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martes, 13 de julio de 2010

ERASE UNA VEZ

Erase una vez, hace muy muy pocos años, quizás ayer, quizás hoy mismo. En un reino muy muy cercano, quien sabe puede ser en este mismo valle, cerca de este mar, o incluso en tu aldea. Vivía una joven princesa. Ella era guapa, valiente y madre de dos pequeños príncipes que nacieron el mismo día porque así lo quiso el cielo y así lo deseo el destino.

No conocía a dragones, ni a los lestrigones de Kaváfis (quizás es que nunca miro realmente a su interior) es posible que se los hubiera encontrado cuando era más joven, pero de eso hacia ya algún tiempo. Se casó con un apuesto príncipe y a pesar de tener que sortear cada día los peligros que acechaban por las calles del reino vivían felices y en paz. Ambos conseguían las viandas y víveres necesarios para criar fuertes y sanos a sus retoños.

Un malogrado día su príncipe, antaño de manos fuertes y protectoras, de mirada dulce y enamorada, de carácter noble y encantador, se convirtió en un horrible ogro. Malvado, cruel y violento. Cada puesta de sol, cada salida de Luna llena o menguante, el ogro volvía a casa armado con su odio, con su rabia, con su olor a pócimas malolientes a el polvo con el que le cautivaba la dama blanca. Con el sentido y el sentimiento perdido pegaba a la princesa, incluso en ocasiones la violaba.

La princesa lloraba lagrimas de azufre, de dolor contenido e incontinente, con rabia, pero tenia una misión, muy importante. Tenia que salvar a sus jóvenes y prometedores príncipes, eran sólo unos niños. No debían de enterarse de nada. Poco a poco fue tejiendo una pequeña red de engaños, escondites del alma y de moratones del cuerpo para que nadie se diera cuenta de su dolor y sufrimiento.

Pero un día el Ogro malvado, fue muy lejos, y descargo su furia asesina y animal sobre los pequeños. La princesa no pudo más y fuerte como sólo son las hembras, se armó de valor, tomo a sus pequeños en brazos, una pequeña bolsa en la que introdujo raudamente lo imprescindible y huyó veloz escalera abajo, esquivando la bilis soltada por el Ogro malvado.

Luchó y luchó para conseguir que los pequeños gemelos tuvieran todo lo que necesitaban, pero no era fácil. La vida en ese reino era muy difícil. Era casi imposible recordar donde se escondieron los tesoros de la vida. El camino estaba lleno de obstáculos. No se rindió, encontró un nuevo hogar, y aunque el Ogro la buscaba ella conseguía esquivarlo. Se convirtió en una princesa guerrera.

Cada amanecer, con cada salida de sol y tras presentar la mejor de sus sonrisas a los dos pequeños y dejarlos al cuidado de la abuela -su propia madre, la que la cuido y advirtió sobre los ogros con capas y ropajes de príncipes encantados- se vestía su mejor armadura, la más elegante, y amarraba a su cintura su mejor arma, -un curriculum brillante forjado en el extranjero con el acero de horas y horas de sueño por dormir de lecciones aprendidas en universidades de países lejanos- y recorría su ciudad presentando sus credenciales ante tiránicos señores, escondidos tras mesas de madera y metal, tras pantallas y teclados, que miraban de arriba abajo su indumentaria y sus dotes y preparación, le disparaban el peor de los dardos envenenados de nuestro tiempo.
- Hay crisis, ya le llamaremos.
La lucha era dura, no se rendiría. Era una princesa guerrera, y su abuela no se rindió cuando tuvo que dejar su aldea, tras una guerra entre hermanos, para iniciar una nueva vida, y su madre no se rindió cuando tuvieron que luchar contra el reyezuelo que gano esa guerra que tomó el poder por la fuerza de las espadas. Ella tampoco se rendiría, ni los Ogros, ni los monstruos de la crisis podrían con ella.

