Todos/as las que seguís estas palabras, que preferiría susurrar al viento pero que acabo golpeando en un teclado, que me gusta la fotografía. Uno de mis fotógrafos preferidos de esos en los que me gusta mirarme, y mirar sus fotos a pesar de la aplastante certeza de que la mejor de mis fotografías jamás estará a la altura de la peor de las suyas, a los que les tienes sana envidia (suponiendo que pueda serlo) es Gervasio Sánchez. Un fotoperiodista que ha retratado la ignominia del ser humano en casi todos los rincones de este maldito, maltrecho e injusto planeta.
Este mes se inaugura en Santander una exposición suya sobre el conflicto en Sierra Leona. Si, ese lugar de África que parece no existir en el mapa. Sumido, a pesar de los muchos intentos de paz, en una guerra civil perenne que se niega a acabar desde hace tanto, tanto tiempo que parece que, efectivamente, nunca vaya a acabar. Ese lugar del que vienen los diamantes…. Sniff snifff.
Es una exposición que se realiza para apoyar y ayudar al “proyecto caballero”, nacido del trabajo del misionero Javeriano Chema Caballero. Y con el objetivo de intentar rescatar a estos Ángeles tatuados, a esos pequeños muertos en vida. Rehabilitar a esos niños soldado. Lo cierto es que me gustaría, y mucho, ver la exposición. Desgraciadamente no podré ir a verla, circunstancias personales que no vienen a cuento, me lo impiden…
Yo admito que no puedo abstraerme de esas desagradables desgracias que van pasando, que vamos haciendo que pasen por el mundo. Si bien nuestro mundo está más cerca de Marte que de esos lugares y es muy cómodo. Alejado de esos países, de esa oscura suciedad que se lava con el refulgente brillo de diamantes lucidos en nuestras fiestas.
Pienso en esos niños y niñas. Vacíos. Vacíos de todo, de toda esperanza. Acostumbrados/as a vivir atrocidades, que no me apetece golpear en el teclado ni tan sólo escupirlas al aire. Barbaridades que nosotros somos incapaces de concebir ni tan siquiera en nuestras peores pesadillas. Como llenar esos huecos de pozos sin fondo y sin deseos que quedan en el alma de los niños soldados, de las niñas putas para dar descanso a guerreros que jamás debieron de serlo?
Saber que, probablemente, no podamos hacer nada no aparta el picor que queda en la piel tras la certeza de que la trayectoria de una bala será la que marque el camino de los destinos de muchos niños y niñas (y adultos). A los que les han robado el juego y les han engañado a los cromos, cambiándoselos por bombas colgadas a sus pequeñas cinturas.
Niños/as en los que su mayor aprendizaje es buscar escondites para evitar los proyectiles escupidos por quien debería de ser su compañero de juegos, en un paraíso en el que los milagros son sólo el llanto de un eterno anochecer siempre con luna nueva, siempre con nubes grises, siempre sin estrellas llenos de heridas del cuerpo, del alma, del espíritu. Heridas que jamás podrán sanar, que a duras penas podrán cicatrizar.
Niños/as sin mas compañeros de viaje que un Kalasnikof y el enorme silencio en el talud yermo de sus perdidas almas sin alma. Quizás no les quede ni la esperanza. Tan sólo un pequeño pellizco de fe, de fe en ti, en mi, en un mundo que no conocen. Nudos gordianos de dolor que deberíamos de intentar deshacer, cada uno desde donde esté, cada uno desde donde pueda, como pueda.
Cuando a Gervasio Sánchez de dieron, por sus fotografías, el premio Ortega y Gasset hace un par o tres de años, dijo en su discurso de puntos sobre ies algo así como “ Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad” Y creo que eso debemos de hacer; perseguir la felicidad, la nuestra, la de todos. No sé, llamarme iluso o soñador, o que desde este lugar con aire acondicionado y calefacción es muy fácil ponerse una capa de solidaridad o de hipocresía pero, y hoy que está tan en boga hablar de economía, me gustaría recordar algo que dijo Martin Luther King “me niego a creer que el banco de la justicia está en quiebra” Yo creo, personalmente, que está en quiebra, desahuciado y en banca rota, pero y si no lo está? Y si invertimos en ese banco? Y si lo reflotamos?
Este mes se inaugura en Santander una exposición suya sobre el conflicto en Sierra Leona. Si, ese lugar de África que parece no existir en el mapa. Sumido, a pesar de los muchos intentos de paz, en una guerra civil perenne que se niega a acabar desde hace tanto, tanto tiempo que parece que, efectivamente, nunca vaya a acabar. Ese lugar del que vienen los diamantes…. Sniff snifff.
