Subir de nuevo a la habitación;
esa idea rondaba en su cabeza mientras bajaba las escaleras. Tras meses
planeándolo; Venció miedos, instaló
cámaras estratégicamente. Entró en el
sex shop compró mascaras, látigos y esposas rosas. Finalmente tras tantos meses
dio el paso, esposó a su marido lo
desnudó despacito, chasqueo jugando el látigo y con él amarro sus pies a la silla. Con calma, sin lágrimas
recogió las grabaciones de las cámaras. Allí grabó los desprecios y palizas. Pensó subir de nuevo a la habitación y gritarle;
jamás volverás a maltratarme. Pronto la policía tendrá estas grabaciones.
Cuando se pierde el miedo es cuando se encuentra la fuerza y con esa fuerza ya eres capaz de todo..
ResponderEliminarEs un placer volver a leerte después de tanto tiempo de ausencia obligada.
Un abrazo, buen microrrelato
Cuando se pierde el miedo es cuando se encuentra la fuerza y con esa fuerza ya eres capaz de todo..
ResponderEliminarEs un placer volver a leerte después de tanto tiempo de ausencia obligada.
Un abrazo, buen microrrelato