Derrotada, al atardecer volvió a casa de Reina madre, que cansada jugaba con las dos pequeñas promesas. Volvió agotada, pero no rendida. Saludó a su madre, trago bilis y hiel, y sobretodo se trago su orgullo, abrió el cajón mágico que hay en la despensa de madre, tomo las viandas que precisaba para los pequeños, prometiéndose a si misma que devolvería todo aquello, volvió a casa, alimentó a los pequeños, los lavó con agua de manantial y lagrimas de esperanza, y mientras ellos dormían….. Ella soñaba.

Al día siguiente…..

20 comentarios:

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

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  2. Vaya Carlos, menuda historia pero no está acabada. No he conocido ninguna princesa guerrera pero las hay, las noticias me hablan de ellas cuando están muertas. Espero impaciente ese desenlace.
    Un beso wapo.

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  3. Este cuento, como todos, tendrá un final feliz. O eso deseo...
    Una historia enternecedora.

    Saludos.

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  4. Por desgracia, en mi profesión, veo muchas mujeres en esa situación y me gusta mucho cómo lo cuentas amigo, porque llega a aquellos que aún creen que son cuentos que les pasa a otras. ¡A ver como acaba!
    Un abrazo majo.

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  5. CARLOS,
    Que hermosa manera de llenar de ternura, casi te diría de una inocente ternura, un texto de contenido tan terrible.
    Sé que todo cuento tiene un final, pero recuerdo que cuando era pequeña y mi madre me leía, antes de que finalizara la lectura, yo le preguntaba -¿Acaba bien?-. No me gustaban los cuentos infelices.
    En tu relato prefiero no hacerlo. Es previsible el espanto-
    Un abrazo

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  6. Los dragones y los lestrigones nunca los vió, porque no los llevaba adentro.
    Hay tantos principes que se convierten luego en sapos!!.

    Y nada va a poder con esta mujer..nada.
    Un beso.

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  7. Bello cuento dedicado a mujeres guerreras de nuestra sociedad actual...aunque me dejas expectante ante el final inacabado.
    Mil besos y hasta mi regreso.
    Morgana.

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  8. Simplemente sublime.

    Aunque por desgracia, y en el día a día, las princesas acaban tan derrotadas que siempre encuentran un nuevo encanto al príncipe, a pesar de que el alcaide del reino (o su secretaria que hace números en la mesa de al lado) le dicen que hay vida tras la frontera, que prepare el hatillo ya que es el único recurso para sobrevivir.

    Y por otro lado la malvada hermanastra le tiende una trampa al Prícipe Valiente para que hinque la rodilla y librando ese tipo de batallas se nos olvidó que había otra en peligro...

    En fin Carlos. Una abslouta jodienda, si me permites usar tacos, es este curro algunos días.

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  9. A mí estas cosas me emocionan sobremanera y a la vez me ponen de una mala leche!!
    En fin, hay trabajos que son admirables, como el tuyo y además tienes la virtud de escribir como los ángeles jodido.

    Un beso y sigue luchando por todo eso.

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  10. Ciertamente, falta el final, quizás un nuevo príncipe, quizás una nueva oportunidad, quizás un mal desenlace, pero me quedo con la huída del castillo del ogro, ese ya es un final.
    Un abrazo y buen verano crack!

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  11. Al día siguiente...recibió la llamada que esperaba...

    No podía dejar de imaginar que no siempre los malos ganan y que cuando una persona tiene el corage de salir corriendo, debe encontrar una recompensa que no es más que un derecho de toda persona que, hoy más que nunca, se nos niega...
    Lamentablemente existen demasiadas princesas en este reino de ogros...

    Un besote enorme!!

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  12. Cuantas y cuantas madres tenemos ese cajón mágico en casa... Tenemos una fuerza que ni nosotras mismas sabíamos, pero es una pena tener que advertirlo de una manera tan cruel...

    Un beso!

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  13. AFRODITA. Linda la canción. Lamento haberte hecho derramar lagrimas.... si el mundo a veces es cruel y asqueroso. Pero, sabes? en ocasiones es maravilloso.

    ROSALIANM.- Lo cierto es que no tenia intención de continuar la historia y la considere conclusa al publicarla. Visto tu comentario, y el de otros, me estoy replanteando darle continuidad.... ya veremosq ue pasa.

