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lunes, 22 de agosto de 2011

FELICIDAD

Es verano, y aunque esta estación se ha empeñado en llegar tarde a tus ojos y a tu pelo ha llegado con fuerza, trayendo consigo el calor que preparará las uvas para la cosecha del próximo vino. Es verano y el mundo gira a otro ritmo, tal vez más cadencioso, más lento, rítmico pasando las horas al ritmo del pestañeo de tus ojos.

Incluso las noticias y los periódicos parecen querer darnos una tregua y a pesar de que nos cuentan las mentiras de siempre, o las verdades que ellos quieren y como ellos quieren, también nos ofrecen cosas entretenidas y amenas. Uno de los periódicos que habitualmente no leo tiene una propuesta, que yo creo atractiva, es la siguiente entrevista algún conocido y le pregunta qué es para el/ella la felicidad.

Me dio por pensar que podía ser una buena idea intentar desgranar, como se criban las buenas ideas, que es para nosotros la felicidad. A mi se me ocurren un montón de cosas.

La felicidad, que palabra más grande con tan enorme significado y que sin embargo cabe enterita en la sonrisa de un bebe, en el brillo de sus ojos, en el trampolín de sus pestañas.

Felicidad es coger la moto una placentera mañana de viernes hacer algunas curvas por la costa, como quien traza la figura de tu cuerpo como quien busca la costa que abraza tu ombligo. Conducir tranquilo y sin prisas, plegando la moto y burlando la gravedad. Acabar el paseo en un bar frente al mar y leer vuestros blog, o actualizar el mio, mientras tomo una cerveza helada o un vinito blanco seco y frio y espero notar tus pupilas en mi pecho.

Enfrentarte a un problema y solucionarlo.

Ver como duerme mi hijo. Perderme en su mirada, comérmelo a besos y suspiros.

Perderme en tu pelo sin prisas ni pausas. Morderte un pezón.

Un buen vino compartido. Quedar con uno de esos amig@s de siempre, de aquellos que han visto lo peor de ti y a pesar de eso, o sobretodo por eso, te quieren. Charlar horas y horas sobre todo y sobrenada, esperando que llegue el momento de hablar de lo crítico y duro de la vida, de algo que ha pasado. Ofrecer tu hombro, encontrar un hombro amigo.

Horas y horas de charla entretenida al calor de una hoguera y de unas tintas de toro. Saber que a los tuyos les va bien, que les sopla el viento del norte y les impulsan hacia donde ellos quieren.

Preparar una buena comida mientras escucho música. Ofrecerte mi mejor jerez y mi mejor sonrisa. Perderme en algún país de nombre extraño y de cultura desconocida. Mancharme mis zapatos de todas partes con nuevas experiencias vividas y compartidas. El olor del rododendro, subirme a un pino alto y allí contemplar el futuro con aire nuevo.

Leer un libro en la playa, escuchar el tumtum de tu corazón cuando hace mucho que no lo escucho. Un concierto. Mil miradas. Encontrar algo que ya hace tiempo dejaste de buscar. Llegar a final de mes sin problemas. El viento en la cara. El sol a la espalda. Un camino nuevo. Una senda revisada. Compartir tus éxitos.

Seguir el misterioso camino que ha dejado marcado las piedrecitas que llevabas engarzadas en el pelo y has ido dejando caer para que las siga. Salir del laberinto

Perderme por algún lugar conmigo mismo, con la única compañía de mis cámaras de fotos, mis vicios y virtudes, mis ángeles y demonios, mis fantasmas y mi porvenir y ese momento de silencio previo a realizar una buena fotografía.

Se me ocurren muchos, muchos momentos de felicidad muchos que dejo en el tintero.


martes, 16 de agosto de 2011

NANA PARA MI NIÑO


Duerme mi niño
Duerme mi bien
Duerme y descansa
Yo sueño a tus pies.


Duerme pequeño
Y suéñame a mí
Duerme y descansa
Yo estoy junto a ti.

sábado, 6 de agosto de 2011

FALACIA AD VERECUNDIAM.


