verdad, vivimos en tiempos difíciles y oscuros, las cosas no andan bien. Vivir es difícil, seguir caminando con la cabeza alta y el bolsillo medio lleno es más complejo cada día. Pero, cuando fue fácil vivir? Cuando fue fácil seguir? En el año 39? En el año 84? En el 1120? En 1968? en 1972? En nuestra piel, cada vez viven más temores, más problemas. Resulta difícil saber dónde está la esperanza.

Ya nadie se cree que la esperanza que nos salvará de esos lestrigones que vienen a visitarnos en noches oscuras sin lunas ni estrellas esté guardada en el viejo ánfora de Pandora. No, ya nadie se lo cree. Tal vez, sea así, tal vez no exista ningún viejo monte en Grecia, camino del Parnaso, en el que se perdiera el ánfora y los sueño y la esperanza. Ves a saber.

En todo caso, el otro día –ya conocéis mi estúpida manía de leer la prensa- pude leer como un Juez de Huelva dicto sentencia mediante la cual exoneraba, absolvía, de responsabilidad penal y civil al rey Baltasar de un “caramelazo” dado en el ojo a una vecina de esta ciudad.

Lo cierto es que este juez tras el, casi intachable, razonamiento jurídico que una persona que realiza según que actividad asume el riesgo que esta comporta (vamos! que si practicas boxeo poco sentido tiene demandar al que te parte la cara) argumenta que él, el juez, está incapacitado para sancionar a un ser que lleva muchos años, cada 6 de enero, regalándole sueños y esperanzas, deseos y regalos. Más tarde este maravilloso juez decide que al desconocer, -ya que hace más de 2000 años se investiga-, la nacionalidad de Sir Baltasar puede que no sea competente.

Pensé, que tal vez la esperanza habite ahí, justo en ese lugar. En ese despacho lleno de folios de divorcios, y condenas, de autos, providencias y sentencias por recurrir y por perder. En el corazón de veranos eternos de un juez con toga y corbata que se niega a dejar de ser niño. Que rehúsa tirar sus pantalones de Peter Pan. Ves a saber. Tal vez, ahí justo ahí habiten nuestras esperanzas y sueños.

Lo cierto es que si miramos con detenimiento existen mil motivos para sonreír, mil lugares en los que habita y reside sonriente y deseosa de salir a pasear esa esperanza, esa ilusión que nos quiere traer la certeza de un mañana mejor, más cierto limpio y puro.

Solemos buscarla en el designio de las moiras, las nornas o las parcas. En viejas promesas de antiguos lugares olvidados y tal vez inexistentes; Avalon, Samarcanda, San Borondón, Asgard, El parnaso. El Olimpo en el que te perdí. En Shangri la. En la espalda de la diosa que nos visita en sueños. No sé, solemos buscar lejos, y tal vez la esperanza y esa ilusión optimista estén cerca, muy cerca. Fíjate, en el despacho de un juez que se niega a condenar a un Rey mago.

Es posible que toda esa esperanza y deseo no estén más que en la mirada de un niño, de esos que te observan rescatando tus dudas e incertezas con un solo brillo de sus pupilas. En esa luz de otoño, sus hojas que caen. En las cosas que se dicen en silencio, y en silencio se escuchan. En el café de la mañana compartido con un desconocido que te sonríe. En el miedo superado. Un cliente que se pierde y un amigo que se gana. En el olor a tierra empapada por lagrimas de dioses tras llover cuando tu y yo nos amamos. En las certezas que trae el llanto de un bebe. En la lumbre que agita las almas y calienta los eneros. En el que da sin pedir. En las lecciones que aprendemos a golpes como los lobos pequeñitos. En las huellas que dejaste en la playa ese lejano verano, en las que volverás a dejar el verano que llega.

No sé, no sé muy bien dónde anda esa esperanza perdida. Lo que sí que sé es que si un juez es capaz de dictar esa sentencia y no condenar a uno de esos reyes magos es que la esperanza, los sueños no se han perdido.

