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sábado, 26 de marzo de 2011

PRIMAVERA

Volverán las tupidas madreselvas de tu jardín las tapias a escalar, que diría nuestro amigo y siempre poco querido Gustavo Adolfo Becquer.

Y volverán también, como él decía, las golondrinas con su movimiento y su vuelo impúdico y deshonesto a anidar esperanzas en tu pecho, a volar con descaro y con la desfachatez que dan las alas negras que mucho han volado a enseñorear su desparpajo y movimiento en las pupilas de mis ojos.

Vuelve la primavera, con sus jerseys de fina lana con sus camisas de lino. Con sus nubes de lluvia reflejada en el azabache de tus ojos. Torna una vez más la primavera tras injertar simientes de sueño y pesadillas en Chile, Argentina, Angola, Sudáfrica y Zanzíbar, Canberra y Auckland. Sonriendo por traer el sol y la mañana, por traer en su ancha espalda de diosa osada y casquivana la alegría que pretendió robarnos, sin éxito, su hermano el frío invierno. Vuelve el sol a nuestra espalda, a brillar en tus pestañas, a esconderse en los rizos de tu pelo.

Vuelve Persefone de su viaje por el hades, escapada unos meses de su rapto, vuelve de la tierra marchita a dar alas soplos de fertilidad a Demeter, al trigo y las cosechas. Vuelve Persefone; pero nada es gratis y alguna ofrenda te llevas para Hades, tu amo, Nos robas, bajo tu manto de flores frescas, los ojos color magenta de Elizabeth Taylor. Tal vez para que anide para siempre en el tejado de zinc que recubre la mejor academia de actores del monte Parnaso. Tal vez, para que su penetrante mirada de Cleopatra descarnada enseñe a la verdadera Cleopatra como es una mujer desatada.

Una vez más la primera cerveza fría de la tarde de finales de marzo, acompaña a los cerezos en flor, a la tarde alargada, a las abejas revoloteando y examinando la esencia de la ginesta, el romero, el tomillo, el azahar, el castaño y el romero. El Jertes se tiñe de blanco y tu corazón, ambicioso de frenesí y caricias se hincha del rojo pasión de tu sangre alterada.

Una vez más, como siempre, regresan las femeninas diosas Eostre, Ostara y Frigga y traen con ellas futuro y esperanza, olor a jazmín y hierbabuena, los vientos aliseos suavizados para que soplen a través de tu pelo, para agitar la bandera pirata que ondea nuestros corazones.

domingo, 20 de marzo de 2011

REVOLUCION.


Quizás algún día algo se tense en nuestro pecho y acabe rompiendo los muros que impiden que escuchemos los gritos de nuestras consciencias. Tal vez dejemos de escuchar por unos instantes el ruido de las noticias sórdidas y doloridas y seamos capaces de ver que aún quedan cosas por hacer, cosas por vivir, cosas por cambiar. Tal vez podamos ver que cada vez tenemos un poco menos, no sólo de dinero, sino menos felicidad, menos derechos, menos expectativas del mañana, incluso menos deseos para pasado mañana. La tecnología no es sabiduría, no necesariamente lo es.

El mundo gira, se agita y parece que se revuelve. No sólo en Japón con la manifiesta queja de la madre Gaia por todo lo que le hacemos. En los países Árabes, como ya hemos hablado, muchos jóvenes y no jóvenes, cansados de la manipulación de la estrecha indigencia a la que le obligaban a vivir sus más que ricos y multimillonarios dirigentes, han empezado revoluciones, han continuado con ese cambio de mundo que empezó allá por la Francia de 1789, y continuo por otros muchos lugares. Saltando como una llama incandescente que jamás apagará las ganas de muchos hombres y mujeres que sueñan con un mundo mejor. Con más sonrisas para todos. Lumbre y ascuas de esperanza que a través de los años y los siglos no ha perdido su fuerza. No debemos dejar perder su energia.

