Hablar De felicidad o infelicidad, de dichas y desdichas es muy recurrido y es también muy normal entre los seres humanos, al cap i a la fi, somos eso, seres humanos, y supongo, que tenemos no sólo la necesidad, sino la obligación de ser felices. En que recónditos e insospechados parajes se agazapa la felicidad y la dicha para no ser encontradas, pues la verdad, no tengo ni puta idea. Pero es cierto que nosotr@s nos empeñamos en buscarla en cualquier rinconciño e intentamos hallarla por medio de grandilocuencias; Un buen trabajo, mucho dinero, un enorme proyecto, una casa más grande, un coche más grande… vamos, un sinfín de historias en las que nos embarcamos sin bañador ni salvavidas y que realmente no nos aportan la felicidad deseada.
Por otro lado, yo no creo que la felicidad o la desgracia existan así en términos absolutos. Creo que existen momentos de felicidad y momentos de desgracia. Tenemos que bailar con ambas caprichosas diosas. Intentando que con una de ellas el baile sea lo más corto y rápido posible y con la otra, lo más largo y agarradito que se pueda, y si además te brinda la posibilidad de tocarle el culo. Pues mejor.
Todo esto se me ocurrió el otro día cuando salí a cenar con dos buenos amigos, uno al que veo casi a diario y que conoce todas, o casi todas mis heridas, y que nunca ha dudado en ayudar a sanarlas. Otro que, creo que sólo la distancia hace que no sea así. Nos vemos menos y vive,…. Bueno lo cierto es que no vive en ningún lugar, y aunque tenga su base vital por la meseta castellana de tanto en tanto se deje caer por este ajado mediterráneo, mío y vuestro. Lo cierto es que salimos los tres hombres a cenar y brindar por la amistad, las aventuras corridas y por correr, los éxitos y los fracasos de la vida y en un momento de la noche en un bar de mi ciudad, nos encontrábamos los tres bebiendo el gin tonic número “n” (si ese que tiende a infinito, Ya sabéis como son esas noches: excesos, copas, soluciones encontradas al fondo de la copa y en las estrellas del cielo nublado de la vieja Barcelona, a problemas económicos, laborales y de corazón…) sentados en un recoveco medio cubierto de hiedra y piedra en una mesa redonda con el resto del bar bajo nosotros, bebiendo, sudando, viviendo, bailando, y toda Barcelona con sus luces parpadeando y engalanando el aire en su constante lucha perdida a las luces de las estrellas. Pues en ese instante me sentí feliz, era un momento pequeño y tan sólo una brizna una pizca de felicidad, pero felicidad al fin y al cabo.
Me dio por pensar en esos pequeños instantes, que no por superfluos o leves dejan de ser instantes verdaderos de felicidad, de esa ajena a nada más que la propia satisfacción que entra en el alma como un vendaval de buenas vibraciones.
Busqué por ahí dentro esos pequeños momentos, y lo cierto es que el vino, el gin tonic y la incipiente borrachera me dejó encontrar algunos instantes de felicidad, tales como:
El abrazo que recibes de esos sobrin@s que te ha enviado el diablo por encargo de dios, cuando les llevas un kinder sorpresa y su cara se transforma en un lago de alegría. Rompe el huevo de chocolate en dos y te da la mitad más grande mientras te abraza con su pequeños bracitos y te dice te quiero muuuuuuchísimo. Y te besa, te lame la cara y no quiere que dejes de jugar con el/ella en toda la velada.
Comer sardinas con las manos, en una calentita tarde de verano cuando el sol engreído y alzado al cielo te deslumbra la mirada.
Calentar el lado de tu cama.
Encontrar esa vieja camisa perdida, ves a saber donde y ver que te sigue gustando y te sigue quedando bien. Remover los viejos cajones de las cosas que dejaste en casa de tus padres y encontrar allá retazos de tu vida, momentos de tu adolescencia y tus primeros años de juventud reencontrarte allí con cosas que hace veinte años te hicieron sonreir.
Reducir unos segundos tu marca en el gimnasio, o incluso sacar fuerzas de yo que se me donde para volver a ir al gimnasio.
Cocinar para ti, y mezclar las especias, que sazonaran tu comida, en la palma de mi mano, para que se mezclen entre si y con las líneas de mi vida, mi futuro y luego esparcirlas para que aderecen el plato que compartiremos.
