Seguidores

miércoles, 26 de agosto de 2015

SI TÚ PUEDES YO PUEDO.



Si tú puedes contar los pétalos de las margaritas yo puedo intentar que te digan siempre que si. Si puedes estirar tus manos a la hoguera yo procuraré que sus llamas te calienten sin quemarte. Si tú puedes cerrar los ojos cuando venga el viento del norte yo puedo procurar que este te impulse y no te haga caer. Vamos, entorna los ojos y deja que mientras ese viento te ayuda el sol alumbre tu rubio pelo.

Si tú puedes, yo puedo. Y si alguna vez no puedo déjame contar con el reflejo del increíble cristal azul de tus ojos, préstame un poco de tu fuerza, esa que te hace único. Cuando tú no puedas te prometo que aquí están mis manos, mi espalda y lo poco que sé de la vida.

Si tú puedes sacar del jardín de tu garganta la voz y la palabra que anida en tu pecho (tranquilo, chico de los ojos de fábula, te aseguro que no te la robará ninguna bruja mala) yo, que coño, puedo intentar no decir tantas palabrotas.

Si tú puedes reencontrar una y otra vez en tu corazón el coraje que nunca te ha faltado y en tus piernas las fuerzas para subir  las montañas más escarpadas yo puedo encontrar tras mi viejo esternón y en mis brazos el modo de  subirlas por si es necesario echarte una mano o dejar que subas apoyándote o cogiéndote en mis pies. Si tú puedes leer este texto, yo puedo encontrar libros de poesía que llenen de sueños tu sístole y de melodías tu diástole. Si tú puedes tener respuestas yo puedo tener siempre otra pregunta.

Si tú puedes llenar de años los finales de agosto yo puedo poner sabiduría en los principios de los otoños que vendrán. Si tú puedes menear tus alas sin tropiezos y mostramos la  luz de tus movimientos yo puedo intentar moverme sin enredarme en las mías. Si tú puedes dejarme un poco de tu fuerza yo puedo prestarte un mucho de mi esperanza.


En definitiva pequeño gran amigo; Si tú puedes yo puedo.

miércoles, 5 de agosto de 2015

HIC ET NUNC.


Aquí y ahora, con esta coordinación de dos adverbios, nuestros bisabuelos latinos que no tenían Mobil, gps ni buzón de voz en el que dejar tus deseos, pero si las mismas pasiones, las mismas ideas, los mismos anhelos, hablaban de la necesidad de olvidarnos de lo superfluo y poner nuestras fuerzas en lo importante. De vivir el momento, de respirar y disfrutar lo que está pasando. Lo que está pasando en este minuto, porque lo cierto amigos es que todo está pasando en este instante.

Ahora. Aquí y ahora sigue el tiempo. Tal vez en algún lugar alguien prometa una poesía que no va a escribir (sí, ya sé te debo una. Pronto la escribiré). Quizás, tras este mar que baña nuestras sonrisas, alguien fracase en su vida y alguien triunfe en su deseo de trepar a las trenzas de su amada. Allí y ahora es posible que alguien esté malgastando sus besos, y también habrá quien los guarde en una cajita de madera esperando mejor momento para darlos, momento que tal vez no llegue jamás. Ves a saber, incluso puede ser que alguien este dejando sus besos en tu vientre.

Aquí y ahora una luz empieza a nacer en tus sueños y mis labios sueñan con descansar en los tuyos.  Hilos de certezas se van convirtiendo en madejas de colores.

Ahora, muy al este de aquí se está poniendo el sol y la luna empieza a iluminar los ojos de una chica de sonrisa triste. Ahora, lejos de mi mediterráneo, o tal vez justo aquí, justo aquí y ahora, alguien encuentre a su príncipe azul. Ahora. Aquí y ahora esta pasando todo. Justo en este instante todo pasa bajo nuestros pies, ante nuestras manos, entre nuestros dedos. Ahora. Aquí y ahora muchos corazones palpitan al ritmo del tuyo y muchos desean despertarse con sus amados.


Aquí y ahora, en este segundo en el que el verano trae calor a nuestro pecho, sudor a los arañazos de tu espalda, momentos de juego y ganas de compartir alegrías está pasando todo. Y, amigos, justo ahora. Justo aquí y ahora todo pasa. Y, sobretodo.  Aquí y Ahora todo empieza.