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jueves, 17 de diciembre de 2009

NATALIS SOLIS INVICTI

Qué más da si crees en el hijo de un Dios asesinado, que vino a la tierra para purgar tus pecados, que vino para compartir su carne y su sangre?
Qué más da si celebras el solsticio de invierno, y crees que esto no es más que una adaptación de antiguas fiestas en honor a viejos dioses del sol, paganos, y olvidados, como Huitzilopochtli, Apolo, Inti o Frey (este último, por cierto, responsable de los arboles de navidad tal y como los conocemos hoy, -otra historia que ya contaremos- )
Qué más da si en casa pones un árbol de verdad, o de plástico, repleto de bolas de colorines y orlas brillantes, o un Belen o no pones nada?
Qué más da si, en un alarde de soberbia intelectual, intentas discernir si Jesús nació el 25 de diciembre como creen algunos católicos, o el 7 de enero como argumentan algunas iglesias ortodoxas, o por primavera siguiendo las ideas de Lucas 2.8, o si entre el follón de calendarios gregorianos y julianos no tengamos ni puta idea de cuando nació la criatura? ¿tanto importa?
Qué más da si no crees en nada?
Qué más da si Dios, Ala o la madre de ambos existieron?
Qué más da si te agobian las cenas familiares, llenas de falsedad, hipocresía y de las caras agrias de siempre, repletas de sonrisas malpagadas? Si tanto te estresan y tan poco te gustan no vayas.
Qué más da si no te agradan lo más mínimo las cenas de trabajo, con compañeros con los que no te hablas, y con capullos con los que no compartirías ni un vaso de agua? Si tan desagradables, insulsas y poco provechosas te parecen no vayas.
Qué más si crees o no en Dios, si te parece una fiesta meramente comercial, si te aburre o si te parece despreciable, o si te divierte, o si te gusta o si no?

Quizás lo importante sea que en estas fechas, por la circunstancia que sea, nos deseamos FELICIDAD, nos damos unos besos, nos acordamos de gente que hace tiempo que no nos acordamos. Y desear felicidad y bienaventuranzas a la gente que queremos mucho, a la que queremos poco, a la que simplemente queremos, a los que tenemos aprecio o a los que simplemente conocemos, no puede ser malo, digo yo.
Nos sirve de perfecta excusa (y si, no nos engañemos a veces hacen falta ojala no, pero a veces si) para hablar con ese amigo con el que hace tiempo que no hablamos, con ese familiar con el que hace lustros que no nos comunicamos. Si es como pretexto y no como obligación pues bienvenida sea la excusa.

Retomando el tema bíblico, que parece que en estas fechas es tan apropiado como el reagge en Verano o las castañas en otoño, os pongo un fragmento de Eclesiastés, que mira tu a mi me hace su gracia.


Un momento para el duelo
y un momento para la fiesta.
Un momento para abrazarse
y un momento para separarse.
Un momento para intentar
y un momento para desistir.

Aprovecho las fechas, la excusa, para desearos a todos muchos momentos de fiesta, y pocos de duelo (cuando haya que dolerse que pase rápido…) mucha felicidad, abundancia, que las separaciones, si las hay, sean para bien y por supuesto muchos abrazos.

Mientras tanto, un año más sigue pasando, siguen cayendo –así en gerundio- los granos de arena del reloj de nuestras vidas, un granito más caído, un año más pasado. Que pena que a ese reloj de arena no podamos darle vuelta. Intentaremos alargarlo.

5 comentarios:

  1. El porqué no lo se, pero las Navidades son algo entrañable. Lo importante para mi, es estar con mis cuatro hijos y sus parejas que no consigo reunirlos nunca a la vez. Haré muchas fotos y mis hijos protestarán y dirán que soy una pesada, pero luego todos las quieren en sus ordenadores. Y se me olvidaba comentarte que a la cena de Nochebuena siempre invito a mi ex para que cene con sus hijos.
    No busco mucho de estas fiestas...... lo que voy a tener es más que suficiente para hacerme un ratito feliz. Un abrazo y que se cumplan tus deseos. Lola

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  2. Igualmente, Lola, que se cumplan nuestros deseos y los de nuestros seres queridos.

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  3. muy buena tu entrada, buenísima....pero a estas alturas no procede casi el comentario, buena deja que piense...tal vez sí...

    Sucede que a veces, sin más y sin menos , uno se encuentra una entrada como esta y decide saludar , besar, abrazar y desear...cosas buenas a la persona que lo escribe...

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