Es una exposición que se realiza para apoyar y ayudar al “proyecto caballero”, nacido del trabajo del misionero Javeriano Chema Caballero. Y con el objetivo de intentar rescatar a estos Ángeles tatuados, a esos pequeños muertos en vida. Rehabilitar a esos niños soldado. Lo cierto es que me gustaría, y mucho, ver la exposición. Desgraciadamente no podré ir a verla, circunstancias personales que no vienen a cuento, me lo impiden…
Yo admito que no puedo abstraerme de esas desagradables desgracias que van pasando, que vamos haciendo que pasen por el mundo. Si bien nuestro mundo está más cerca de Marte que de esos lugares y es muy cómodo. Alejado de esos países, de esa oscura suciedad que se lava con el refulgente brillo de diamantes lucidos en nuestras fiestas.
Pienso en esos niños y niñas. Vacíos. Vacíos de todo, de toda esperanza. Acostumbrados/as a vivir atrocidades, que no me apetece golpear en el teclado ni tan sólo escupirlas al aire. Barbaridades que nosotros somos incapaces de concebir ni tan siquiera en nuestras peores pesadillas. Como llenar esos huecos de pozos sin fondo y sin deseos que quedan en el alma de los niños soldados, de las niñas putas para dar descanso a guerreros que jamás debieron de serlo?
Saber que, probablemente, no podamos hacer nada no aparta el picor que queda en la piel tras la certeza de que la trayectoria de una bala será la que marque el camino de los destinos de muchos niños y niñas (y adultos). A los que les han robado el juego y les han engañado a los cromos, cambiándoselos por bombas colgadas a sus pequeñas cinturas.
Niños/as en los que su mayor aprendizaje es buscar escondites para evitar los proyectiles escupidos por quien debería de ser su compañero de juegos, en un paraíso en el que los milagros son sólo el llanto de un eterno anochecer siempre con luna nueva, siempre con nubes grises, siempre sin estrellas llenos de heridas del cuerpo, del alma, del espíritu. Heridas que jamás podrán sanar, que a duras penas podrán cicatrizar.
Niños/as sin mas compañeros de viaje que un Kalasnikof y el enorme silencio en el talud yermo de sus perdidas almas sin alma. Quizás no les quede ni la esperanza. Tan sólo un pequeño pellizco de fe, de fe en ti, en mi, en un mundo que no conocen. Nudos gordianos de dolor que deberíamos de intentar deshacer, cada uno desde donde esté, cada uno desde donde pueda, como pueda.
Cuando a Gervasio Sánchez de dieron, por sus fotografías, el premio Ortega y Gasset hace un par o tres de años, dijo en su discurso de puntos sobre ies algo así como “ Les aseguro que no hay nada más bello en el mundo que ver a una víctima de la guerra perseguir la felicidad” Y creo que eso debemos de hacer; perseguir la felicidad, la nuestra, la de todos. No sé, llamarme iluso o soñador, o que desde este lugar con aire acondicionado y calefacción es muy fácil ponerse una capa de solidaridad o de hipocresía pero, y hoy que está tan en boga hablar de economía, me gustaría recordar algo que dijo Martin Luther King “me niego a creer que el banco de la justicia está en quiebra” Yo creo, personalmente, que está en quiebra, desahuciado y en banca rota, pero y si no lo está? Y si invertimos en ese banco? Y si lo reflotamos?
Eso es lo peor de las guerras Carlos,el sufrimiento de miles de niños a los que se les ha despojado de toda su niñez e inocencia.
ResponderEliminarMil besos.
Algo podemos hacer, cada cual con sus posibilidades. Hacer, para denunciar, fotos, escribir para denunciar (como tú), inscribirse en organizaciones humanitarias.. imagino que menos cruzarse de brazos, todo vale. Un beso.
ResponderEliminarNo podemos rendirnos para que el mundo sea un lugar mejor y la frase de Luther king es acertada así que luchemos como podamos, según nuestras posibilidades. Cruz Roja está haciendo una gran labor y algo sencillo sería colaborar. Como dice Nieves hay que hacer algo. Muy buena entrada Carlos, muy solidaria.
ResponderEliminarUn beso wapo
Supongo que si todos lo intentaramos seguro que ¡¡PODEMOS!!, el problema es que hay demasiada gente interesada en que las cosas sigan cómo están y cuando se lucha contra gigantes, la victoria es muy dificil de conseguir, pero quien sabe, quizás algún día, entre todos, lo consigamos. Seguro que tú lo consigues. Un beso. Gracias por tu comentario de ayer y por devolvernos de vez en cuando al mundo real, a ese que olvidamos casi siempre y que fingimos que no existe.
