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sábado, 27 de febrero de 2010

COSAS QUE NO ME GUSTAN.

No me gustan las últimas oportunidades, los trenes que se pierden, las únicas esperanzas ni los clavos ardiendo que a desgana se deben de agarrar con fuerza.
Ni la gente que deja de intentarlo, las guapas que nunca se sintieron feas, las feas que no se saben guapas, ni esas princesas que creen que su sangre es azul.
No me gusta la desilusión por algunos besos que, en algún incomprensible arrebato, me han dado ni el seco desconsuelo por los muchos que he dejado de dar. Ni los muros que se levantan entre las personas, ni los adioses, ni las despedidas de estación.
Ni el viento que en vez de impulsarte, insolente, te empuja a un abismo oscuro y de destrucción.
No me gusta la gente que condescendiente te mira y mientras te medio guiña un ojo te regala un “pescao” que le sobra y te niega el aprendizaje para pescarlos.
No me gustan las señoras que prefieren ser damas a ser mujeres, ni los hombres que ni han sido ni serán nunca caballeros.
La inoportuna soledad que sin ser invitada insiste en acurrucarse en los recovecos de tu pecho y como una carencia te aprieta hacia dentro.
No me gustan los pasos sin destino, el tiempo no aprovechado, las oportunidades perdidas, los vinos desperdiciados ni los botones siempre abrochados.
Las verdades escondidas y endulzadas con miel y sacarina barata.
No me gustan aquellos que nunca se despeinan y sabiéndolo todo nunca se mean fuera de su bonito orinal de lo políticamente correcto.
Los que serenos y cuerdos impertérritos no cometen nunca alguna locura.
No me gustan las lágrimas del azufre del hambre que inundan las caras de los niños malcomidas ni las gordas barrigas de los triunfadores con puro.
No me gusta la tristeza porque nunca se marcha del todo, al dejarnos siempre deja una retaguardia atenta bajo los poros de la piel.
Y , como a Benedetti, no me gusta la gente que intenta sacarse de la cabeza aquello que no quiere salir del corazón.

miércoles, 24 de febrero de 2010

MAGIA

Me gustaría escribir sobre magia y decir algo elocuente al respecto. No es fácil, pero lo intentaré.

Haciendo honor a la verdad, los "magos" nunca me entusiasmaron, y es que tienen un algo de tramposos, y será por rechazo a la competencia ves a saber, pero no acaban de agradarme.

Alguien que cuenta las cartas o esconde un pañuelo en un dedo de plástico, no hace magia, hace trucos y los trucos, pues que queréis que os diga, me pasa algo así como con los atajos no acaban de entusiarmarme. La magia es otra cosa y eso si me gusta.

La magia, esa que nace en algún lugar inencontrado de los sueños, los encantos inexplicables esos que aparecen de repente, de no sabes muy bien que lugar, ni el porque y te inunda los sentidos, te roba el brillo de los parpados y ronronea en tu alma.

Sucede que a veces un pequeño gesto que hizo tu padre cuando eras poco más que un chibolito te salta a la mente, te hace sonreír, rememorando tiempos más inocentes, menos salvajes y lleva tus dedos a empujar un imaginario barco de vela que tu papa hizo con sus manos añas atrás. Cierras los ojos y casi puedes notar esas grandes manos protectoras empujando el barco de caña que hace más de treinta años que no ves.

Pasas por un restaurante en algún callejón de tu ciudad, o de otra ciudad. Pongamos por ejemplo el Trastevere. Y de un pequeño local surge de repente el olor de un postre casero. Un huracán de aromas invade tu nariz y te trae, como a paladas engreídas, el divino sabor del arroz con leche biencocinado y bienparido de tu abuela. Ese en cuencos de barro con pieles de limón y de naranja peladas con manos acostumbradas a querer, acostumbradas a criar, acostumbradas a cuidar.

En ocasiones tu madre, que a penas ves, porque no tienes tiempo, porque no tienes espacio ni momentos para explicarle tus preocupaciones de adulto ocupadísimo en miles de problemas o porque, desdeñoso y estupido, crees que no entenderá (como si eso fuera nuevo, como si ella no lo hubiera vivido ya antes, sea lo que sea) y ella con un simple vistazo ya sabe que algún roedor maldito en mil vidas anteriores y perverso como los demonios del segundo circulo del infierno de Dante está mordisqueando y preocupando tu maltrecho y roto corazoncito. Sabe que algo no va bien con una minúscula mirada, con una imperceptible variación de tu voz o simplemente con un vistazo al pliegue mal puesto de tu camisa preferida. Te mira y te pregunta -¿Qué pasa, toda va bien?- le contestas como distraído y por no preocuparla –nada mama, todo bien, como siempre- -yaaa- y sin más preguntas deja lo que está haciendo y te abraza y arrulla en su cuerpo.