Disculparme ya sé que es verano y debería de tratar temas más amenos, divertidos e intrascendentes, ocurrentes y joviales, distraídos, como esas partidas de parchís y bocata de nocilla de la infancia. Pero sucede a veces que el devenir del tiempo y del mundo, el girar del planeta y sus acontecimientos no entienden de solsticios, no entienden de cervecitas frescas, ni de pareos al sol. El mundo gira impasible y cruel y parece que siempre gire para joder a los mismos.

Falacia ad verecundiam es ese tipo de falacia que ya descubrieron nuestros bisabuelos latinos y que consistía en dar veracidad a un argumento simple y llanamente en virtud de la supuesta autoridad moral o intelectual que tiene la persona que esgrime ese argumento. Vamos como Pepito dice que los higos chumbos no pinchan, pues eso, los higos chumbos no pinchan y a ver quien se atreve a decir o a intentar demostrar lo contrario.

Recientemente tomó el reinado del FMI, la preciosa, educada, elegante y sabia Christine Lagarde. Muy rápidamente determinó que una de las soluciones para acabar con esta crisis es bajar sueldos, abaratar despidos, dar menos prestamos y estos darlos a un precio más alto. No sé yo muy bien, si es preciso tanto estudio, tanta carrera de económicas, empresariales, ade y similares para dar a los problemas de siempre las soluciones de toda la vida. Es decir, si falta dinero, que lo pongan los que menos tienen. Pero como estas soluciones las dio esta distinguida señora parece que sean ciertas e indiscutibles. Imposible plantear otras.
Sin embargo, y a pesar de pregonar a los cuatro vientos, que debemos de apretarnos el cinturón una de las primeras cosas que decidio tan refinada persona fue subirse un 11% su, ya más que engrosado sueldo. Recientemente le imputan delitos de colaborar en la desviación de bienes y dinero públicos… Y sin embargo sigue siendo de esas personas que se pretenden respetables y ciertas en sus aseveraciones y sentencias. De esas personas que parece que todo lo que dicen sea cierto, que nadie pueda discutirlo.

Los mismos gurús de la economía que hasta un día antes de la caída del todopoderoso Lehmans brothers le daban una credibilidad intachable e incuestionable, hoy, a toro pasado y haciendo leña del árbol caído, no sólo no se callan la boquita, admiten sus errores y agachan la cabeza, sino que siguen vaticinando desde detrás de sus cuellos encorbatados el futuro, el que pasará, el lugar en el que debemos de invertir nuestros paupérrimos ahorros. Y lo peor de todo; se les sigue haciendo caso, se les sigue escuchando como si sus comentarios fueran verdades divinas e indiscutibles como si fueran poseedores de una verdad rayana al dogma. Si no fueron capaces de ver lo que iba a suceder entonces, porqué van a serlo ahora? Por qué se les sigue dando cancha, escuchándoles?

A principios de este caluroso mes de agosto, que se empeñó en ser tórrido en tu espalda, el Rey de esta vieja piel de Toro, dijo así, a las bravas y sin cortarse un pelo que todos los españoles deberíamos de hacer un esfuerzo y apretarnos el cinturón, escatimar gastos y monedas. Acto seguido se subió en el “Brivon nosecuantos” y se fue a navegar por aguas Mallorquinas. No es sólo el colmo de la desvergonzonería, sino que además de nuevo nos encontramos con una barbaridad. Como este hombre dice que tenemos que apretarnos el cinturón, (nosotros, no él, claro está) pues entendemos que es cierto que lo justo y necesario es ser más espartano todavía, más sacrificado todavía.

Podría poner un sinfín de ejemplos, pero a mi me gustaría saber hasta cuando vamos a seguir escuchando a estas notables celebridades. Y sobre todo cuando será el día en que nos cuestionemos lo que dicen. Cuando llegará el día en que dejemos de ser unos capullos en flor y empecemos a ser mariposas que piensan, sueñan, y revolotean alrededor de tu falda sin necesitar que nadie les diga por donde tienen que ir, ni que pensar. Cuando será el día en que adquiramos nuestro propio criterio y nos atrevamos a cuestionar lo que se dice venga de donde venga y de quien venga.

En fin, prometo que intentaré que la próxima entrada sea más refrescante.

miércoles, 3 de agosto de 2011

UN HAIKU QUE LAMENTO.

Mordiscos en estomagos sin comida
una imposible ruta a Arcadia.
Rabia, dolor y lagrimas en dadaab.