ResponderEliminarCarlos te invito a bailar...¿Vienes?
ResponderEliminarCreo que cada uno tiene la obligación moral de poner su granito de arena dentro de sus posibilidades, creo que podemos cambiar las cosas.
ResponderEliminarHay que ser optimistas, puede que falten muchos años, pero las crisis tienen algo bueno en este sentido, son un auténtico revulsivo para el pensar y el reflexionar del por qué de las cosas. Quizás nos ayuden a comprender que el ritmo de vida acelerado que llevamos sólo conduce a una muerte acelerada.
Besito
Las sociedades actuales viven enjauladas entre barrotes de egoísmo, orejeras de burro, capas de cobardes, ignorancia, miedo a sentir, incapaces de mover un dedo.
ResponderEliminarMenos mal que de vez en cuando, alguien grita para recordar, alguien aporrea un teclado, otros echan fotos para que recordemos que todo esto es real y nosotros falsos.
Un abrazo
A veces colaborar es algo tan sencillo como no olvidar. ¿Cómo perseguir la felicidad después de percibir tanta maldad en el mundo? El dolor y la calamidad ajena a veces nos engulle pero hay que seguir viviendo y colaborando con los que tiene una realidad distinta a la nuestra. El ser humano tiende a olvidar la desgracia ajena. Es una de tus mejores entradas Carlos, la más bonita para mí.
ResponderEliminarUn abrazo majo.
"...Niño sin nombre, de amanecer maduro,con soles que marchitan el reloj de tu infancia..."
ResponderEliminarEs parte de un video que hice hace ya un tiempo"Canción de cuna para un niño sin nombre"
(está en el apartado Mis videos en mi blog).
Y coincidimos en el estremecimiento que nos produce esa infancia de esqueletos con el alma crecida.
Buena opción la denuncia, aunque sólo sea un granito de arena-
Un abrazo desde la solidaridad ante la injusticia-
Hay muchas injusticias, demasiadas, pero cuando las víctimas son niños siento que se me parte el alma. Admiro a todas aquellas personas que colaboran por causas justas, aquellas que dan el primer paso para avanzar por el camino de un mundo mejor, llevando de la mano a personas inocentes en busca de una nueva vida, una vida con dignidad.
ResponderEliminarYo colaboro modestamente con una ONG y además trabajo en un centro de ocio educativo para niños y jovenes en los que potenciamos la integración, el respeto, la ciudadania,la familia y creo que debemos cuidar a las nuevas generaciones, porque ellos no deben pagar por nuestros errores, por nuestras debilidades, por nuestras ambiciones, ellos no.
Petonets i gràcies per la reflexió.
MORGANA.- Totalmente de acuerdo. Si, claro que bailo contigo.
ResponderEliminarNIEVES. si, poco a poco iremos haciendo de esto un lugar algo mejor. Supongo...
ROSALIA. un beso wapa, y si, una vez más y como tantas veces tienes razón.
PRINCESA. Si el mundo real existe, y todos nosotros somos muy afortunados... y tienes razón entre todos PODEMOS. calro que sí.
MARIOLA. quizás sea así. INCH ALA.
JOSEP CAPSIR. poco a poco...
NORMA SANTOS. Espero seguir haciendo entradas que te gusten... Tu desde tu trabajo, seguro que pones uno y dos y tres y más granitos de arena para que todo funcione algo mejor.
BEATRIZ. HE visto tu video, precioso y la musica... no podias haberla elegido mejor.
un beso wapa.
LUCIERNAGAS. DE res. suposo que entre tots i amb el convenciment que un món millor és possible acabarem aconseguint-ho
Si creer en la justicia, en la felicidad, es de ilusos. Sin duda yo lo soy. Me uno a tu grito Carlos.
ResponderEliminarSaludos.
Bueno, yo hace años intenté colaborar con una organización que se supone que ayuda en situaciones como esta y en tan solo dos días tuve que irme asqueada de los abusos. He de reconocer que me sentí tan decepcionada y convencida de que no podía hacer nada que he intentado ignorar estos hechos que ocurren tan lejos y me he preocupado más por lo que ocurre aquí. Pero quizás esté equivocada... no sé
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMe encantó tu baile.
ResponderEliminarBesos.
