Si, lo sé, la frasecita es un tanto violenta y si me apuráis enervante. Pero últimamente me estoy acordando mucho de ella. La escuché por primera vez hace muchos años, en la facultad, la dijo un profesor de filosofía. No recuerdo a santo de que venia, pero tras lo que el creía una clase magistral sobre clases sociales, derechos, obligaciones y demás mandangas aburridas acabó diciendo “el destino de los pobres es nacer como cabritos y vivir como cabrones”.
Siempre he creído, y aún a pesar de las canas, la experiencia, las decepciones personales, y las desilusiones globales con las que el genero humano nos despierta cada mañana para ponerle mal sabor al café, sigo teniendo fe en nosotros, sigo pensando – o queriendo pensar- que esta maravillosa pelotita de barro y mar será algún día un lugar mejor. En el que no nacerán Cabritos, en los que nadie vivirá como cabrón.
Ejemplos y modelos, a nivel global, en pensamiento mundial, de que el mundo puede ser un lugar mejor lo encontramos en miles de pequeños detalles en millones de gestos mundanos y diarios de personas, quizás nacidas como cabritos, quizás nacidas como delicadas mariposas que intentan que el mundo sea algo mejor. Quizás tu sonrisa de cada mañana sea uno de esos pequeños ejemplos. Y hay más. Ahí tenemos los intentos de la “tasa Robin Hood” que algunas organizaciones y grupos de personas y asociaciones del Reino unido están promoviendo y que pretende grabar con un pequeño impuesto del 0,5 % las transacciones financieras especulativas. (Calculan que se podrían reunir en torno a los 400.000 millones de dólares anuales, los que se deberían de destinar a paliar el hambre la pobreza y luchar contra el cambio climático) No se ha conseguido nada.
Esta tasa, a mi me suena a hijastra bastarda y, desgraciadamente, nonata de aquel viejo intento del Sr. James Tobin, con su pretensión de “tasa Tobin” (esta tasa consiste, mas o menos, en cargar un impuesto del 0.7 % para penalizar las operaciones monetarias internacionales de ida y vuelta y meramente especulativas) con el objetivo de estabilizar y evitar crisis económicas. Nunca se aplicó –al menos que yo sepa-
Y que conste que estas tasas a mi no me entusiasman. Tienen un efecto totalmente nefasto y perverso; La constatación que existen ricos y pobres e incluso la perpetuación de estas diferencias. Quizás yo sea un soñador utópico. Ves a saber, pero no sería más fácil que hubieran menos ricos y menos pobres? Quizás con la que está cayendo sea hora de replantearse el contrato social de Rousseau, quizás sea hora de dar menos aires a los billetes de 500 euros e intentar dar un poco de viento a todas las musas agonizantes por falta de esperanzas. Intentar resucitar a las hijas de Mnemósine y ver si con su consejo nos va mejor que con los consejos y dictados del FMI.
Ahora, que resulta que, está claro, unos cuantos diablos especulativos y devoradores de peces pequeñitos han acabado esquilmando el mar. Dejándonos sin pesca a todos. Que han exprimido de modo innoble, deshonesto y desmesurado toda la riqueza generada. Que la especulación financiera, lo corto de la mirada de algunos junto a lo largo de su mano, la avidez sin control de listos de las finanzas, de seudomagos que nunca hicieron magia y que se sacaron de sus mangas blancas de camisas azules y corbatas caras y horteras operaciones bursátiles intoxicadas y viciadas, vacuas de contenido y de razón. Vendedores de humo con sonrisa profiden, aprovechados de las necesidades ajenas. Prometiendo que lo mejor era endeudarse para seguir siempre endeudado. Han dejado a más de la mitad del planeta en la ruina (la otra mitad ya lo estaba)
Ahora que parece que tenemos claro los causantes de la crisis (y si, he puesto causantes podría haber puesto culpables. Cada cual que asuma su culpa, todos tenemos un pellizquito de esa culpa) No se han contentado con recompensarles por su “buena gestión” dando ayudas a la banca, al sector del automóvil, incluso a algunas farmacéuticas (coño!!!! Si la Seat, Opel, Mercedes o cualquier empresa no puede vender coches pues que los bajen de precio, que investiguen para producirlos más baratos, que se bajen los sueldos los directivos o que se vayan a tomar por culo, -mi panadera si no vende pan ni cobra ni nadie le ayuda, y ella no tiene puta culpa de la crisis- y de la banca ni te cuento, ayuda al Sr. Botin¿¿???¿?¿? y a mi porqué no me ayudan?) pero darles miles de millones de euros de ayuda!!!!! Joder más ayuda necesitan los jubilados y los que no llegan a final de mes y a ellos no les dan ayudas, ni millonarias ni minorinarias.
Pero no sólo no han “castigado” a los causantes de la crisis, sino que descontentos con “Ayudarles”, ergo cargar sus ya cargadas arcas de dinero, hacen que seamos los menos ricos los que paguemos sus facturas. Suben el Iva, bajan pensiones, y sueldos públicos (los privados estarán al caer y en muchas empresas ya han caído) Y las tasas de las que antes hablaba? Y las sicav´s? y el impuesto que pagan los beneficios de las acciones, presentes y futuros?.... En fin, que no me queda más que dar la razón a mi viejo profesor de filosofía; el destino de los pobres es nacer como cabritos y vivir como cabrones. Y además pagar las facturas de los cabestros e hijosdeputa que les hacen vivir de ese modo, para ellos vivir sentando sus gordos culos en un lujo excesivo y desmesurado.
