En psicología se emplea, creo, el termino ambivalencia para definir esos estados de animo, momentáneos o permanentes caracterizados por la coexistencia de dos sentimientos o emociones opuestos. Y no sé a vosotros pero a mi me da la sensación que la vida casi siempre transcurre entre, aparentemente, sentimientos opuestos.
Y ya me gustaría a mi que eso no fuera así, y tener las cosas claritas como el agua que abaja del monte, pero eso no me pasa.
Creo que siempre andamos de puntillas entre las dos caras de la misma moneda saltando de un lado a otra de ellas sin aparente sentido ni razón, entre la virtud y el vicio. Entre mi ahora y tu nunca, mi luego y tu adiós. Los relojes y las cuchillas del tiempo.
Entre lo poético de tus besos revoloteando en mis canas en las noches de verano de las perdidas Pléyades y lo prosaico de la cotidianidad del millón trescientas cincuenta y cuatro mil obligaciones que nos encadenan a un despechado despacho, a un ordenador o a algo peor.
Entre la vulgar mediocridad del primer café puntual de primerísima hora de los lunes de mañana que dará paso a los repetidas gestos nuestros de cada día y la genialidad del roce de tu mejilla fisurando mis fuerzas y agigantando la avidez de mi boca.
Belen Esteban y Rita Haywort.
Nuestra sangre roja, bombeado por un corazón orgulloso de latir al lado izquierdo de nuestro esternón, indignada en su galope por nuestras venas por las desigualdades de los que jamás debieron dejar de ser iguales y nuestra cartera fuertemente guardada y encadenada en nuestro bolsillo derecho y que no siempre se cuestiona como se llena.
Entre aprender de nuestras derrotas y desapetencias o enmascararlas de triunfos, de aquellos exitos que nunca tendremos.
Entre dedicar el tiempo observando el acompasado vuelo de las golondrinas de las primaveras mediterráneas y ceñir nuestras vidas a su imprevisible vaivén o perderlo golpeando el insensato ordenador del laboro diario.
Entre el hogar y el camino. Entre las luces que alumbran tu vida y las oscuridades que divierten tu alma.
Entre ser el hombre más fuerte y duro sin queja ni dolor o mostrarte descarnadamente mi debilidad, dejar que soples mis heridas.
Y ya me gustaría a mi que eso no fuera así, y tener las cosas claritas como el agua que abaja del monte, pero eso no me pasa.
Creo que siempre andamos de puntillas entre las dos caras de la misma moneda saltando de un lado a otra de ellas sin aparente sentido ni razón, entre la virtud y el vicio. Entre mi ahora y tu nunca, mi luego y tu adiós. Los relojes y las cuchillas del tiempo.
Entre lo poético de tus besos revoloteando en mis canas en las noches de verano de las perdidas Pléyades y lo prosaico de la cotidianidad del millón trescientas cincuenta y cuatro mil obligaciones que nos encadenan a un despechado despacho, a un ordenador o a algo peor.
Entre la vulgar mediocridad del primer café puntual de primerísima hora de los lunes de mañana que dará paso a los repetidas gestos nuestros de cada día y la genialidad del roce de tu mejilla fisurando mis fuerzas y agigantando la avidez de mi boca.
Belen Esteban y Rita Haywort.
Nuestra sangre roja, bombeado por un corazón orgulloso de latir al lado izquierdo de nuestro esternón, indignada en su galope por nuestras venas por las desigualdades de los que jamás debieron dejar de ser iguales y nuestra cartera fuertemente guardada y encadenada en nuestro bolsillo derecho y que no siempre se cuestiona como se llena.
Entre aprender de nuestras derrotas y desapetencias o enmascararlas de triunfos, de aquellos exitos que nunca tendremos.
Entre dedicar el tiempo observando el acompasado vuelo de las golondrinas de las primaveras mediterráneas y ceñir nuestras vidas a su imprevisible vaivén o perderlo golpeando el insensato ordenador del laboro diario.
Entre el hogar y el camino. Entre las luces que alumbran tu vida y las oscuridades que divierten tu alma.
Entre ser el hombre más fuerte y duro sin queja ni dolor o mostrarte descarnadamente mi debilidad, dejar que soples mis heridas.
Soy la primera!!! y después de leer tú post creo que tengo todos los boletos comprados en el sorteo donde repartieron la ambivalencia.
ResponderEliminarPero es que cómo bien dices nada es blanco ó negro casi nunca y generalmente nos perdemos en los matices.