Ese Lumbre arde no sólo en los países Árabes y alrededor de las arenas del desierto. Abrasa también y con mucha fuerza, con esa fuerza que sólo las revoluciones pacificas pueden insuflar a los corazones, en Islandia. En Reikiavik de un tiempo a esta parte, sus ciudadanos, personas de bien, acostumbrados a la democracia más antigua de Europa (desde 900 y pico ), Cansados de las deudas asumidas por políticos corruptos y corruptibles, por banqueros que arruinan a sus países para sobreenriquecerse han tomado las riendas del poder. Pendientes están de juicio aquellos que les han llevado a la ruina y enriquecido con engaños. Bien por nuestros vikingos vecinos del norte.

Sin más barricadas que su clara intención de no dejarse engañar. Sin más pedradas que las tiradas a la moral de unos políticos a los que han hecho dimitir. Sin más tanques en las calles que la firme determinación de no pagar la deuda injusta que los bancos adquirieron con sus colegas ingleses. Sin más fuerza bruta que la fuerte determinación de no cumplir una ley que les obligaba a ellos, a las personas que nada tenían que ver con la deuda contraída por los que eran y siguen siendo megamultimillonarios. NO. esta fue simple y llanamente la pistola que emplearon para tomar el poder y echar de el a quien no merecía estar. NO al FMI, no vamos a pagar esta abusiva e inaceptable deuda. Un movimiento tranquilo, una revolución pacifica, que por mucho que suene a Oxímoron ha triunfado.

Pero parece que esas noticias no salen en nuestros telediarios. Tan sólo vemos espectáculo, incluso en las noticias “serias”. Será que quieren inocularnos el virus del miedo que nos impida ver más allá de nuestra nariz. Miedo a disentir. Miedo a estar disconforme. Miedo a pensar. Miedo a discrepar. Miedo a mirarnos en el espejo de Islandia. ¿y si todos dejamos de pagar impuestos? ¿y si todos dejamos de consumir de modo desaforado durante un par de meses? ¿y si durante un par de meses sólo consumimos productos básicos? Coño, que no hacen más que hablar de crisis y la revista Forbes publica que hay más ricos y que estos a su vez son más ricos que el año pasado, y coincide que muchos de los de esta lista han bajado los ya misarables sueldos de sus trabajadores.

Y fijaos, que yo pienso, que los poderes actuales, las actuales administraciones que aún mantienen una estructura de S. XIX principios de S. XX, las grandes empresas multinacionales son las que realmente tienen miedo. Miedo a que alguien encuentre el fusil que ese medico aventurero argentino dejo apoyado en una higuera regada por las aguas de un rio de esperanza allá en 1967, cerca de Vallegrande en Bolivia, y con ese fusil fabricar plumas de madera que escriban con tinta azul lo que está pasando en el mundo. Lo que pasa en Islandia, donde tras, literalmente, echar a los políticos y banqueros de sus puestos y contra lo que pronosticaba el infame BM y FMI la renta de esta país está subiendo, están modificando la constitución un grupo de ciudadanos, en teoría los más preparados para ello. Lo que pasa en Grecia, país en el que muchos ciudadanos se niegan a pagar los peajes que el gobierno ha cuadriplicado en semanas, negándose a pagar las tasas de hospital. Que escriban que en Wisconsin se han negado a las reformas que el gobernador republicano Scott Walker quería imponer a todos los trabajadores de ese estado privándoles de los pocos derechos que aún tenían.

