Seguidores

martes, 1 de diciembre de 2015

HAY PENAS.



Hay penas que más que doler son la representación teatral de un pequeño disgusto, la pintura de un cuadro que pretende ser triste cuando en realidad no es más que la continuidad de un guión que parece preestablecer nuestras vidas. No sé!!, así como cuando pierde nuestro equipo o cuando no nos sale bien un proyecto que sabemos que podremos reemprender más tarde. 

Sin embargo, hay otras penas, las de verdad, que se enganchan en el alma que aprietan la sístole y la diástole, que hacen que perdamos el rumbo el norte y el timón.  Que viajan por las venas y las arterias entristeciendo todos y cada uno de los poros de tu piel. Penas que hacen que lluevan lagrimas en tu estomago por no rodar por tus mejillas.

Penas negras y oscuras como el hueco que se queda entre los dientes cuando la vida de un puñetazo te arranca un par de muelas. Penas rojo intenso como la sangre desperdiciada de tantos. Penas que son como esas despedidas de los seres queridos que sabes que no volverás a ver. Penas que te dejan una  fatiga en la espalda, esa fatiga que estará siempre enredada en tus vértebras, las que ponen canas, arrugas y vida a los años.

 Penas que oscurecen las mañanas y amargan las puestas de sol vespertinas del mediterráneo, que se instalan en ti como astillas clavadas fuertemente entre las uñas, y que aún arrancándolas dejan una indeleble cicatriz allá donde se han posado.


Hay penas que, en definitiva, te hacen más fuerte. Qué otro remedio queda?

7 comentarios:

  1. Llorar…llorar lo que haga falta, es necesario para purificar las heridas…y después, apuntar nuestra mirada allí donde se filtre una brizna de luz entre tanta oscuridad, a la que aferrarse para seguir adelante…
    Bsoss, amigo, un placer visitarte ;-)

    ResponderEliminar
  2. Gracias Ginebra, encontrarte en este. Lugar de mi hogar siempre es un motivo de sonrisas....

    ResponderEliminar
  3. "¡Ay, pena, penita, pena, pena!
    Pena de mi corazón
    que me corre por las venas, pena,
    con la fuerza de un ciclón.
    Es lo mismo que un nublao
    de tiniebla y pedernal,
    es un potro desbocao
    que no sabe dónde va.
    Es un desierto de arena, pena,
    es mi gloria en un pená.
    ¡Ay, pená! ¡Ay, pená!
    ¡Ay, pena, penita, pena!"

    ResponderEliminar
  4. Nada es eterno, ni siquiera el dolor. O al menos eso es lo que dicen.
    Las cosas buenas y la alegría he ilusión, llamarán cualquier día a la puerta de tu vida, y quizás no se queden allí para siempre, pero te visitarán de vez en cuando.

    Un besote.

    ResponderEliminar
  5. Pena es no poder mirar esos ojazos tan cerca que nuestros alientos se unan y nuestros labios se rocen...

    ResponderEliminar
  6. La pena es haber descubierto tus palabras a día de hoy.

    ResponderEliminar
  7. hay penas que se instalan a 8 cm por encima de tu cabeza y te acompañan a todos lados.
    cuando te despiertas abres los ojos y por un momento parece que se han ido pero al incorporarte ahí vuelve a estar. sutil , pero constante. Y pruebas a correr, a subir al monte mas alto de tu comarca , a comer chocolate , peo sigue ahí. Besos desde el rincón de las xanas

    ResponderEliminar