Muy buena la entrada jodido.
Un beso.
Creo firmemente que la ambivalencia es mi estado natural.
ResponderEliminar( Et deixo una cançoneta, sens dubte una de les millors lletres que he escoltat últimament en català http://www.youtube.com/watch?v=s5aS9Ld74h8)
Petons!
Y que razón tienes Carlos, porque somos seres cambiantes y no estáticos en pensamientos, flexibles y no inamovibles. Y tu descripción sobre esa dualidad es un discurso lleno de belleza. Ese tercer párrafo es poesía.
ResponderEliminarUn beso amigo.
Yo siempre lo digo que entre el blanco y el negro hai infinidad de clores y siempre podemos ver las cosa con diferentes matices, pero llegar a un punto de entendimiento.
ResponderEliminarMUY BUENA TU ENTRADA GUAPO!!!!!!!!!!!
BESAZOS DE COLORINES!!!
Así soy yo también y así me siento hoy especialmente.
ResponderEliminarLos lunes son el peor momento para este estado que a los humanos nos oseey nos penetra.
ResponderEliminarLo describes en momentos sublimes y oeticos pero yo me quedo con Rita y Belen eso es dualidad
Besos y que le semana te sea leve
Carlos,por suerte las cosas no son de un sólo color,siempre hay matices y que sigan existiendo,si no fuera así ,no existiríamos muchos de nosotros.
ResponderEliminarBesotes.
Morgana.
Totalmente de acuerdo contigo. Prefiero que las personas se me muestren sensibles y humanas y soplarles las heridas; a los seres prepotentes.
ResponderEliminar¿Te imaginas una vida donde todo estuviera decidido, y no pudiéramos elegir?.
Lo bueno de la ambivalencia es que tenemos la libertad de equivocarnos; lo malo es la perpetua duda.
Muchos besos en tus heridas.
He ahí la cuestión: Buscar el equilibrio, siempre tan dificil de conseguir....
ResponderEliminarSaludos amigo.
Estoy con Claudia
ResponderEliminarTodos hemos tenido momentos ambivalentes...¿verdad Carlos? Pero no todos lo describimos tan bien como tú...Vamos, que y diría; Joer...que asco de dudas...je,je...
ResponderEliminarUn abrazo ojazos. (mira, hasta me ha rimado)
Eso es la vida querido Carlos. Una balanza desequilibrada.
ResponderEliminarEn nosotros está la capacidad para disfrutarla, buscar ese equilibrio tan escaso, pero no imposible. Soy positiva y creo en el ser humano. Aunque no dejo de reconocer que hay muchos "insectos" que intentan arrebatarnos la esperanza.
Muy bueno tu post. Siempre tan reflexivo.
Un abrazo-
Creo que ninguno de nosotros podemos decir que bailamos siempre a un mismo son.
ResponderEliminarCreo que el kid de toda cuestión está en equilibrar todos estos sentimientos contradictorios e intentar no hacerlos el centro de nuestra existencia...
Me ha encantado Carlos, un besote enorme, cuidate y felíz fin de semana
Así es, así somos, y por la parte que me toca, encantada de serlo. Imagino que siempre hay quien presume de ideas claras, caminos y metas fijas, pero yo creo en ese aleteo de la mariposa, que puede hacer cambiar en una milésima de segundo nuestro camino. Somos inconstantes, la vida es inconstante, y nosotros no somos más que peonzas girando alrededor de ella. Hoy estamos en la cima de una montaña, y mañana en lo más profundo del abismo. Siempre deambulando entre la luz y la oscuridad, entre lo que la mente nos dicta, y el corazón nos hace sentir. Hoy reímos de la vida, somos fuertes y seguros, y mañana, lloramos desvalidos…
ResponderEliminarEncantada una vez más de leerte,
Bsos
Claro CARLOS...al menos la mia, con mucha frecuencia sucede asi....
ResponderEliminarVoy a sobresalir de tu real relato...la facilidad de verbo, la hilazón y exposición, que tan espontaneamente te sale, tu lexico, y tu naturalidad al exponer....no sé xq , hoy es lo que me ha hecho sentir y apreciar tu CRUDITO Relato...un besazo, AMIGO
Pues yo creo que el secreto está en hacer de las cosas que parecen mediocres, momentos tambien de disfrute.
ResponderEliminarY sobretodo disfrutar de todos los trayectos y darle la vuelta a todo. Se puede!!
