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jueves, 24 de junio de 2010

SOLSTICIO DE VERANO

Como cada año, desde que el sol sale por el Este, a finales de junio, más o menos, los hombres y mujeres de casi todo el mundo celebramos, de uno u otro modo que en el hemisferio norte los días son más largos, las noches más cortas.
Como todas estas fiestas en sus orígenes se celebraban por la conexión del hombre con la tierra y la naturaleza, (conexión que ya hemos perdido) cuando los agricultores agarraban la vida y las inclemencias de la madre Gaia con la fuerza que las raíces de los abetos y olivos abrazan la tierra.
Es una fiesta, como tantas, que en nuestra tierra tiene un origen celta. Nuestros abuelos por estas fechas festejaban lo que se llamaba algo así como Beltaire, -bello fuego más o menos-. Era un momento de algazara en honor al dios Belenos, (el Sol) que los alumbraba a diario y permitía que la vida continuase su ascendente curso a ves a saber donde. Encendían hogueras por doquier, hombres y mujeres danzaban a su alrededor, bebían y los/as afortunadas echaban un polvo a la luz de las estrellas de verano, al relumbrar anaranjado de los fuegos. Mas tarde en las ascuas hacían pasar el ganado para purificarlos y pedir a los dioses un buen año. Después la vida seguía como siempre ha seguido, sin parar ni mirar atrás.
Los romanos hacían cosas parecidas en honor a Apolo y a Minerva (sol y guerra) buena combinación.

Pero todo eso queda muy lejos en las brumas del tiempo, pero cierto es que de aquellas aguas nos vienen estos lodos, o dicho de otro modo, nuestras tradiciones vienen de algo, no somos más que los herederos de nuestros abuelos.

Mi celebración del solsticio, fue algo más normal, o más bien civilizada y moderna. Aún así algo de atávico y de honra a los viejos dioses, a la vida, al sol debe de haber.

Fui con mi pareja y dos amigos a un maravilloso balcón sobre el mediterráneo, Un restaurante en el centro de una carretera de curvas que circunvalan montañas que van a descansar al Mar. Las olas parecían venir a romperse con una caricia en los cimientos de piedra natural de este lugar de difícil acceso. Se trataba de una cena preparada para más o menos 70 ú 80 asistentes, mesas con velas, buen vino y buen cava, todos de aquí cerquita, Penedes y Alella. No son los mejores. Pero son suficientemente buenos y estos estaban especialmente suculentos. La cena, genial. Bien servida en copas de borgoña en las que resplandecía la llama de las velas que en sus vasos de cristal luchaban por no ser apagadas por los hijastros de Eolo

Lo mejor de todo, el espectáculo que amenizaba la noche con pocas estrellas. Un cantante de blues, en un escenario de madera sobre las aguas dulces de la piscina. Sólo él, su guitarra y esa voz que parece romperse y desgarrarse en la garganta para aparecer recompuesta y sublime al salir de los labios, como empujada por al lengua, que sólo los buenos negros tienen. (Aaron Lordson, por si a alguien le interesa y lo busca por ahí)

Un ligero y frio aire de mar adentro venia a refrescarnos la piel, a jugar con el pelo de mi chica y a enredarse en los rizos de su cabello para quedarse un rato por allí antes de seguir su curso hasta las montañas plagadas de pinos, ginesta, romero salvaje y sin domesticar. La voz desgarrada de viejas canciones de Ray Charles, Sam Cooke, Otis Redding, Ben E. King y otros genios nunca olvidados, iban enseñoreándose y brotando de la voz de Aaron. Tras cada canción una carcajada que parecía haber sido prestada para la ocasión por el espíritu de Louis Amstrong.

Mientras la Luna, diosa de plata vieja, con la juventud y lozanía de sus milenios dejaba un rastro argento sobre el mar sin olas bajo nuestros pies demostrando que ella, al contrario que las estrellas de esta corta noche, si podía brillar con luz propia, la vida seguía. Pequeños murciélagos volando como golondrinas de verano se esmeraban en intentar cazar algún insecto atraído por las luces del restaurante, los focos del escenario y las velas del lugar. Los insectos, claro está, pugnaban por no ser cazados. Otra guerra.

