En primer lugar me gustaría dejar constancia que no pienso que todos los políticos o todos los empresarios sean unos cabrones, unas malas personas u ogros que deseen nuestra destrucción y pobreza. Y no lo opino por varios motivos. Determinar que los políticos son los culpables de todos nuestros problemas y de todos los problemas de la humanidad sería, como mínimo, infantil y simple. Sería muy fácil achacar todos las dificultades de lo que pasa a un determinado colectivo dejando así nuestra responsabilidad, nuestra alma y nuestra conciencia limpita e impoluta como si sólo fuéramos victimas y jamás hubiéramos sido verdugos.
Todos somos, o deberíamos de ser mayorcitos, y asumir nuestra responsabilidad y actuar consecuentemente con esta responsabilidad con esta manera tan fatídica que en el s. XXI se tiene de ser adulto. Como decía Jean Paul Sartre, y yo he dicho aquí en varias ocasiones, El hombre nace, libre, responsable y sin excusas. No las busquemos, sólo, en la maldad de los políticos y banqueros. Todos nos llenamos la boca a favor de la naturaleza, en contra del cambio climático pero, y seamos sinceros, cuantos no tienen un cochazo que gasta mucha más gasolina de la cuenta, un todoterreno 3500cc para llevar a los niños al cole, o una moto que sirve para mucho más que para moverse, o coge un avión en low cost para ir a visitar países lejanos que se están dejando la piel, las manos, y las uñas en fabricar prendas de ropa para que nosotros nos podamos cambiar de modelito dos veces al día, o exigimos que nos cambien los cubiertos de la ensalada antes de comer el segundo.
Son, los politicos, responsables de muchas de las cosas que pasan?, si claro que sí, pero no nos olvidemos que de un modo u otro somos nosotros quienes los elegimos y no son más que el reflejo de una sociedad que está intrínsecamente podrida. Es muy fácil criticar a un político porque no quiere volar en clase turista o porque recalifica incorrectamente un terreno y segundos después intentar enchufar a tu cuñado en tu empresa o coger dieciocho paquetes de folios o hacer todas las llamadas privadas desde la empresa, o alargar una baja o falsearla para estar viviendo mucho más tiempo sin ir a trabajar.
Creo que los políticos son responsables en gran medida de todo aquello que está pasando, pero nosotros, todos, debemos de exigirles resultados, debemos exigirles un mundo mejor. Creo, de verdad que lo creo, que hay un enorme número de políticos, dignos, serios, responsables y con intenciones muy honradas y decentes. Pero en estos casos, como en la mayoría, se ve mucho más lo indigno e impresentable que lo bueno. Eso sí creo que hay demasiados políticos. Tal vez sea algo innecesario tantísimos cargos electos y sobretodo tan tan carísimos.
Respecto a los empresarios y banqueros, pues tres cuartos de lo mismo. Claro que hay muchísimo impresentable, incorrecto y desagradable que aprovecha esta “crisis” para obtener más beneficios y contra ellos, contra todos ellos deberíamos de luchar. Pero también conozco a algunos “curritos” que voluntariamente han simulado un despido con su “jefe” y, oye!!, todos contentos. Por un lado el empresario falsea un despido y unos cuantos miles de Euros que se embolsa. El trabajador sigue en la empresa trabajando en “b” en “negro”, o cualquier otro circunloquio que queramos decir, de modo tal que; por un lado el empresario se ahorra los seguros sociales y el trabajador sigue cobrando su sueldo y su prestación de desempleo… Así nos estafan a todos. No me atrevería yo a decir que el empresario sea más impresentable que el trabajador. Y muchos no lo hacen porque no pueden, si no lo harían y no se cortan un pelo en decirlo, eso si con la coletilla, "es que el que no lo haga, pudiendo, es un gilipollas"
Y respecto a las manifestaciones y al modo de quejarse; muchos de los que me habéis comentado tenéis razón en que, parece ser que, el modo tradicional de manifestarse de salir a la calle y taparla con nuestros zapatos sea esteril, pero, joder, es que no lo hacemos. El otro día no sé quien gano no sé que copa y en la tele pude ver como estaba Madrid tapado por miles de personas celebrando esa copa. Porque no salimos a quejarnos de todo aquello que hace que nos duela el alma la izquierda del esternón?
Y si este modo de queja ya no funciona porque no lo cambiamos. Yo propongo, por ejemplo, dejar de pagar impuestos (nos embargaran a todos?) no creo. O mejor aún, dejemos de consumir como locos durante un par de semanas o un par de meses, todos, absolutamente todos los que vivimos en este sobreenriquecido y dormido occidente, podemos permitirnos el lujo de estar un par de semanas o de meses, sin consumir más que lo estrictamente necesario, es decir no cambiar de coche, no irnos de viaje, emplear la gasolina justita, justita para ir a currar y a ser posible ir mas de uno en un coche, o en trasporte público, no comprar ropita, ni bambas, ni juegos para el ordenador, ni vino caro, ni tomar copas por la noche, ni salir a cenar, ni cambiarnos el sofá, ni fumar, nada. sólo lo estrictamente necesario (total casi el 70% de la población mundial vive con menos de “ese estrictamente necesario” durante toda su vida ) Pueden las multinacionales, que al fin y al cabo son las que acaban gobernándolo todo, aguantar tanto tiempo.? Exijámosles que entre el sueldo más alto (sueldo total incluidos gastos, comiditas, regalos de empresa, dietas, desplazamientos y todos los eufemismos estúpidos que puedan inventarse para ocultar dinero) no sea más de 10 veces (fijaos 10 veces) el sueldo más bajo.
Está claro, vienen tiempos nuevos, de cambio y convulsos. Si no nos espabilamos corremos el riesgo de ser la primera generación que vive peor que la anterior.
Sigo pensando que otro mundo es posible. Qué tal? lo hacemos.?