Un amigo que hace años que no ves y al que descubres de golpe que sigues queriendo y que él a ti también. Un viaje que no sale según los planes, sino mucho mejor…
Recibir de seguidito los besos debidos mientras se enreda tu pelo en mi cara.
Tantas, tantas cosas que quizás la lista fuese demasiado larga.
Por otro lado, yo no creo que la felicidad o la desgracia existan así en términos absolutos. Creo que existen momentos de felicidad y momentos de desgracia. Tenemos que bailar con ambas caprichosas diosas. Intentando que con una de ellas el baile sea lo más corto y rápido posible y con la otra, lo más largo y agarradito que se pueda, y si además te brinda la posibilidad de tocarle el culo. Pues mejor.
Todo esto se me ocurrió el otro día cuando salí a cenar con dos buenos amigos, uno al que veo casi a diario y que conoce todas, o casi todas mis heridas, y que nunca ha dudado en ayudar a sanarlas. Otro que, creo que sólo la distancia hace que no sea así. Nos vemos menos y vive,…. Bueno lo cierto es que no vive en ningún lugar, y aunque tenga su base vital por la meseta castellana de tanto en tanto se deje caer por este ajado mediterráneo, mío y vuestro. Lo cierto es que salimos los tres hombres a cenar y brindar por la amistad, las aventuras corridas y por correr, los éxitos y los fracasos de la vida y en un momento de la noche en un bar de mi ciudad, nos encontrábamos los tres bebiendo el gin tonic número “n” (si ese que tiende a infinito, Ya sabéis como son esas noches: excesos, copas, soluciones encontradas al fondo de la copa y en las estrellas del cielo nublado de la vieja Barcelona, a problemas económicos, laborales y de corazón…) sentados en un recoveco medio cubierto de hiedra y piedra en una mesa redonda con el resto del bar bajo nosotros, bebiendo, sudando, viviendo, bailando, y toda Barcelona con sus luces parpadeando y engalanando el aire en su constante lucha perdida a las luces de las estrellas. Pues en ese instante me sentí feliz, era un momento pequeño y tan sólo una brizna una pizca de felicidad, pero felicidad al fin y al cabo.
Me dio por pensar en esos pequeños instantes, que no por superfluos o leves dejan de ser instantes verdaderos de felicidad, de esa ajena a nada más que la propia satisfacción que entra en el alma como un vendaval de buenas vibraciones.
Busqué por ahí dentro esos pequeños momentos, y lo cierto es que el vino, el gin tonic y la incipiente borrachera me dejó encontrar algunos instantes de felicidad, tales como:
El abrazo que recibes de esos sobrin@s que te ha enviado el diablo por encargo de dios, cuando les llevas un kinder sorpresa y su cara se transforma en un lago de alegría. Rompe el huevo de chocolate en dos y te da la mitad más grande mientras te abraza con su pequeños bracitos y te dice te quiero muuuuuuchísimo. Y te besa, te lame la cara y no quiere que dejes de jugar con el/ella en toda la velada.
Comer sardinas con las manos, en una calentita tarde de verano cuando el sol engreído y alzado al cielo te deslumbra la mirada.
Calentar el lado de tu cama.
Encontrar esa vieja camisa perdida, ves a saber donde y ver que te sigue gustando y te sigue quedando bien. Remover los viejos cajones de las cosas que dejaste en casa de tus padres y encontrar allá retazos de tu vida, momentos de tu adolescencia y tus primeros años de juventud reencontrarte allí con cosas que hace veinte años te hicieron sonreir.
Reducir unos segundos tu marca en el gimnasio, o incluso sacar fuerzas de yo que se me donde para volver a ir al gimnasio.
Cocinar para ti, y mezclar las especias, que sazonaran tu comida, en la palma de mi mano, para que se mezclen entre si y con las líneas de mi vida, mi futuro y luego esparcirlas para que aderecen el plato que compartiremos.
Un amigo que hace años que no ves y al que descubres de golpe que sigues queriendo y que él a ti también. Un viaje que no sale según los planes, sino mucho mejor…
Recibir de seguidito los besos debidos mientras se enreda tu pelo en mi cara.
Tantas, tantas cosas que quizás la lista fuese demasiado larga.
Felicidad, si, ese instante que, conduciendo de vuelta del trabajo vas escuchando a Aretha Franklin en M80, se pone el sol y ves una explosión de colores en el infinito.
ResponderEliminarCuando cada mañana ves en la báscula el esfuerzo conseguido.