Qué decir, copas, risas, sonrisas, conversación, cariños, amistad retazos de felicidad que en ocasiones la vida nos esparce por el alma.
Tras la cena y las copas, yo, of couse, me bañe en la playa. Mis acompañantes rehusaron, el frío o el pudor les pudo, yo me quite la ropa y me metí en la balsa de aceite con camino de plata de luna que en aquel momento era esa cala mediterránea. (me sequé con la camiseta así que el resto de noche algo más incomoda jaja)

Después dejamos esa, casi paradisíaca y solitaria cala, para ir a un lugar más concurrido, cientos de hogueras y miles de personas a su alrededor encumbrando la vida, glorificando el aire que nos hace estar en movimiento. Dejando atrás, siquiera por una noche, la mierda diaria y cotidiana de muchas vidas. Ocupamos una hoguera abandonada a su suerte y desamparada de personas que se caldeasen a su regazo. En la Orilla del mar y del fuego seguimos parloteando, queriéndonos…

La noche fue larga, fue buena. O eso parecía. Desgraciadamente el amanecer, antes de llegar a casa, golpeo a todos aquellos que tengan un mínimo de corazón a todos cuya sístole y diástole sea algo más que un movimiento mecánico, con sus negras uñas de mierda y de muerte, de desgracia y de dolor, injusticia y rabia. Muy cerca de donde disfrutábamos la vida, un tren arrancó de un seco y rápido cuajo la vida de doce personas e hirió fuertemente a otros tantos. Es pronto para sacar conclusiones. Vayan con estas palabras mi dolor por ellos/as. A sus familias, probablemente ninguno jamás lea esto, pero estas palabras y todo lo que de bello puedan haber en ellas, si algo hay, es para esos que tan entupida e innecesariamente han perdido la vida demostrándonos que la magia, en ocasiones, siempre… se acaba de golpe e injustamente.

viernes, 18 de junio de 2010

EL CUARTO CIRCULO Y LA CRISIS.

Plutos es un viejo y cansado demonio que se encarga, desde toda la eternidad, del cuarto circulo del infierno. El que se ocupa de los que llegan hasta ese infame lugar por avariciosos, egoístas, miserables y mezquinos.

Lo cierto es que siempre le gustó su trabajo y lo disfrutaba como un enano comiendo miel con fresas amargas de noruega. Pero de un tiempo a esta parte se sentía cansado y hastiado. Tenía muchísimo trabajo.

Cada día llegaban más y más mortales que tras morir y encontrarse en la rivera del río Aqueronte y pasar allí varios días esperando al barquero haciendo planos de cómo recalificar los terrenos de alrededor del río y de cómo montar en ese lugar una urbanización de pago, con campos de golf -of course-, intentaban sobornar con mucho más de una moneda a Caronte. Caronte, claro está, no se dejaba sobornar, no sólo llevaba milenios atravesando el río de marras y por ello tenia miles de millones de óbolos -que por otro lado no le hacían ninguna falta- si no que además no aspiraba a nada más en la vida. Pasear por su riachuelo, llevar las almas sin alma de los mortales muertos en pecado –prácticamente todos porque entre unas cosas y otras…- pescar en sus aguas y si de vez en cuando podía retozar en la parte trasera de su barca con alguna mozuela muerta en su juventud y lozanía, pues mejor….

Rápidamente llegaban estos mortales a la puerta en la que rezaba “abandone toda esperanza el que atraviese estas puertas” y allí se encontraba al demonio portero de turno, que malcarado y malhumorado escogía a que circulo del infierno debían de ir.

Plutos, últimamente recibía más mortales que los demás. Daba la sensación que la avaricia y el egoísmo era el único pecado que se cometía en las propiedades de la vieja diosa Gaia. Sin embargo Cerbero su colega que se encargaba del circulo superior al suyo, el tercero, estaba encantado; entre las anoréxicas y los bulímicos, los vigoréxicos, los naturalistas, los vegetarianos, los ovolacteos y fructufagos parecía que nadie pecaba de Gula, (aunque algún cura y monja le caían de vez en cuando), pero vamos, que Cervero iba muy relajadito por los bares y restaurantes del Hades. Sin más presión que algún gordo seboso que otro.

Plutos, iba estresadísimo, cada vez mas le llegaban empresarios, banqueros, políticos, camareros, amas de casa y todo tipo de personas que aprovechaban la mínima oportunidad para especular con todo aquello que pudieran (unos engordando comisiones, otros cogiendo dinero, poco o mucho, de la caja de la que no deben coger, otros vendiendo churras por merinas, pero vamos que parecía que todo el mundo quisiera ser rico fuere al precio que fuere, aún al de su alma.)

