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sábado, 26 de mayo de 2012

BCN

Supongo que nacer entre dos ríos, con las montañas a la espalda y el mar a los pies imprime carácter y una personalidad muy definida.


No sé porque siempre te sentí hembra y mujer. Tan pija, bienpeinada, bienpensante y distante como una orquídea de Pedralbes, tan Gitana y racial como los bailes del antiguo Somorrostro, tan perroflauta y ocupa como las rastas y las litronas de Gracia, tan artista y creativa como los talleres del born, tan pagana y arbitraria como las golondrinas que sobrevuelan tus tejados y juegan con las palomas de plaça Catalunya, tan religiosa y beata como la catedral del mar. Tan puta como algunos tangas malcubiertos de las ramblas, tan señora como las voces femeninas del liceo. Ya ves, siempre fuiste ordenada como las cuadriculas del Eixample, siempre te muestras tan desordenada y anárquica como las olas que acarician tus pies, como la lluvia y la niebla que en ocasiones arrullan el tibidabo.

Triste como los silvidos de las balas entre hermanos de aquella guerra que nadie ganó, pero que, disculpame, tengo la sensación enganchada en la piel que perdieron los buenos. Tan alegre como el sol que alumbra tus amaneceres. Tan maravillosamente divina como para hacer una festividad al amor donde los amantes se regalan rosas y libros, caricias y besos. Fuerte, digna y orgullosa como para celebrar una derrota.

Fíjate, muchas historias intentan explicar tu procedencia, tu nombre. Yo me quedo, ya sabes de mi tendencia a lo épico, con esa vieja Leyenda que cuenta que Hércules tras cazar, por orden de Euristeo, al Jabalí de Erimanto intentó ayudar a los Argonautas a buscar el Vellocino de Oro, y que al pasar junto a estas costas mediterráneas perdieron la novena barca. Naufragó cerca de Montjuic y buscándola, buscando a la Barca Nona, descubrieron un lugar maravilloso, mágico. Tan, tan mágico que Hermes, (mensajero de dioses, dios del comercio y las artes) decidió fundar una ciudad a la que llamo Barcanona.

Ya ves, eres muchas cosas, pero nadie puede negar que eres una ciudad culta, de comercio, ciudad de artistas. (Será la influencia de Hermes) Una ciudad mestiza y revuelta. Flamenco y castellers, rumba y canço catalana. Gazpacho, migas, pa amb tomaquet, mongetes amb butifarra y potajes del sur. Paella de Jueves, Cerveza de Viernes, Vinito de Sábado tarde en buena compañía. Con mil idiomas y dos que parecen discutidos. Puerto mediterráneo de Europa camino a la meseta. Donde desembarcaban los piratas, donde embarcaban los sueños.

Un lugar al que volver, al que volver siempre. Calles en las que perder las estrellas y las horas. Ciudad donde nació mi hijo donde vio su primera luz y su primer beso.

No sé, hace mucho que me pierdo en tus avenidas, que me emborracho en tus bares, que lloró por alguno de tus rincones, que río en tus plazas, que disfruto de tu luz. El lugar ideal para ver la lluvia, las Pléyades y las lágrimas de San Lorenzo.

Ciudad, para echar de menos todos los besos que no me has dado, todos los rincones en los que no me has acariciado, todas las mentiras que hemos servido y que nos hemos tragado. Ramblas en las que quererte y no perderte jamás.

El futuro siempre está esperando en cualquier esquina, en cualquier portal, en cualquier sonrisa, en las derrotas y en los triunfos. El futuro, nos espera, al fin y al cabo, en cualquier lugar. Ves a saber muchos lo encontraran/emos en las calles de Barcelona.

Dice el maestro Sabina que Madrid es una ciudad invivible pero insustituible. Tú vieja señora, eres simplemente insustituible.

lunes, 21 de mayo de 2012

HAIKU

Miente un poco.
Vístete de sonrisa,
di que jamás mentiras.

jueves, 10 de mayo de 2012

PONTE GUAPA.