    JAUROLEs.- No sé, ya veremos como acaba, yo peronalmente ahora mismo he tomado la decisión de continuarlo.

    NORMA SANTOS.- Sigue ayudandalas....

    BEATRIZ. Aún no sé como acabará. Pero sucede a veces que la vida es gris oscura y triste, pero a veces no... un abrazo.

    MÁRIA.- Eso espero, espero que nada pueda con esa/s mujer/s. un saludo.

    MORGANA.- Aquí te esperamos, nuestra guerrera y yo. A tu regreso espero que tengamos un final y ojala que feliz.

    FIEBRE. Claaaaaaaaaaaaaaro que te permito usar tacos. Aquí no hay más censura que la que tu quieras ponerte. Y el tema es para maldecir la vida una y mil veces para vomitar todos los exabruptos que se nos ocurran.

    PRINCESA.- Si, a mi también me pone de muuuuuuuuuy mala leche. En fin... seguiremos luchando, entre todos, cada uno en su escaloncitom para que esas cosas acaban en tristes recuerdos. un beso guapa. (gracias por lo de escribir como los angeles, me sonrojaré)ç

    JOSEP .- quizás, ves a saber. aunque es cierto ,la huida ya es un buen final. o tal vez un buen comienzo.

    CLARITA.-No, los malos no siempre ganan.... ni muchom enos.

    GATA NEGRA. la mayoría de las madres son/ys mucho más que hadas madrinas, mucho más que hadas buenas... nada mejro que un abrazo de mama.

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  14. Al leerte recordé al ogro que en su día dejé atrás, del que se huye pero nunca se logra escapar, lo se bien, muy duro es recorrer ese camino. A todas aquellas princesas les digo que ciertamente es muy duro, pero vuelves a ser princesa.
    Un beso Carlos, me gustó tu relato.

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  15. Hola cielo!!!

    Tú especial y delicada así como tierna forma de narrarnos una realidad como esta...te deja inexorablemente expectante ...nadie como tú para dejar en ascuas a tu gente....final feliz de cuento, pero segura estoy que el mensaje oculto o no oculto que vas a transmitir va a ser como poco de escalofrío....

    Una pregunta que es ser princesa??'....

    Una vez un amigo me dijo PRINCESA SIN CORONA...

    Un beso tan tierno como tu....gracias por devolvernos a la realidad....

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  16. Tienes que hacer que esta historia termine bien. Hay muchas "princesas" que necesitan saber que pueden lograrlo. Y a ver si se te ocurre alguna forma interesante de acabar con esos odiosos ogros

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  17. MIMOSA. Lamento haberte traido malos recuerdos. Me alegro que ese ogro quedara atrás.... un abrazo.

    RR.- Pues la verdad, no se muy bien que es ser princesa, pero si aceptamos que etimologicamente "princeps" debiene de primero, de principal, podemos deducir que todos somos principes y princesas para alguien. Todos tenemos alguna persona "principal" en nuestros corazones.
    Si continuaré el cuento, no se como pero me habeis animado a hacerlo así que en cuanto se me ocurra el final lo compartiré. Un beso.

    LA YOLI.- Ojala entre todos, poco a poco, ( o mucho mejor deprisa ) conseguimos acabar con este tipo de impresentables.... No sé como acabará. de hecho no tenia intención de escribir nada más de, la ya, nuestra princesa guerrera. Algo se nos ocurria, algo crudito y real como la vida misma.
    un beso

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  18. Me gusta cuando veo entradas como estas donde se socializan los malos tratos, para que la gente los repudie, y para que la gente sepa que el silencio hace más daño que el propio puño en la cara.

    El silencio hace cómplices a los demás.
    Besito

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  19. ¡Olé por tu entrada! y ya +veo que es posible que siga...... me gustaría que tuviera, por una vez, un final de princesa. Besos Lola

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  20. eso de lllorar lagrimas de azufre me suena...
    son esas que al salir te queman la cara y los ojos...
    todavia las lloro de cuando en cuando...
    que pasará al dia siguiente?...

    un abrazo carlos

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