Esos días domingueros y mañaneros en los que la lluvia golpea el cristal de tu habitación y los malos espíritus se quedan fuera, mojándose, enfriándose. Llorando en la lluvia y en ella confundiendo sus lagrimas. Te acurrucas a tu pareja medio dormida, medio despierta, medio consciente medio no y el/ella más en el reino de Morfeo que en el mortal te susurra un te quiero. Y sigues acurrucado y sigues durmiendo y los diablos siguen llorando tras el cristal.
Una mano que acaricia y juega con las tuyas. No se, quizás todo eso sea magia.

viernes, 19 de febrero de 2010

PARAR UN RATO.

En ocasiones me da la sensación de que nuestras vidas transcurren en una especie de gigantesco y complicado tiovivo que empieza a dar vueltas un primer lunes de un primer mes de enero, y que nunca deja de darlas. Vueltas espidicas envueltas en la mala leche diaria y cotidiana que nos amarga el café matutino. Atracción circense que sigue girando impasible e imparable hasta el viernes y que este día ni tan sólo tiene la bondad de parar un ratito sino que se limita a girar algo más despacio durante los sábados y los domingos de sofá y palomitas.

Y sin respiro ni descanso vuelta a empezar. Para conseguir que el negocio propio, o el ajeno, o vete tu a saber que administración siga girando hacia ves a saber donde. A conseguir un 0,8% más de beneficio que el año pasado (y digo yo hasta cuando/cuanto hay que conseguir un X% más que el año pasado?) no se.

Vamos que nunca paramos, que no existe un respiro, que estamos insertados en una rueca que no sabemos que está tejiendo y de la que no podemos parar de formar parte. Que vivimos contra natura está claro, y negarlo es de una estupidez tan absoluta que insulta la inteligencia más cortita o mezquina (claro está a no ser que compres jabones “naturales” en naturhouse, y tu ropa de Lino en Natura entonces si que vives acorde y en sintonía con la naturaleza del planeta, vamos tanto o más que los pitufos de avatar) Yo aún no he visto ninguna Rosa en camiseta, ningún alcornoque en el dentista ni ningún León haciéndose la manicura (algún perrito llepafigas con pantalones, camiseta y pendientes si que he visto pero eso es otra historia) ergo vivimos contra natura, o al menos Extra natura. Pero de vivir extra natura a no parar nunca jamás de los jamases, pues, oye, hay un paso.

Estaría muy bien que de tanto en tanto, los trabajos las obligaciones, la vida nos dieran una tregua y pudiéramos permitirnos 8 ó 10 meses Sabáticos para tan sólo pensar, caminar, leer, dormir, follar, hablar con los amigos, (si ya se que esto lo hacemos en mayor o menor medida casi a diario, pero más como parte de un eslabón de las cadenas de las vueltas del tiovivo que como una realidad vital y existencial) vamos vivir sin más y sin menos que ya es, ya.

Lo que sucede es que los alquileres, las hipotecas y las neveras Insolentes e insolidarias piden constantemente su chute de adrenalina en forma de Euritos.

Y mire usted, que un paron de ese tipo, debería de ser obligatorio de tanto en tanto. No sólo para todo lo anterior, - que no es poco- sino porque metidos como estamos en ese tiovivo catadióptrico e imparable no tenemos ni tiempo de pensar que coño estamos haciendo ¿este negocio que monte hace X años, es el que quiero tener? ¿quiero trabajar en este negocio, familiar, multinacional, o de mierda? ¿quiero seguir formando parte de esta administración? Vamos ni tiempo para pensar. Como si el mundo pasase de largo y nos dejase en la cuneta tenemos que estar siempre girando y girando.

En ocasiones no encuentras salida y nadie te guía y no encuentras ni tan siquiera modo de seguir tus pasos. La vida te debería permitir parar, para hacer lo que te salga de las narices, o para replantearlo todo. Parar. Respirar hondo. Mandarlo todo a la mierda, o no, al desvan por si luego quieres volver, e iniciar un nuevo proyecto o aceptar que no, que no tienes nuevos proyectos que bien estas como estas. Resumiendo que estaría muy bien poder parar unos mesecitos de vez en cuando.

domingo, 14 de febrero de 2010

CRISIS PALINDRÓMICA.

