Aquí tienes mis alas, cógelas son tuyas
muévelas con fuerza, sin miedo.
No temas ni saltos ni rompeolas,
ni a los Lestrigrones. Vuela.
Aprende de mi experiencia
repite mis errores y desastres
besa con fuerza, bebe despacio
acaria , mucho y con vicio
Respira, sueña, vive, vuelve siempre a ti
aguanta el corazón en las manos y en tu pecho.
Aquí tienes los colores de mi hilo de Ariadna
su principio su final y hasta su olvido
Aquí tienes mis manos que son tu manta
aquí tengo tu sonrisa que es mi abrigo.
Juguemos a hacer, con
papel, aviones
a salir volando, a ser amigos
Me gustaría tomar tus alas prestadas y volar ahí donde me gustaría estar.
ResponderEliminarun saludo
Un precioso poema, cargado de abrigo, de sentimientos, de libertad y sosiego.
ResponderEliminarUn abrazo Carlos.
Qué bonito, Carlos. Un abrazo muy grande :)
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