En su círculo, no cabía ni un puto espiritu más. Fue desde el principio de los tiempos el amo, el capitán, el almirante, el encargado, el jefe y últimamente el director gerente del cuarto circulo –vamos diferentes nombres para decir que allí el bacalao lo cortaba él- Tan estresado estaba que frecuentaba con muchísima asiduidad a su psiquiatra. Una preciosa diabla de piel roja incandescente, sin tatuajes, con tetas operadas y piercings a una cuarta de su ombligo, muy viciosa (era hija de Minos y de casta le venia a la galga). Cierto es que a Plutos le jodia que la psicoanalista, a la que pagaba por el psicoanálisis y que acababa fallándose en cada consulta, tuviera Rabo (aunque bien pensado el tenía dos, eso si uno más grande que otro)

Ni su psicoanalista con tetas operadas fue capaz de desestresarle, aunque le dio un buen consejo:
- ¿porqué no vas a hablar con el jefe y le comentas el problema?
- Si los cojones con la mala leche que gasta últimamente.

Finalmente se armo de valor y fue a hablar con Lucifer, pidió audiencia y le atendieron en seguida.
- coño no me van a atender rapidito si soy el diablo que más carga de trabajo tiene, no sólo tengo que bregar con todos los egoístas y avaros del planeta sino que todos mis diablos colaboradores (diablos esclavos se les llamaba siglos atrás, vamos, diferente nombre para la misma mierda) han salido de la universidad que trata los pecados de pereza, manda huevos mi negra suerte -pensó Plutos- y encima tengo una auditoria de almas en pena.

Entró en el despacho del Jefe (el que siempre fue el puto amo, vamos) y tras aceptar una copa de Whisky ofrecida por Lucifer (Malta escocés y con hielo picado recién traído del paraíso. Que a estos niveles no hay cielo ni infierno que valga) intentó ser algo simpático y mantuvo una mínima conversación con Lucifer, para caer bien y hacer un poco la pelota vaya.

- Jefe, Qué tal ayer ¿he oído que se fue de concierto?
- Pues si, Plutos. Mira cogí a Franco, a Hitler y a Pinochet y me los lleve al cielo a un concierto de Victor Jara, de telonera Actuaba Mercedes Sosa. Estuvo bien el recital, oye de puta madre.
Plutos, sonrío, a sus adentros. Siempre admiró al Jefe por su sutil y retorcida maldad.

Le expuso sus quejas al tercer Whisky y tras comprobar que compartían psiquiatra. Tras escuchar las quejas Lucifer se echo a reír como un poseso.

- JAJAJAJAJA, no si, ya conozco tu carga de trabajo, y valoro mucho la labor que estas haciendo –le dijo mientras le daba una palmadita en la espalda- pero tras hablar con mi hermano, ya sabes el de arriba, que por cierto se ha afeitao la barba y está mucho más guapo se parece a mi el jodio. Pues bien llegó a la solución de enviar a la humanidad una crisis de cojones a ver si así dejaban en su empeño de avaricia y egoísmo.
-
- Pues de lo que a servido –dijo encolerizándose Plutos-
-
- Pues eso, de lo que ha servido. Yo que sé chico, intentaré enviarte más ayuda y ampliar el circulo en el que tienes tus oficinas y lugares de castigo.
-
- No, no no me amplíes nada que tengo a unos cuantos que me han recalificado el terreno y los hijosdeputa lo están vendiendo a los pringaos constructores, que a su vez lo están vendiendo a los mas pringaos curritos que estafaron cuatro duros a no se quien, y algún capullo dice que les presta dinero para comprar el futuro terreno…. Deja, deja las cosas como están que ya me apañaré.

Plutos se fue enfadado, camino de su psiquiatra encontró a la parca, se tomo con ella el whiski número 6 y mientras esta fue a mear echó un vistazo a la lista de su pda, no pudo ver la fecha, pero si algunos nombres como el de un tal Millet, un tal Diaz Ferran, y un Tal Francisco Camps.

Se pido otro Whisky y se fue llorando a su psiquiatra.

domingo, 13 de junio de 2010

VIEJAS CANCIONES

Quizás es que como Pepe Risi, siga sin saber que hace una chica como tú en un sitio como este, ni que te pasa en los ojos, ves a saber, igual vas a llorar, y eso que no tienes pinta de mujer fatal, ni mucho menos de tener problemas, ni tan sólo de estar loca por mi, a pesar de que yo sé que de rodillas y por detrás es como te gusta más.