Pluma fabricada con ese fusil que nos diga que una revolución pacifica es posible. Que el poder reside realmente en nosotros, y somos nosotros los que debemos enfocar ese poder, que ha llegado el momento de plantearse este obsoleto sistema de partidos, que se debe controlar la creación de riqueza con trasparencia y participación. Mi abuelo no podía soñar con que la sociedad actual tuviera el poder adquisitivo y la "riqueza" que tenemos, él ha visto un cambio social y económico imposible de concebir hace sesenta años. No retrocedamos, no demos un solo paso atrás, por el contrario soñemos lo posible y lo imposible. Todos podemos tener todo, claro que sí. Hagámoslo. Tenemos muchas herramientas y armas a nuestro alcance, esta red social es una de ellas, el mundo cambia y yo con él, y tu conmigo. Permitirme una licencia: “Hasta la victoria siempre”

viernes, 11 de marzo de 2011

ESPERAS

Odio a los dioses del tiempo. No sólo porque se coman a sus hijos, sino, también y sobre todo, porque tienen la desvergüenza de pasar raudos y veloces, como un Halcón a la caza de una golondrina en movimiento, cuando tu alma exige sosiego y calma, cuando tu sístole precisa que el tiempo pase despacito y tranquilo para paladear esos suaves momentos de felicidad y dicha, como cuando crecen las espinas de las rosas. Y tiene, el tiempo, la descortesía de pararse, de detenerse en los retrancos, en los recovecos de tus heridas con sal regodeándose de tus desgracias, y parece nunca pasar cuando tú necesitas que corra y pase de una vez, de una puta vez.

El tiempo, desde luego, es mal aliado cuando esperas algo. Sin embargo es el único aliado que tienes en tu espera. Y puedes perder el tiempo arreglando el granero, estudiando o salvando el mundo, pero tan sólo es eso, pérdida de tiempo para que este pase, como pasa el frío, como pasa el calor. Dejar que pase para que llegue lo que deseas.

Y no sé que espera es peor; Si la espera amarrada, con fuerte soga, a la certeza absoluta de que algo malo está por venir, y por arrollar tu vida, arruinarte la sonrisa y las medias lunas de, como mínimo los próximos seis meses. Señor aparta de mí este cáliz. O la espera de la luz y las sonrisas, del milagro y la esperanza, de los buenos deseos, del mágico fenómeno que cambiara tu sonrisa y pondrá en tu cara brillos y estrellas. Soles que alimentan árboles frutales. De lo bueno por venir, del futuro perfecto que los dioses del tiempo esconden, mezquinos, en sus capas.

Esperas, esperas para muchas de las cosas de la vida. Esperas que las esperanzas que dejaste en un bote de cristal sean sacadas por las horas, y los días que van pasando, inciertos, por las calles de mi ciudad por las hojas de los almendros en flor, por los rincones de tu pelo. Esperas, y como dice el refrán, desesperas. Es como si tan sólo gatos muertos anduviesen por los números que adornan el almanaque sin llegar nunca al día que deseas que llegue.

Nos pasamos tanto, tanto tiempo esperando; Aprobar un examen, que nos asciendan en el trabajo, firmar ese documento. La respuesta. La pregunta. Que me oigas en sueños, que se abran las ventanas, que sea corto el olvido y largo el amor (normalmente es al revés). Que acabe esta batalla. El juguete que siempre deseaste, dormir con una nana. Que salga el médico y diga que todo ha ido bien. Ganar este combate. Que te enamores de mi mirada, cogerte la mano. Una carta manuscrita.

Tal vez estemos siempre esperando sandeces y cosas con poco sentido. Quizás no. Es probable que la única espera que sea mínimamente digna de ser considerada como tal, sea la espera del futuro, de la esperanza, de los despuntes por dar. Que venga tu sonrisa, tu llanto, tu mano cogiendo la mía, incierto color de ojos. El futuro deseado. Fulgor de ventura. Las llaves del mañana

lunes, 7 de marzo de 2011

CON ATREVIMIENTO

Debo entrar en ti, dices,
con los ojos cerrados
con el pelo revuelto en mi mirada
y, no es que no tenga voluntad
es que no quiero tenerla.
ni quiero comprender los boleros
sólo quiero saborear tu saliva,
en mi boca y en mi piel.
Que no hable el ruido
que el mundo pare su agónico giro
suspiras, suspiro, no me canso
de los latigazos de tu risa
del arañazo incontrolado
de tu corazón abierto
de tus piernas abriéndose.