Cuando nor secostamos en el sofá y abres los brazos reclamándome, y me susurras "éste es el mejor momento del día"
Cuando llevas una semana ideando la cena "perfecta" para unos amingos, y confluyen las risas, palabras, recuerdos y futuros...
Cuando tu sobrin@ te reclama y pronucia tu nombre.
Organizar juntos un viaje, una nueva ciudad, continente, tu África, mi Asia
Tantos y tantos MOMENTOS, en eso se basa la felicidad, en trocitos arañados, no por eso menos intensos.
De infelicidad, mejor ni nombrarla.
Besos
¿El vigésimo gintonic es el de la exaltación de la amistad? Yo creí que era el de los cantos regionales, jajaja.
ResponderEliminarEs cierto, Carlos, que a menudo la felicidad se esconde detrás de las cosas pequeñas. Pero la felicidad, como las musas, tiene que pillarte trabajando, por lo tanto hay que estar pendiente para cazarla al vuelo… viendo siempre la botella medio llena.
Un beso muy grande desde mi Jardín.
Felicidad es recostarme entre los brazos de mi pareja ,apoyarme en su pecho , mientras él me arrasca la espalda . ¡Que le vamos a hacer! soy así de MONA . Besos .
ResponderEliminarCarlos,esa es la auténtica felicidad,el disfutar de las pequeñas cosas que la vida te ofrece.
ResponderEliminarEl vivir el momento como si fuese el último,un amanecer,un café con un amigo,un buen libro ...
Besos llenos de felicidad.
Morgana.
Cuando estas esperando LA llamada y por fin suena el telefono. Y cuando necesitas un abrazo y sin pedirlo te lo dan. O cuando te apetece comer chocolate y casualmente quedan un par de onzas en el envoltorio...
ResponderEliminarTienes razón hay muchas pequeñas felicidades, y si se ponen en una balanza con cosas "feas" la balanza de seguro se inclina hacia las felicidades vividas :)
Gracias por recordarmelo.
Un abrazo!
JOOOOOOOOOODER!!!!
ResponderEliminarQue maravilla, lo has escrito tú?? o tal vez yo??', sucede que a veces , la vida te da un instante de felicidad, ese instante en este momento eres tú para mi con tu relato, me he tomado las copas casi con vosotros, estoy pedo total, me he sentido abrazada, te he sentido abrazado, me he metido de nuevo en tu fiesta, en realidad, tú has permitido que me meta, al haber contado todo tan sumamente bien y sabes??' este instante, he sido feliz leyéndote y escribiéndote....muchísias gracias Carlos, por este maravilloso kinder sorpresa en forma de relato.....juega conmigo hasta el alba...jo!!! tio carlos por fi, por fi....jjjjj..un beso AMIGO....
Ufff... que me has abierto una cortina en los pensamientos donde hiciste aparecer rayitos de luz, briznas de sonrisas, gotitas de esos pequeños detalles que ha regalado la vida y me ha hecho ser de alguna menara feliz...
ResponderEliminarEncantada de disfrutar tus letras.
Besos y cariños
La vida por lo general suele ser una putada. Nos salvan esos momentos diez que tan bien describes, ojitos. Qué entrada más bonita, con ese fondo de dulce vainilla que tanto me gusta. Un beso.
ResponderEliminarMe alegra que tu lista sea enorme!!!!!!!!
ResponderEliminarYo leyéndote he recordado también muchos de esos momentos con los que últimamente me estoy reencontrando,
Un abrazo que esta mañana le dí a mi hermana.
Ver ahora mismo a mi marido como ronca en el sofá habiendo superado tantas y tantas cosas que no le dejaron sonreir.
El correo electrónico que acabo de recibir de mis padres y saber que han sabido avanzar en este mundo de la forma más digna que se puede.
La juerga que me pegué el jueves con Esther. Y charlar con mi hermano Ramón.
Y sobre todo lo feliz que me hace poder decirte a todas esas personas diariamente lo muchísimo que las quiero.
Me pasa lo que a tí, casi mejor no seguirmos jejeje
Muy bien descripta la realidad: solo momentos y circunstancias, recuerdos y memorias que son presente, solo presente...
ResponderEliminarun abrazo
druida
Felicidad es mirarse en el espejo por la noche y decirse "¡Qué grande eres tío!" aunque hayas tenido un día de mierda, no tengas pareja y conduzcas el mismo utilitario de hace 15 años. Para mí la felicidad es la capacidad de adaptarnos al medio en que vivimos.