Ponte guapa para ti, y ponte guapa para mí. Ves a por ese vestido que tan bien te sienta, ese que se ajusta a tu piel y a los luceros que recorren tu espalda y tu pecho, debajo de el cúbrete con ese tanguita negro que va a juego con tus ojos, o mejor no te pongas nada. Cálzate con esos taconazos de mujer fatal, esos para pisar fuerte el frío asfalto y el gris hormigón en el que habitamos a diario.

Ponte guapa para mi, dúchate con agua fría y que las gotas heladas engalanen tus pezones y calienten tus muslos y el sur de tu ombligo. Píntate los ojos de guerra. Ojala esta noche veamos arder las calles y nacer sueños. Ya sabes, es posible que el mundo esté triste y gris que las alondras no quieran volver, y que los búhos ya no se enamoren de ellas. Tal vez duela que salven bancos y aprieten almas, pero lo cierto es que nos sobran motivos para reír y gozar. Hagámoslo.

Vístete de sonrisas y estrellas, que yo te desnudaré de orgasmos y lunas.

Ponte guapa, como si quisieras cortejar a este gato sin dueño en la oscuridad de la noche mediterránea. Ya me encargaré yo de pedir al amanecer que llegue tarde, porque esta noche es nuestra y no tenemos porque embridar pasiones ni pensar en nada más que en aquí y ahora. Hic et nunc que decían por el Lazio.

Ponte guapa, y aceites y aromas en la piel, que aún no es noviembre ni en el calendario ni en nuestras vidas.

La ciudad no parará de dar vueltas ni el azahar de desprender olor en los jardines de Córdoba, ni el tiempo dejará de correr y pasar, ni los amantes de mentir y amar. Pero nada de eso importa esta noche. Vístete para mi como más me gusta, ponte pocas y pequeñas alhajas, tal vez algún zarcillo regalado. Olvidemos lo aprendido y las normas.

Píntate las uñas de algún color oscuro, tal vez morado, quizás después tengan que arañar mi piel y mi pecho, o rasgar las malas cartas que en ocasiones reparten los dioses de la vida. Los labios, los labios da igual el color que pongas, no pueden ser más bonitos, y confieso que los morderé a la menor oportunidad. Pero píntatelos de amanecer.

Ponte algún perfume en el cuello, pronto lo recorrerá mi lengua y mis dedos.

Deja tu pelo suelto al viento, salvaje y libre, bravo y fuerte. No lo ates, ni recojas. No lo amarres con coletas ni recogidos. Que desordene las normas de la brisa que pasa entre las ebras de esa melena de leona. Ya ves, de ser más cursi te diría que lo engalanes con luciérnagas. Pero no le pongas nada. Tan sólo suéltatelo

Ponte guapa, y piel morena. No mires atrás, ni hacia ningún lugar que no sean mis ojos. Intentaré que te pierdas en ellos.

Ya ves. Siempre me gustaste femenina y hembra. Ponte guapa, aunque para hacerlo no es preciso nada de lo anterior, tan sólo sonríe con tu sonrisa de sol de verano. Esa que inunda allá por donde pasas.

lunes, 7 de mayo de 2012

TOCADO Y HUNDIDO. MICRORRELATO

Se entrenaban para estar muertos. No sabían cuanto tiempo hacia que se dedicaban a esa actividad. Recordaban vagamente un crujido sordo y hueco. Se esforzaban en no ver,  no sentir. Hacían esfuerzos por no recordar a sus seres queridos, ni las olas del mar, ni el embriagador sabor del vino. Indolente e imparable sonaba la orquesta  acompasando las ordenes del capitán. Los demás seguían sus indicaciones de entrenamiento; No respiréis. No mováis los dedos. No recordéis. Lo que ninguno recordaba es que hacia cien años que se hundió el barco y hacia cien años que estaban muertos bajo el mar.