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jueves, 20 de diciembre de 2012

A LOS QUE ME LEEN EN ESTAS FECHAS... Y A LOS QUE NO.


Lo cierto es que desde Osiris, Auramazda y Pachamama hasta Jehová, han aparecido y desaparecido muchos dioses y muchas creencias, se han derrocado imperios  nacido naciones y sueños. Ha habido guerras y besos, el mundo ha girado y  cambiado muchas veces. Pero perdura ese deseo de las personas de desearse bondades los unos a los otros, el deseo de felicidad y flores.

Ahora que esos dos viejos amigos que son Dios y el Diablo celebran el cumpleaños de uno de ellos, me gustaría desearos que no nos lavemos las manos ante la injusticia. Que sonriamos a todos los niños que nacen rodeados de bueyes y mulas. Que siga el tiempo pasando y que pase mejor. Que no nos vendan, ni vender nuestra dignidad por treinta monedas por mucho que brille su plata.

Deseo, ya veis, que os abracen ahora que hace frío  que suspiren vuestro nombre, que soplen vuestras heridas, que compartáis el cava y las doce uvas, mientras brindáis por los que marcharon queriéndoos y sintiéndose queridos. Que la luz más brillante sea la que se refleja tintineante en los ojos de la persona amada. Que pase este invierno de crisis y recortes y que en primavera florezcan jazmines a vuestro paso.

Que os encontréis en algún rincón de la ciudad, o tras un árbol, en el metro, o en la cola del pan a esa persona que amasteis hace tanto, tanto tiempo, esa persona que se marchó dejando tiritando en el corazón un beso por dar. Una duda. “Un ojalá hubiera ido bien” que os miréis a los ojos y reconozcáis lo bueno vivido. Que brindéis con el/ella por ese buen pasado, olvidando lo áspero del ayer, que paséis un buen rato rememorando esa agua que hace años que no mueve molino. Que os despidáis con una sonrisa en los labios y una alegría en el corazón. Con un Felices Fiestas.

Que  bajo vuestros pies crezcan flores de color malva, que se llenen vuestras manos de pan, vuestra boca de agua fresca y vino, vuestros labios de besos, vuestros dedos del cabello del ser amado,  vuestra espalda de caricias de esas que estremecen tras las costillas. Que se escuche vuestra voz. Que el alma se llene de esperanza y el corazón de sueños. Que se nos olviden los agravios y nazca en vuestras manos el futuro tejido en vuestros dedos.

Que el viento frío del invierno traiga escondido tras sus remolinos el amor que se necesita, el bálsamo para los sueños. Que se lleve  arrastrado por las piedras el miedo. Que Nochebuena sean todas las noches. Que el milagro del pan y los peces suceda cada día ante vuestros ojos. Que no os den a beber vinagre cuando tengáis sed, ni se jueguen a los dados vuestras ropas. Que podamos cambiar las leyes de Dios.

Que dejen  los magos de oriente en vuestro regazo, tras beberse el vino de septiembre, buenos deseos. Una caricia. Un abrazo. La risa más amplia de vuestra ciudad. Un futuro brillante. Un camino por andar y calzado para hacerlo. Una hogaza de pan de centeno. Una cerveza fría. Un juego para vuestros hijos. Un soplo en las heridas. Que se lleven a otro lugar, y allí lo dejen olvidado, el desconsuelo,  la tristeza, los recortes y la sinrazón. Que se lleven un par de números y  dejen un par de poesías.

Os deseo, amigos, al fin y al cabo. Toda la Felicidad que merecéis. Toda la Felicidad que merecemos.

viernes, 14 de diciembre de 2012

DONDE NACIO DIOS


Ahora mismo no llueven estrellas en los alrededores de Jerusalén, ni en la vieja Palestina, no, que va, del cielo sólo caen bombas, pedazos de hierro y muerte, desolación y falta de futuro para niños que respiran angustia y desconsuelo en los descampados de Jorat al Sham’a. Ya ves, desamparo en el lugar donde nació el niño Dios para unos niños que aún no conocen Dios ni maldad.

No caen ahora mismo, sobre Palestina, Estrellas que guíen a Magos cargados de regalos y futuro, tan sólo hay en ese, y otros lugares (Calcuta, media Sudamérica, Casi toda África, parte de nuestra vieja Europa, Los campos de refugiados del Sahel…. Tantos, tantos lugares…) tan sólo hay, como decía, horas malditas y torpes colecciones de corazones de niños que han dejado de latir antes de cumplir los 4, 5, 6 u 8 años.
Dios debe de dormir borracho en algún rincón de su aburrido paraíso. Ala, como no bebe, debe de andar de putas o perdido comprobando si alguien come cerdo o come cordero. Fíjate, tantos Dioses y tan perdidos todos. Parece que no ven, no quieren ver como no queremos ver nosotros, miles de pares de ojos de niños y niñas que no ven Disney Channel, ni el zoo, ni a Draculaura,….. ni mi corazón destrozado en miles de pedazos y esparcido en la pagina tres del Diario, que le voy a hacer, me duele el dolor ajeno, me preocupa.

La Paloma de la paz ha destrozado de dolor las  ramas de olivo que llevaba en el pico al ver rodar sobre las mejillas las lagrimas de padres y madres que han visto morir a sus hijos en sus brazos. Impotentes. Amargados. Rotos. Perdidos. Desolados. Tristes. Destrozados por una línea de bandera en un lugar u otro del mapa. Mejillas, que a buen seguro, perderían su calor y su vida por devolvérsela al hijo que se mece en sus brazos. Llora la paloma de la paz, y mis ojos se llenan de lagrimas con las fotos y las letras de la pagina cuatro del diario. Miro a mi pequeña razón con su pelito revuelto, su gorro para el frio y su sonrisa y sólo el pudor, y estar rodeado de gente en este bar tan bonito del café de las mañanas, impide que mis ojos revienten en el llanto que empapa mi corazón. Que bien me iría tu abrazo.

Será que yo, mortal con mil pecados, tengo más respeto por mis adversarios que Jehová y Ala por los suyos.

Lo sé, tal vez, sea una entrada un poco triste para estas fechas. así que acabaré esta entrada con esta canción, que, precisamente, habla sobre el tema que acabo de comentar.