ResponderEliminarPor Dios!, Gintonics de Saphire, con ellos se puede colmar cualquier otro tipo de felicidad.
Carlos: "¡Qué grande eres tío!
Posiblemente fuera una lista larga, pero coincido con muchas de las cosas que dices.
ResponderEliminarTe das cuenta, Carlos?...si nos fijamos bien en el fondo sómos tremendamente ricos en felicidad a porciones ( es que una vez me dió por pensar que la felicidad viene así, en porciones, como los quesitos ;)
ResponderEliminarFantástica entrada!
Besitos
Felicidad, según Romina Power y Al Bano, es un beso en el cine y otro en la calle…
ResponderEliminarFelicidad según yo… es una mariposa que se te para en el hombro así, suavecita y sin que nadie la llame, solo el tiempo que ella quiera, es vano buscarla porque es así de caprichosa, el tiempo que ella quiera y con su propia frecuencia.
Felicidad es caminar descalza por la playa y sentir los granitos de arena deslizarse por los dedos.
Es ver una película y que nadie se ría de ti porque llores.
Es acostarte y sentir el olor de sabanas recién lavadas.
Es el aroma del café recién colado.
Es que mi mamá me llame y me diga baja que te tengo un regalo y cuando bajo tenga abrazado un ramo enorme de gladíolos para mi.
Encontrar un mensaje en mi móvil, donde me dice no eres mas tonta porque no naciste antes, te quiero y un muackkkkkk largote.
Felicidad es ver que esa mirada que hay en sus ojos… esa mirada, que es solo para mi.
Felicidad también es saber que tienes mas de cuarenta y cuando estas en el gimnasio, descubres por el espejo que acaparas miradas (me hizo reír cuando lo escribiste jajaja)
Felicidad es saber que el libro que leo, se acaba pero tiene continuación…
Felicidad, en fin y mucho mas, es levantarme y no preguntar quien es esa ojerosa que me devuelve la mirada desde el espejo, sino quien es esa despeinada tan linda que me sonríe desde el reflejo de mi propia felicidad…
Eres un poeta que inspira, gracias hiciste que el día que tengo por delante, prometa muchas mariposas en mi hombro.
Un abrazo.
Hace apenas una hora alguien muy especial, muy cercana y muy querida me acaba de anunciar que va a ser madre. Ese ser que apenas tiene dos semanas de vida y un corazón que ya late y el rostro de la futura madre me han hecho feliz. Hoy, ahora, en este instante, me siento tremendamente feliz.
ResponderEliminarAsí de repente y en pequeñas dosis se presenta la felicidad pero ...que bien nos sentimos con ella.
Aprendamos a disfrutarla que es un bien escaso.
Un abrazo y ¡Sé feliz !
ESTHERRG24. Ningún comentario escrito, la proxima vez qeu suene Aretha Franklin te susurrare al oido cientos de pequeñas cosas...
ResponderEliminarROSAIDA, los cantos Regionales, es gracias a los dioses, la unica faceta de la borrachera qeu no tocamos esa noche.... jajaja, besos desde mi Mediterraneo para tu jardín.
IRIS. Si, eso también es felicidad, seguroq eu tu pareja lo disfruta tanto o más que tu.
MORGANA. Besos llenos, llenos, llenos de felicidad y pequeños momentos.
GATA NEGRA. mira si ahorita mismo, antes de terminar de leer esto, vas a la cocina seguro qeu por allá algún duende bajito y con orejas puntiagudas a dejado algo de chocolate de ese que te gusta, dale un mordisquito de mi parte.
RR, de nada por el Kinder, me alegro que disfrutaras de las copas y que te gustasé el post...
MINA, ojala mis letras y mis susurros siempre te hagan disfrutar. Supongo que vendran ocasiones en que sean más duras... aún así espero que las goces.
NIEVES. Pues si, la vida suele ser una mierda, plagada de mierda y malos momentos, pero sabes, si te paras un ratito y esperas a que un rayito de sol te deslumbre, parece que las cosas van a ir un poco mejor. un beso.
AUXI. sabes? creo que cas´ñi casí que mejor que si que continuemos y hagmos una enorme enorme lista de cosas.... (los ronquidos no se yo si ponerlo en las buenas o las malas jajaja.
ResponderEliminarDRUIDA DE NOCHE. Cierto la realidad es la que cuenta y esas pequeñas cosas las que más deben pesar en nuestra bolsa de mejunjes.