Y no se trata de que quiera vivir en la Dinseylandaia de los Burros, prefiero pasear por el Rio de Miguel Ríos que me des tus manos y sientas las mías. Allí que nadie me ate cuando las sirenas canten, cuando tu nombre me sepa a la hierba que crece en el valle.

Puede que me suceda como a Victor Manuel y que aún no haya encontrada absolutamente nada que sepa más dulce que tu boca. Y no es por falta de cerezas mordidas y saboreadas ni de manzanas comidas con piel y sin ella. Tu boca y su primer sabor en la mañana sigue siendo lo mejor.

Quizás es que como a los viejos y olvidados elegantes no se que haré sin ti. Y es que hace mucho tiempo que bebí en todas las tascas y bodegas del mediterráneo de los Rebeldes las locuras que ya no me apetece tastar. Apeteciéndome mucho más estar bajo la luz de la luna haciéndote el amor, y no, no te vayas con lagrimas en los ojos, quédate y sigue dándome tu amor.

Ves a saber si es que me gusta vivir, como a Ramoncín, al Límite. Recorriendo las ciudades y los viejos puertos olvidados para buscar el susurro en que me dices, al oído, que me quieres, que sería maravilloso vivir siempre en mí, que a pesar de todo sigo siendo un gato salvaje en celo que deambula por los tejados.

Quizás como a Antonio Vega, maravilloso yonki de los poemas que nadie escribirá, sigo buscando el sitio de mi recreo. Olvidado, perdido, nunca encontrado. O puede ser que como radio futura, y Poe, viva perdido en algún reino junto al mar.

O ves a saber, si como a Amaral, no se hablar porque cada parte de mi piel es tuya. Y claro está que con estas edades que nos rondan y azotan y alegran y visten de canas ya no es Sabina el único que ha retozado con casquivanas novias de nadie, con peluqueras viciosas que suspiran por conocer la parte de atrás del coche, con desconocidas que desean sudar conmigo en el ascensor que jamás lleva al cielo. Pero igual que a él, y a pesar de saber que amor se llama el juego en el que un par de ciegos juegan a hacerse daño, no se me ocurre nada mejor que no arranquen los coches y que se detengan las factorías, y el mundo y la respiración del planeta cuando salgo contigo. Que mueras por mi y morir contigo.

Por fortuna, no me pasa como a extremoduro ,y no tengo que quedarme fuera, en la vereda de la puerta de atrás viendo como el sol te toca sin yo poder rozarte. Que va!!! Como platero y tu siento el roce de tu cuerpo junto a mi. Como Fito quiero estar cerca de ti, lo más lejos a tu lado. Y a pesar de que del mismo modo que Loquillo y el Duque, sea fuerte feo y formal nada hay mejor que, aún sin cadillac pero con rompeolas, te pegues a mi.

Lo más probable, es que me suceda como a Carlos Gardel, magnifico tocayo de nombre y espíritu soñador . Y que con la certeza de que el mundo fue y será una porquería, un enredao cambalache, en el que puedes elegir ser un contento o un amargao haya decidió ser un contento.
Sin ninguna duda, como Joan Manuel Serrat, mi piel tiene el sabor del llanto eterno, y mi alma es profunda y oscura, y me gusta el juego y el vino y tengo alma de marinero. Ves a saber si al final de todo no se puede hacer nada porque; que le voy a hacer si nací en el mediterraneo.

Lo único que creo que está claro, mucho más claro que el agua clara que abajaba del monte de día y de noche esa que camarón cantaba magistralmente allá por 1987 en París, es que tal y como nos dejo escrito, dicho y cantado Joan Bautista Humet; hay que vivir, echarnos al camino que no hay nortes, burlar los futuros que no nos gusten. No es que me importe mucho, ni el Cierzo ni el Poniente venga el que venga; Más que nada hay que vivir haga el frio que haga.

jueves, 10 de junio de 2010

FI DEL MISTERIO
















Se trata de una fotografía, con poca luz. La luz es solar y entraba desde un pequeño agujero en el techo de un refectorio.

La hice en Arequipa, en el monasterio de Santa Catalina de Siena (en Perú) construido a finales de 1500. En su momento ingresaban, sobretodo “pijas” españolas de la época. Ves a saber los motivos que allí las llevaban, y porque se convertian y vivian como monjas todos o algunos años de su vida.