Un abrazo.
Es así, nos dejamos los ojos ocho horas al día ante un ordenador para podernos comprar unas gafas de 300 euros y así ser felices por poder llevar unas gafas a la última. Nos partimos los cuernos cada día en un despacho para hacer feliz a una cuenta corriente desobediente. La ambivalencia es sana, a mi entender. Gracias a los buenos momentos podemos relativizar los malos y de los malos extraemos que cualquier cosa diferente puede ser mejor. Para ser feliz hay que haber sido infeliz; para ser infeliz tan solo hace falta proponérselo.
ResponderEliminarBrindo por la felicidad.
Si vis pacem para bellum!
Y porque que elegir? el camino intermedio a veces es bueno y sirve tambien. O porque no disfrutar de las emociones opuestas? Hay que dejarse llevar a veces. Los sentimientos encontrados son una putada pero nos hacen sentir vivos...
ResponderEliminarUn beso y buen finde :)
Estoy con la Yoli (que está con Claudia) y no es que estemos los tres juntos en el mismo lugar (ambivalencia del sentido "estar")..
ResponderEliminarLa vida es blanca o negra, no hay grises, los grises somos nosotros..
abrazo (y tambien lo contrario)
druida
Efectivamente, Carlos, yo también creo que la vida transcurre entre sentimientos opuestos ante las mismas personas, hechos, lugares o cosas. Todo depende, efectivamente, de ese estado de ánimo que, en función de él, regirá nuestros pensamientos.
ResponderEliminarUn besazo desde mi Jardín.
PRINCESA. Me alegra que te gustara la entrada. Respecto a los boletos, creoq ue dejaste por ahí la mitad y los rocogi yo. Un beso wapa.
ResponderEliminarLUCIERNAGAS: La cançó molt bonica, m'ha agradat molt. jo un cop vaig escriure una cosa així com: "amb el fil verd dels meus ulls remendaré les ferides que he deixat en el teu cor." no sé, la cançó me l'ha recordat. Un petó.
ROSALIANM. Tanto como poesía, no sé, no sé. quizas sea una atribución que me queda muy arrriba.
AMOR. Toda la razón del mundo, besos de colores clar que si
CLAUDIA. pues una casualidad que te sintieses así al lleer mi entrada, que linda casualidad...
CUARENTAÑERA. Eso espero que la semana sea leve y encontrar más a ritas que a belenes jajaja
MORGANA. Besazos allás donde ma´s falta te hagan.
DUNA. recibo los besos y me los guardo por aquí.
JAUROLES. Saludos amigo.
LA YOLI. Jooooooooooooo estate conmigo también jajaja. un beso
NORMA SANTOS. Es cierto ha rimado jajaja, un beso norma.
BEATRIZ. Toda la rázón amiga, una balanza en la que es dificilisimo encontrar el equilibrio
CLARITA. Me cuidaré claro que si. un beso.
GINEBRA, encantado una vez más de que me leas, de que continues mis reflexiones acompañandolas de las tuyas...
RR. Un beso Rosa roja.
MARIA, claroq eu se puede en eso estamos con la mejor de nuestras sonrisas tapando los momentos de tristeza.
JOSEP, siempre a sido así, y supongoq eu siemrpe lo será. Ovo usque ad mala.
GATA NEGRA. y porque no elegirlo todo? un beso.
DRUIDA. se me ocurren cosas peores que estar con yoli y con claudia jajaja. un saludo.
ROSAIDA. Un besazo a tu jardín. claro y directo sin ambivalencias....
Pues yo creo Carlos que la ambivalencia es buena, creo que lo vulgar del dia hace que los momentos buenos los estés esperando con ansia y cuando llegan los disfrutes más. Si todo fuera bueno bueno llegaría a ser monótono. Y yo no quiero eso. Pero de todas formas, te diré que yo encuentro ya todos los momentos más o menos buenos, y es porque la vida ya no me depara demasiadas sorpresas.
ResponderEliminarTe leo muy a gusto. Un abrazo Lola
Entre tu y yo, jeje... la verdad es un puente con dos direcciones, con arriba y abajo, con dos lados..
ResponderEliminaren fin, un lío.
Un beso, cielo.
Natacha.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarAsí somos, bellamente, y también complicadamente contradictorios ;-) Estupendo y poético texto (esto no encierra contradicción :-D).
ResponderEliminarBesos de pantera.