JOSEP CAPSIR. Estoy de acuerdo con todo lo que dices, y mi utilitario no es precisamente para enseñarselo a nadie jajaja. Gintonic de Saphire azul, correcto con un poquito de pulco, y el primero lo sirvireon con una rodaja de melon (tocate los cojones, o se quedarón sin limón o eran muy muy snops ves a saber, pero lo que nos reimos con el meloncito de los huvos no tienes precio, el Gintonic, lo tubo y caro por cierto)
RODOLFO SERRANO. bienvenido y un honor tenerte por aquí, seguro qeu la lista sería muuuuuuuuuuuuuuuuuuuuuy larga y algo me dice que coincidiriamos en la mayoría de las cosas. un saludo desde Barcelona para Madrid.
ResponderEliminarME, pues tienes razón viene en porciones, en arañazos de felicidad, que es la que nos hace muy ricos.
AFRODITA, Poeta es una etiqueta que me queda muy muy grande, pero también es de las cosas más bonitas que me han dicho jamás, así que con tu permiso tomo el alago y la guardo en mi bolsa de cosas magicas que siempre llevo en mi cintura y prometo decirle a todo el mundo que vos me llamaste poeta. Intentaré seguir enviandote mariposas para que revoloteen a tu alrededor.
BEATRIZ. Envia a tu amiga un enorme beso de mi parte, claro no me conoce y la pequeña (mira me ha dado por pensar que será niña) tampoco, pero le deseo todos los momentos de felicidad que sus dioses le puedan enviar.
Me gusta tu post. Es como si yo lo hubiera escrito... La felicidad en momentos muy puntuales, la no felicidad en mayores momentos.... La vida es así, mezclada de penas y alegrias como mezclas tu las especias en la palma de tu mano y con las rayas de tu palma.
ResponderEliminarYo, que ya no espero grandes cosas de la vida, sólo aspiro a tener tranquilidad, que no pase nada...... Un fuerte abrazo Lola
Hola Carlos, hoy solo me has puesto un poquitín malo, cuando has bailado con Felicidad...
ResponderEliminarEn mi vida he tenido sensaciones muy parecidas a las que describes, una de las últimas también con un amigo y también cuando n tiende al infinito... qué momentos!!.
Ya sé que me aprovecho mucho de ella, pero... quiero robarle el comentario a *Me* y hacerlo mio...
Un abrazo y buena semana...
Pues sí, creo que te lo han dicho casi todo ya, porque he estado también leyendo los comentarios que te dejan y tus respuestas. Poco me queda que añadir, comparto contigo la necesidad de alargar esos momentos y achicar los malos, coincido contigo, la felicidad es eso, cachitos de felicidad que se alargan hasta unirse con el siguiente...
ResponderEliminarBesito
LOLA. Me alga que consideres que lo podrías haber escrito tu. Y creo que nadie tendría que esperar GRANDES cosas de la vida. Total, ya vendrán....
ResponderEliminarDESBROZADOR. Querido desbrozador, si este post, era más comedido jajaja (aunque confieso que te contesto esto justo antes de entrar al Gym, igual tengo suerte y tropiezo con esos legins blancos jajajaja) seguro que ME te deja robar sus palabras. Saludos y abrazos.
MARIOLA. Eso es achiquemos los malos y alarguemos los buenos a ver si uno bueno abraza al siguiente.... un beso
LOLA, cambia alga por alaga jajajaja
ResponderEliminarLOLA, disculpa mis prisas... halaga collons
ResponderEliminarSi es que no se puede estar en dos sitios a la vez. Ves lo que te decia d elas prisas..
ResponderEliminarMaravilloso escrito nos compartes!!!
ResponderEliminarLa auténtica felicidad nos llega como pequeñas gotas en los momentos más simples de la vida, volviéndose mar profundo que arraza tu rostro con olas de sonrisas y carcajadas confirmando la alegría que te invade, la felicidad que se manifiesta en uno...
La felicidad para mi es encontrarme en los ojos de mis hijos, oirlos llamarme mamá, recibir mi dosis diaria de besos y abrazos de oso... Es sentirme diosa ante mi hombre y escucharle decir que me ama... Es disfrutar de mi familia, es descubrir la luz de un nuevo día
y tantas, tantas otras cosas que llegan para que las vivamos y sintamos profundamente desde el corazón...
Un lujo leerte. Mi admiración para vos.
Besos y saludos.
Para mí la felicidad es leerte a ti, entre otras cosas, claro, jajajajajaja!!