A todo/as nos duelen los oídos de oír hablar de la dichosa crisis, de ver imágenes, escuchar noticias sobre el FMI, sobre la subida y bajada de Down Jones, Ibex 35, Wall street, Nikkei y sus putas madres. Yo personalmente estoy un algo cansado y hastiado. Es verdad que ha habido, hay y probablemente habrá crisis, a que negarlo. Es así. Aunque en ocasiones cuando leo que se han pagado 94 millones de Euros a noseque niñato que juega a futbol, 70 y pico millones de Euros a un recién jubilado alto ejecutivo de la banca, que el Banco de Santander ha tenido mejores resultados económicos en 2009 que en ejercicios anteriores y un largo etc…. Me pregunto donde coño está la crisis.

Pero bueno. Supongo que la presunta crisis sólo va a servir para que los ricos de verdad, tengan mucho, mucho más dinero (que pa que tanto digo yo) a costa de los que se creen ricos, de los medio ricos y de los que se autodefinen como clase media. (Por cierto odio esta expresión ¿clase media? Eso que cojons significa? Y ya la bomba son los que se autodenominan como clase media/alta, y por supuesto a los demas los denominan de clase media/baja…? Sorprendente!!!, y clase media/media. No hay? Y clase alta/baja? O alta/media? O baja/alta? ¿esas existen? Vamos todos clasificaditos como el “pescao” en tapers del congelador.

A mi, personalmente, hay una crisis que me preocupa más, mucho más, que la supuesta crisis bursátil y económica. Me preocupa la crisis humanitaria, la crisis de valores (que cada cual tenga los suyos. Pero que el valor máximo de alguien sea ser pensionista, salir en Gran Hermano o zumbarse a el/la lagarta/o famosillo de turno, tiene cojones.) La pérdida de todas las brújulas de todos los nortes y de cualquier equilibrio posible.

Palíndromo es una palabrota derivada del griego "Palin Dromein" volver hacia atrás, ir hacía atrás. Vamos una cosa que acaba igual que empezó tal y como lo hacen las palabras Rodador, Reconocer, radar, tallat o ERE. Y esta es la sensación que tengo con la dichosa crisis. Cuando acabe (que acabará, todo empieza y todo acaba,) acabará tal y como empezó. Es decir sin darnos cuenta de las atrocidades e injusticias que nos llevaron hasta aquí. Y sin poner remedio para que no vuelva a pasar.

A principios de noviembre de 1989, cayó el infame muro de Berlín. Para muchos la caída de esas piedras significó y escenificaron el fin del comunismo. Parece que todo el mundo rechaza esa forma política, y no voy a ser yo quien me ponga ahora a defenderla. Pero al menos debemos de admitir que servía de contra punto de poder al capitalismo salvaje en el que estamos metidos, todos, desde hace años. Esa caída hizo reflexionar a muchos sobre las “maldades” de un sistema Comunista. Bien, ok, demostrada su incapacidad para llevar el mundo a buen termino y para hacer que todos/as vivamos razonablemente bien y felices nadie en su sano juicio defiende posturas comunistas extremas.

Pero y ahora, y ahora que ha pasado el tiempo y que parece que el Capitalismo descontrolado tampoco nos proporcionará la felicidad ni un razonable bienestar a todos. (o al menos a casi todos, siempre habrá quien quiera vivir extrasistema Ole sus cojones) Ahora que la caída del muro de los bancos, de los Down Jones, de las hipotecas y de los precios de las viviendas y las inflaciones nos han demostrado que esto tampoco funciona, dejándonos un mensaje claro en el buzón. Vamos a hacer algo? O seguiremos en nuestra letanía, de todo va bien? Lejos de, al menos intentar, cambiar nuestro sistema económico. Todo el mundo, desde los Botin de turno, a tu vecina y la mía, estan/mos esperando a que todo vuelva a ser como era. Para poder vender el pisito 7,8,9 ó 10.000€ más caro que hace tres meses (claro como la crisis ya se está acabando….) esperando a que el banco vuelva a hipotecar nuestros tiempos y nuestras almas para alquilarnos con fuertes intereses cuatro duros para poder pagar vete tu a saber que necesidad recién creada.

Ya empezamos a ver, no un cambio, sino las mismas miradas avariciosas de ladrones acobardados de siempre. Yo no veo brotes verdes, yo veo que todo sigue como empezó. Mal.