Me ha llegado al alma. Si supiera como donde y cuando, allí estaría. Que podemos hacer? como con Haití y eso es muy poco. Palabras y palabras que luego se nos olvidan, pero yo no quiero olvidar y si supiera que me puedo traer por algún año a un niño de estos y hacer que estudie, que juegue, que olvide y cure sus heridas, te juro que lo haría. Lola
ResponderEliminarMis ojos celestiales, que pedazo entrada has metido hoy.
ResponderEliminarCreo que el pueblo unido en masas tiene mas poder que cuatro politicuchos. Que si no hacwmos la vista gorda y miramos para otro lado, esta en nuestras manos el conseguir aquello que nos propongamos, las guerras no son por el bien de los ciudadanos, son por el interes de los politicos-
Lo mas valioso que tenemos en nuestra vida, es la infancia, si caresemos de ella o esta se ve afectada por una situacion dolorosa, eso marcara el resto de nuestras vidas y aunque tu cara lleve una sonrisa de oreja a oreja, tu corazon esta parcheado por el dolor y la decepcion.
Besazos cielo!!!!!!!!
Carlos, tienes mucha razón. Pero me revela la frase "no podemos hacer nada". Pues, no sé.
ResponderEliminarTal vez yo sola no pueda hacer nada, pero todos unidos, ¿tampoco podríamos hacer cosas?
Yo me niego a creer que no se pueden solucionar algunas cosas, o al menos mitigarlas.
La felicidad es muy relativa, y muy personal.Pero debemos ayudar a lograrla, ¿no te parece?
Muchos besos y cariños.
Hola Carlos, gracias por tu visita y por la canción, si que me gustó.
ResponderEliminarBuen final para la princesa, seguramente resurgirá como el ave fénix, todas de un modo y otro lo conseguimos.
Con respecto a lo que hablas en tu nueva entrada, habrían tantas cosas que decir con respecto a tantas y tantas injusticias que no acabaríamos nunca. Pero cierto es que cada cual desde su posición algo puede hacer, no digamos que es un imposible, lo poco en estos lugares se hace mucho.En ello estamos, supongo, todos aquellos que tenemos conciencia. Si seguimos sumando algo tendrá que cambiar, en ello confío.
Y sí, al fin y al cabo el amor es lo que nos mueve, lo que nos hace personas, lo que definitivamente nos llevamos, lo mejor, lo que nos hace humanos.
Un beso, un abrazo y un manojito de ternura para tí.
JAUROLES. Quizás un paso será conseguir que junto a tus pasos, a los pasos de la mayoría de los que se pasean por aquí, a mis pasos, se vayan uniendo más y más pasos.
ResponderEliminarLA YOLI. tienes razón es decepcionante, yo calaboro en una ONG, es pequeñita y al menos la ayuda que nosotros hemos llevado a llegado donde tiene que ir. Pero lo realmente decepcionante es que alguien necesite ayuda, no debería de ser así, pero bueno es lo que hay.
40ÑERA. Gracias por tus elogios, ayundan a seguir.
MORGANA. normalment no bailo muy bien... pero a veces si.
LOLA. esa es la intención.... Llegar al alma, y si es a la tuya mejor, señal de que, al menos, algunas de las letras que aquí imprimo tienen sentido.
Un beso amiga.
AMOR. tienes razón si todos dejasemos de estar idiotizados por la televisión, por unas ropitas de marca o por las gilipolleces con as que remendamos nuestro corazón roto podríamos hacer muchas muchas cosas.
DUNA. Si me parece... debemos de, al menos, intentarlo. un beso
MIMOSA. la clave, como tu bien dices, es seguir intentandolo. ves a saber, quizás dentro de unos años el mundo sea un lugar mejor.
Yo tengo una "deuda" pendiente conmigo misma, y es ayudar a ese otro mundo, ese del que casi no sabemos nada. Solo estoy esperando el momento adecuado, y puedo sentir que se va acercando. Necesito hacer algo para que cuando me muera pueda irme con la tranquilidad de saber que yo al menos lo intenté... ya no me vale dar algo cada mes, o traerme a un niño del que me "enamore" y luego tenga que volver a su vida miserable, o dar ropa vieja usada que no nos sirve...etc. Eso son migajas. No, yo quiero estar allí, quiero estar presente y mancharme las manos in situ.
ResponderEliminarUn beso!
Que no apartemos la vista ante una imagen de dolor, que nos sigan sudando los ojos ante la babarie, para que quede esperanza en la humanidad y que siempre podamos ver a alguno de esos niños persiguiendo por lo menos la normalidad.
ResponderEliminarGran entrada, mis respetos
He repetido la entrada por que una falta de ortografía semejante es para colgarme.
Sorry escribo a oscuras y....