ResponderEliminarLa felicidad no es un fin, debería ser un camino, y que lo sea depende mucho de nuestros pensamientos, de que sean positivos.
Anda que ya puedes darte con un canto en los dientes, tener a Rodolfo Serrano como comentarista, nada menos! ;-)
Besos felinos.
No me has metido ningún rollo...la verdad me has animado un montón y tu entrada también me ha venido de maravilla, si la felicidad se esconde donde menos te esperas y bueno hay que disfrutar los buenos momentos, aunque ahora para mi sean muy escasos, pero bueno ya vendrán mas...
ResponderEliminarte sigo cielo...me gusta como escribes...un abrazo cariñoso...
conseguiste emocionarme....
ResponderEliminarando sensiblona....desmotivada....y es verdad..
tengo que aferrarme alas pequeñas cosas...
pero es que sabes?...
no es facil...
y casi al final del post diste con la clave de todo ...
esos besos seguiditos que alguien te da mientras su pelo se enreda en tu cara.....
es eso lo que te permite mirar lo bonito de la vida...
los que no tenemos nada de eso nos volvemos ciegos...
asi de claro....
un saludo Carlos...en antada de visitarte
Carlos, gracias por entrar en mi casa y dejar esas dos perlas, dos comentarios que me han ayudado en un momento de dolor.
ResponderEliminarGracias.
Un beso mío y de mi esposa.
Por cierto, que bien escribes.
Carlos, me ha llamado mucho la atención tus palabras en el blog de Norma y he pasado por aqui y he decidido quedarme para disfrutar de tu escritura y tu manera de contar las cosas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Rosalía.
Me gusta..
ResponderEliminarEsas pequeñas cosas que nos dan la medida de la felicidad... real.. ... la auténtica, la de todos los dias...
Esa parte de las especies... me ha gustado.
Besos
GRIS. Justo a esa felicidad me refiero. a la sencilla y cotidiana de todos los días, a esa que parecemos pasar por alto y es tan tan importante. un abrazo a vos y los pequeños.
ResponderEliminarPANTERA BLANCA. Me alegro formar parte de esas pequeñas cositas que te aportan felicidad, mira la verdad que este comentarío me ha echo cambiar d eopinión sobre mi proximo post.... espero que tambien te proporcione unos instantes de sueños y felicidad. RODOLFO SERRANO, es un honor tenerlo por aquí tan grande como tenerte a tí y al resto de los que comentais mis palabras que nacieron para ser susurradas al viento y que aquí acabo golpeando.
ARWEN. Como todos eres Bienvenida a mi casa, pero si vienes de Lothlórien pues eres Bienvenida y Bienhallada. claro quedaté por aquí tanto como quieras y un poquito más.
FIRENZE. Me alegro haberte alegrado un poquito el día. Ojala se me ocurriera como hacerlo desde acá. Quizas, no se!!! se me ocurre coger un beso, hacer con el una pelota y tirarlo al viento, quizás tengamos suerte y acabe anidando un segundo en tu cara.
NORMA SANTOS. De nada Guapa, si mis dos comentarios en tu salón te han producido tan sólo unos segundos de paz es más que satisfactorio y placentero para mi. Ojala pronto este el trago pasado. Aquí eres más que BIENVENIDA y abrazada, así que pasaté cuando te apetezca, estas en el jardín de tu casa
besos para ti y tu esposa.
ROSALIANM. Genial, si mi manera de escribir y contar las cosas te hace disfrutar. Genial. así que pasate tantas veces como te apetezca, tantas veces como ganas tengas de un poquito de realidad crudita, o un poquito de sueños que también forman parte de esta realidad tuya y nuestra. Besos para vos. Cuida de tu chica, pronto se recuperará, pero mientras los mimos son cosa tuya.
ResponderEliminarESTRELLA ALTAIR. Si esas pequeñas cosas. Lo cierto es que a mi tambien me gusta mucho, el trocito de las especias. un beso
Hola Carlos!!!!!!!!!!!,
ResponderEliminarfantastica tu manera de relatar, si que nos perdemos muchas cosas en la vida por esperar algo mas, no sabemos disfrutar del dia a dia y de las cosas no tan pequeñas que nisiquiera tenemos en cuenta.
a mi me pasaba, pero a hora disfruto de cada instante, me he quitado el reloj y he dejado de vivir segun la hora y he empezado a vivir en el tiempo y a disfrutarlos sin prisas.
Besazos disfrutando de tu lectura y de este momento