Y mientras tanto, el sur sigue sin existir, Haití y otros muchos lugares siguen destrozados. Mientras tu banco te presta en tu visa 200€ para la play4XmXpluss para tu hijo de 8 años, miles de millones de personas siguen soñando con tener nuestra crisis. Mientras tanto, nadie investiga una energía no fósil. Mientras tanto, el lumbreras de turno de Yale, Esade, Iese business school, o el iluminao salvapatrias que toque, determina que para acabar con la crisis y que todo siga igual hay que moderar los salarios. Menos el suyo, claro está, que para eso ha tenido la brillantísima idea.

sábado, 6 de febrero de 2010

COSAS QUE ME GUSTAN.

Me gustan las nubes rotas que perdidas y empujadas por el viento se mueven sin destino, ni objeto ni lugar. Esas que sorprendes un día vagabundeando sobre el tejado de tu casa insolentes y descaradas.
Los Peter Panes con canas que pierden la vista y la razón al Sur del descosido vestido de wendy, los que malgastan el polvillo de sus alas para volar y soñar donde les plazca.
Me gustan las pasiones desatadas a bocados de manzanas comidas con piel. Las grandes bellezas que se observan si miras atento los pequeños detalles de tus ojos.
Las ruinas de viejos castillos engarzados de enredaderas y tréboles regados por los fantasmas de las brujas que allí hechizaban
Me gusta enfrascarme en batallas de amor, de antemano perdidas -porque esas nunca se ganan- Llevar en los aperos de mi vida tus armas de amor y los bagajes guerrilleros, me gusta mi paz en rizos escondida.
La memoria impertinente que toma el camino más corto para herirte y para curarte.
Me gustan los desvanes que celosos guardan olvidados libros de poetas, manuscritos por leer y por escribir con tinta azul y con pluma de búho enamorado de alondra.
Los fresquitos atardeceres del mare nostrum que anaranjados anteceden a una Luna boquiabierta.
Me gustan las camas deshechas, esas que nunca han estado tristes ni desoladas. Llenarlas con gotitas de sudor extraídas de la clepsidra de nuestra vida.
La luz, los gatos desobedientes que andan ronroneando a sus gatitas, los rincones iluminados rodeados de oscuridad para esconderse.
Me gusta desenamorarme y enamorarme cada día en cada sesión de besos de esos que dejan el sabor de otra saliva en el paladar estrellado del cielo de la boca.
Los zapatos de tacón que enlazan pies de mujeres fatales, que caminan atrevidas y desafiantes mientras miran tus ojos y te clavan con la mirada.
Me gustan las promesas que se cumplen y las amenazas incumplidas.
Los inconfesables pecados que disfrutas y gritas en voz alta, la lluvia que llueve y la gente que se moja.

jueves, 4 de febrero de 2010

UNA POESIA, UNAS FOTOS.

Siempre me gustaron los poetas parnasianos. Si, esos bohemios Franceses, Parisinos de mediados de S. XIX. Lo cierto es que jamás acabe de entender porque se autodenominaban contrarios a los poetas del romanticismo (ves a saber los motivos de los poetas….) es verdad que los Románticos adoraban los sentimientos y eran bastante subjetivos. Para que engañarnos. Y que los parnasianos se fijan más en la belleza, son algo más “crudos”, más duros. Pero vamos que muy diferentes pues tampoco los veo la verdad.
En todo caso aquí va un poema de Charles Baudelaire. Y para acompañarla que mejor que unas fotos de su amada ciudad.



Por encima de estanques, por encima de valles,

De montañas y bosques, de mares y de nubes,

Más allá de los soles, más allá de los éteres

Más allá del confín de estrelladas esferas,


Te desplazas, mi espíritu, con toda agilidad

Y como un nadador que se extasía en las olas,

Alegremente surcas la inmensidad profunda

Con voluptuosidad indecible y viril.






Escápate muy lejos de estos mórbidos miasmas,

Sube a purificarte al aire superior

Y apura, como un noble y divino licor,

La luz clara que inunda los límpidos espacios.


Detrás de los hastíos y los hondos pesares

Que abruman con su peso la neblinosa vida,

¡Feliz aquel que puede con brioso aleteo

Lanzarse hacia los campos luminosos y calmos!




Aquel cuyas ideas, cual si fueran alondras,

Levantan hacia el cielo matutino su vuelo-

¡Que planea sobre todo, y sabe sin esfuerzo,

La lengua de las flores y de las cosas mudas!






Acá quedan, las fotos, el poema y para despedirnos y honrando nuevamente a Charles una frase que a él se le atribuye:
Habría que añadir dos derechos a la lista de derechos del hombre: El derecho al desorden y el derecho a marcharse.