Siempre he creído, y aún a pesar de las canas, la experiencia, las decepciones personales, y las desilusiones globales con las que el genero humano nos despierta cada mañana para ponerle mal sabor al café, sigo teniendo fe en nosotros, sigo pensando – o queriendo pensar- que esta maravillosa pelotita de barro y mar será algún día un lugar mejor. En el que no nacerán Cabritos, en los que nadie vivirá como cabrón.
Ejemplos y modelos, a nivel global, en pensamiento mundial, de que el mundo puede ser un lugar mejor lo encontramos en miles de pequeños detalles en millones de gestos mundanos y diarios de personas, quizás nacidas como cabritos, quizás nacidas como delicadas mariposas que intentan que el mundo sea algo mejor. Quizás tu sonrisa de cada mañana sea uno de esos pequeños ejemplos. Y hay más. Ahí tenemos los intentos de la “tasa Robin Hood” que algunas organizaciones y grupos de personas y asociaciones del Reino unido están promoviendo y que pretende grabar con un pequeño impuesto del 0,5 % las transacciones financieras especulativas. (Calculan que se podrían reunir en torno a los 400.000 millones de dólares anuales, los que se deberían de destinar a paliar el hambre la pobreza y luchar contra el cambio climático) No se ha conseguido nada.
Esta tasa, a mi me suena a hijastra bastarda y, desgraciadamente, nonata de aquel viejo intento del Sr. James Tobin, con su pretensión de “tasa Tobin” (esta tasa consiste, mas o menos, en cargar un impuesto del 0.7 % para penalizar las operaciones monetarias internacionales de ida y vuelta y meramente especulativas) con el objetivo de estabilizar y evitar crisis económicas. Nunca se aplicó –al menos que yo sepa-
Y que conste que estas tasas a mi no me entusiasman. Tienen un efecto totalmente nefasto y perverso; La constatación que existen ricos y pobres e incluso la perpetuación de estas diferencias. Quizás yo sea un soñador utópico. Ves a saber, pero no sería más fácil que hubieran menos ricos y menos pobres? Quizás con la que está cayendo sea hora de replantearse el contrato social de Rousseau, quizás sea hora de dar menos aires a los billetes de 500 euros e intentar dar un poco de viento a todas las musas agonizantes por falta de esperanzas. Intentar resucitar a las hijas de Mnemósine y ver si con su consejo nos va mejor que con los consejos y dictados del FMI.
Ahora, que resulta que, está claro, unos cuantos diablos especulativos y devoradores de peces pequeñitos han acabado esquilmando el mar. Dejándonos sin pesca a todos. Que han exprimido de modo innoble, deshonesto y desmesurado toda la riqueza generada. Que la especulación financiera, lo corto de la mirada de algunos junto a lo largo de su mano, la avidez sin control de listos de las finanzas, de seudomagos que nunca hicieron magia y que se sacaron de sus mangas blancas de camisas azules y corbatas caras y horteras operaciones bursátiles intoxicadas y viciadas, vacuas de contenido y de razón. Vendedores de humo con sonrisa profiden, aprovechados de las necesidades ajenas. Prometiendo que lo mejor era endeudarse para seguir siempre endeudado. Han dejado a más de la mitad del planeta en la ruina (la otra mitad ya lo estaba)
Ahora que parece que tenemos claro los causantes de la crisis (y si, he puesto causantes podría haber puesto culpables. Cada cual que asuma su culpa, todos tenemos un pellizquito de esa culpa) No se han contentado con recompensarles por su “buena gestión” dando ayudas a la banca, al sector del automóvil, incluso a algunas farmacéuticas (coño!!!! Si la Seat, Opel, Mercedes o cualquier empresa no puede vender coches pues que los bajen de precio, que investiguen para producirlos más baratos, que se bajen los sueldos los directivos o que se vayan a tomar por culo, -mi panadera si no vende pan ni cobra ni nadie le ayuda, y ella no tiene puta culpa de la crisis- y de la banca ni te cuento, ayuda al Sr. Botin¿¿???¿?¿? y a mi porqué no me ayudan?) pero darles miles de millones de euros de ayuda!!!!! Joder más ayuda necesitan los jubilados y los que no llegan a final de mes y a ellos no les dan ayudas, ni millonarias ni minorinarias.
Pero no sólo no han “castigado” a los causantes de la crisis, sino que descontentos con “Ayudarles”, ergo cargar sus ya cargadas arcas de dinero, hacen que seamos los menos ricos los que paguemos sus facturas. Suben el Iva, bajan pensiones, y sueldos públicos (los privados estarán al caer y en muchas empresas ya han caído) Y las tasas de las que antes hablaba? Y las sicav´s? y el impuesto que pagan los beneficios de las acciones, presentes y futuros?.... En fin, que no me queda más que dar la razón a mi viejo profesor de filosofía; el destino de los pobres es nacer como cabritos y vivir como cabrones. Y además pagar las facturas de los cabestros e hijosdeputa que les hacen vivir de ese modo, para ellos vivir sentando sus gordos culos en un lujo excesivo y desmesurado.