Yo, no creo en los reyes magos. Por si acaso les pediré que el 7 de enero brille el sol. Que los políticos se preocupan más en satisfacer a las personas y menos en calmar a “los mercados.” Les pediré, ya que estamos, que me sigas queriendo. Que mi piccolo sea feliz. Que los “mercados” se preocupen de la gente. Que las personas, tu y yo, y tu vecino y Sir Baltasar, se preocupen de como crecen las flores de seguir y reír. De vivir.

15 comentarios:

  1. Querido Carlos, sin duda comparto tus deseos; menos sufrir por los mercados y más por las personas. No soy creyente pero tengo fe en el ser humano.
    Besos

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  2. Ojalá tus deseos se hagan realidad, o por lo menos se abran los horizontes para poder creer que se materialicen de verdad...

    Un saludo

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  3. Genial Carlos, com sempre visitar aquest racó!!
    La esperanza la encontramos detrás de cada cortina q queremos descorrer, debajo de la blusa q podemos desnudar, en cada rincón perdido de nuestra ciudad... Sólo hace falta buscarla!!

    Pd. Que genial este juez, tengo un nuevo ídolo!

    Una abraçada!!

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  4. me apunto a tu petición. quizás la esperanza esté en entradas como ésta...

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  5. Me uno a tu carta para los reyes magos, me parece perfecta y sobre la sentencia, que mejor que la coherencia para para una buena sentencia, entre tanta incoherencia.
    Mejor lo dejo que me lío.

    Un besazo

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  6. Yo creo que es lo que todos deseamos, aun siendo creyentes o no, que por fin salga el sol. Un abrazo.

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  7. Perfecta la carta, me encantó y me uno a esas peticiones (entre otras, claro), un abrazo navideño y besos de colores.

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  8. que bonico!!
    yo tambien tengo esperanza, y le pido a los reyes magos muchas cosas ... que no cuestan dinero ... un besazo.

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  9. Sí, tienes razón. La esperanza siempre est´a ahí y sin ella no seríamos nada, todo seria obscuro como la noche sin luna. Yo siempre tiro de ella ante cualquier obstáculo. Un beso Lola

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  10. Bons desitjos els teus...

    M'encanta com nomenes els mites grecs i com eres capaç de mesclar actualitat "política" i sentiments personals, no sé com ho fas, però fas que semble fàcil.

    Sinó es condemna a Baltasar, tal volta sí ens queden esperances, segur.

    Un bes gran, deveres.
    M.

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  11. No podia ni imaginar que escribieras así, que expreses tan bien y con tanta claridad lo que quieres transmitir. Hace pocas semaas le decia a un amigo, Carlos, que la palabra esperanza esta desapareciendo del vocabulario habitual de las familias. Antes se hablaba de fe y esperanza, dos palabras que sin tener por qué siempre iban de la mano. Ahora apenas se nombra, y es preciosa. Esperanza... deseo , ilusion, sueños... no deberiamos olviadarlvidarlas sino mas bien tenrelas bien presente en nuestro dia a dia. Gracias por la reflexion. <un abrazo

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  12. ROSALIA. Caunto tiempo sin verte por aquí. Rebienvenida, Rebienhallada. Gracias por tu comentario.

    MUSARAÑA. Tal vez si, tal vez si.

    PRINCESA. Inch Ala, princesa, Inch Ala.

    JOAN. Encara que no ho semble.fins i tot els jutges tenem el seu cor i el seu batec.
    una abraçada amic.

    VERTIGO. Ojalá sea así.

    ODRY. En ocasiones algo tan sencillo como el sentido común y la simple logica traen la esperanza.

    SHEOL13. saldrá, el sol saldrá

    CONCHI. Besos y abrazos de colores

    XANA. ves a saber, tal vez, los reyes magos traigan lo que pedimos

    LOLA. Un abrazo amiga. La verdad, estamos de acuerdo y eso me gusta.

    WELTSCHMERZ clar que queda esperança, si mirem atentament hi és sota els nostres peus.

    FGIUICICH. Me gusta que te guste.

    RODOLFO. Como siempre, amigo, tenerte aquí es un placer. tal vez nuestros deseos se cumplan.

    SILVIA. Bienvenida y Bienhallada. Ahora que has descubierto este rinconcito espero que te pasees mucho por sus recovecos. Y tienes razón deberiamos de nombrar más la esperanza y la fe.

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