Espero que las próximas fotos os despierten sensaciones más placenteras, pero algunos habéis estado muy muy interesantes.

Aquí dejo algunas otras fotos del mencionado lugar.

martes, 8 de junio de 2010

OTRA FOTO, OTRO MISTERIO

Fue divertido el juego, que entre todos, hicimos hace unas semanas. No se si recordáis. Yo puse una foto y vosotros fuisteis diciendo más o menos lo que os sugería, lo que os inspiraba la foto. Fue muy enriquecedor. Así que si me permitís, de tanto en tanto iré poniendo por este lugar algunas de las fotos que he ido haciendo por esos y estos mundos de los dioses a ver que os seducen. Claro yo se donde, como y poruqe las hice así que tarde o temprano tendré que desentrañar el misterio de la foto. (La anterior fue descubierta por pantera, era Verges, y la danza de la muerte que allí se celebra cada fin de semana santa)

Pero mientras se desentraña el misterio aquí va otra.
No sé… a mi me sugiere un pozo de felicidades en el fondo del cual duerme un deseo esperando a que tu vayas a buscarlo, a que lo despiertes con el susurro de un poema escrito y dejado en el cubo. No se despertará con el sonido de las monedas, no, no aceptará joyas ni dinero para despertar el sueño escondido al fondo del pozo




miércoles, 2 de junio de 2010

AHORA.

Es una curiosa casualidad, (supongo que todas las casualidades son curiosas), pero los dos autores de música en castellano que más me gustan y la canción que más me agrada de cada uno de ellos (bueno, al menos de las que más me gustan) comparten titulo.
AHORA.
Y sin negar que me gsuta escribir y que la inspiración puede venir del fondo sin fondo de un buen vino de la Ribera del Duero, de un dolor de estomago de esos que arrastran las tripas y el corazón, de un culo sinuoso visto a contra luz en tarde de verano y unas tetas frias como recien duchadas con cubitos de hielo, del parnaso traída en cojín rojo de terciope azul por Melpómene o por cualquiera de sus otras hermanas desnudas. O simplemente puede no venir, o venir de lo que pasa a tu alrededor, de lo que escuchas...
Desde la admiración ahí va este homenaje a esos dos poetastruhanes, a esas dos canciones.

Ahora que los fracasos, aún pesando, y mucho, están acomodados en la mochila de la vida y no es tan dura su carga. Que ninguna puerta se abre con un abretesesamo ni ningún corazón se cierra sin motivo ni agravio.

Ahora que tenemos muchas respuestas pero siguen ahbiendo muchas preguntas, que pasó el tiempo de pedir explciaciones a nuestros padres y empezó el momento de dársela a nuestros hijos.

Ahora que los búhos son cautos al enamorase de las alondras, que estas ya no creen en príncipes encantados.

Ahora que ya sé que mi hogar no son cuatro paredes con cuadros, librosy pinturas sino el hueco de tu cuello y el final de tu espalda. Que ya hemos hecho todo lo que debimos hacer, y lo que no. Todo lo que dijimos que no haríamos.

Ahora que sé que jamás escribiré una buena poesía, proque las buenas d everdad están agazapadas entre la sístole y la diástole de tu corazón a las que el mío nunca tendrá acceso.

Ahora, que hay cosas urgentes, qu eno necesariamente importantes, que la vida no acepta prorrateos, ni aplazamientos. Que hemos ganado algunos kilos y perdido algunos trenes que jamás volverán a pasar.

Ahora que ya hemos pasado, con más o menos éxito, un par o tres de los círculos del infierno de Dante.... Y del nuestro propio. Sin dejar propina a Aqueronte ni miedo a quedarnos sin esperanza al atravesar su puerta.

Ahora que nos abandonan, huérfanos de esperanza, llenos de lo que no dijimos y plenos de lo que gritamos seres queridos. Marchandose con el aliento dejandonos sin recursos que interponer a la vida, al fin de la vida. Que las clepsidras siguen goteando.

Ahora que las luces son brillantes y que alumbran más que nunca pero que nos encanta perdernos en el ado más oscuro y recóndito de las sombras. Que ya sabemos mentir y dejarnos engañar.

Ahora, ahora es momento de parar un instante en el tiempo, en mitad de la montaña, saborear el viento de lo pasado, de lo vivido. Tomar una fuerte bocanada de aire fresco, llenar los pulmones con el porvenir.
Seguir en busca de otros ahoras.