Una vez más como cada año, esos dioses bien parecidos de sombreros de ala ancha engalanados de plumas de garza y de águila, con túnicas azules y coronas de concha, vienen a robarnos la monotonía y la normalidad de la vida diaria. El Verano está aquí con todas sus cosas buenas y todas las malas. Y que curioso, a pesar de la certeza de que el estío llega siempre, nos sorprende con la ilusión con que nos sorprende el chisporrotear de las hogueras de San Juan que mil veces hemos visto arder, nos deja un punto anonadados del mismo modo que nos dejan sorprendidos las olas y sus gotas al golpear contra las rocas.
La ciudad, al menos mi ciudad, ambigua dama siempre coqueteando entre el monte y el mar, queda medio vacía. El trajín cotidiano y diario del laboro nuestro de cada día queda agazapado y dormido, como un gigante dragón adormecido bajo el calor del asfalto. Ese asfalto que hace unas semanas pisoteaban raudos ejecutivos con prisas, carpinteros con pesadas cajas de herramientas que les ataban a sus vidas, azafatas de congresos minifalderas y atrevidas, mensajeros atareados sobre sus motos destrozadas, abatidos jubilados en busca de obras que criticar, y que hoy son pisadas por adolescentes venidos del norte en busca de un vino que no entienden, por familias de japoneses de ojos rasgados fotografiando cada milímetro de la casa batlló. (preguntándose, además, si esos maravillosos balcones, no son acaso, los ojos del dragón dormido bajo la ciudad que sueña bajo el sol)
Todo se paraliza un poco. Las oficinas, los juzgados, los mecánicos que hicieron su agosto en julio también han cerrado, los emuladores de tiburones de las ventas parecen desafilar sus desagradables dientes, las tiendas de libros siguen vacías, comercios y fabricas ralentizan su runrún. Es casi como si las preguntas quedaran en suspenso, en ese leve suspenso en el que los trapecistas quedan cuando sueltan las manos de su compañero y dan una voltereta en el aire antes de agarrar el balancín del que saltaron. Casi parece que fuéramos a extrañar el frio sobre la garganta. Las dudas esperan menos calor para volver a pellizcarnos bajo la dermis, el Sol intenta poner algo oscuras pieles que nacieron bastante blancas y que quizás, sólo quizás, consigan algo de color, pero al menos las dudas allí quedan agazapadas al calorcillo de San Lorenzo y esperando otro momento para seguir incordiando.
Penélope deja de tejer y se plantea si vale la pena esperar a Nadie.
La ciudad, bajo el titilar del astro rey, tiene un sabor a irrealidad, a siesta de verano que aletarga la existencia diaria. La urbe se asemeja a un decorado preparado y esperando a que la monotonía vuelva a despertarse en nuestros maletines, a que empiece la función, a que la vida continúe.
Penélope deja de tejer y se plantea si vale la pena esperar a Nadie.
La ciudad, bajo el titilar del astro rey, tiene un sabor a irrealidad, a siesta de verano que aletarga la existencia diaria. La urbe se asemeja a un decorado preparado y esperando a que la monotonía vuelva a despertarse en nuestros maletines, a que empiece la función, a que la vida continúe.
Mientras la vida continua, del mejor modo que puede continuar: Encontrando estrellas en el cielo despejado, perdiendo pesadillas, buscando sueños, dándonos un descanso, dándonos un respiro de aire de mar Mediterráneo, trayendo un aroma a descanso del guerrero, un vientecillo de libertad que despeina nuestras canas y se engarza en los rizos.
Chicas/os disfrutar del verano, gocemos de esta tregua.
Has descrito el estío perfectamente. Y es verdad, siempre nos sorprende cuando llega, como si nunca hubiéramos vivido veranos.
ResponderEliminarBesos Carlos y disfrutalo tú también.
A disfrutar se ha dicho, o a sufrirlo.
ResponderEliminarSaludos
Gocemos, pues.
ResponderEliminarTranquilo Carlos, las tiendas de libros se llenaran en la vuelta al cole. Y todos de regreso al curro, yo la primera, me voy hasta con escayola que estoy hasta las peras de estar en casa encerrada.
ResponderEliminarEso gozad del verano, los que podéis...
Un abrazo majo y gracias por tus palabras de ánimo, siempre son las más acertadas. Disculpa que no sea muy positiva estos días.
Ese estado de 'standby' tan necesario. Toca disfrutar.
ResponderEliminarSaludos.
Yo lo estoy disfrutando mucho, este verano, pero es que, de momento, se deja disfrutar, cosa que no puede decirse de todos los veranos.
ResponderEliminarEs que a mí me gustan los veranos secos y calurosos y éste es así exactamente.
Pasa tú también un feliz verano.
Besos selváticos.
Lo cierto es que yo casi disfruto mas de la luna que del sol, pues por el día prefiero estar cobijada en un lugar fresquito, para recargar pilas y vivir esas noches cálidas de verano con olor a salitre cerca de la brisa del mar, acompañadas de miles de farolillos encendidos y una buena música chill out…
ResponderEliminarAunque de vez en cuando, echarse bajo Lorenzo, con mucha protección solar claro está, no está tan poco mal, como dices, para ir cogiendo un poquito de color ;-)
Gracias y disfruta tu también Carlos…
Muacckss!
Hasta Penélope deja de tejer en estos dias. Sienta muy bien un respirillo. Saludos y besito.
ResponderEliminarBonita y estival entrada. Si quieres ver algo insólito, el 27 de Agosto quédate mirando desde las 11 de la noche en adelante cerca de la luna, porque Marte se acercará tanto a la tierra que tendrá casi el tamaño de nuestro satélite. Esto no volverá a ocurrir hasta dentro de 200 años otra vez.No me lo quiero perder. Un abrazo gordo Lola
ResponderEliminarSe disfruta de noche y se sufre de día, a no ser que tengas la playita al lado, como es tu caso o una refrescante piscina, como es el mío. En cualquier caso, pasa demasiado deprisa.
ResponderEliminarUn beso.
Feliz asueto, Carlos. Felices horas sin fronteras, felices días para una, lo más plena posible, libertad.
ResponderEliminarBuenos post,y no dejas nunca de pellizcar nuestros adormecidos sentidos y consciencias. S
Ésta tu ciudad, que también es la mía se desacelera por estas fechas, la urbe se desestresa y los pocos que quedamos nos contagiamos de esa tranquilidad. Hoy he aparcado gratis en la zona verde, hasta la recaudación municipal está de vacaciones.
ResponderEliminarUn abrazo
Preciosa descripción del paréntesis estival que va llenando todos los rincones, pronto llegará el mío, asueto merecido como el tantos.
ResponderEliminarMe encanta la paz que se respira en la ciudad, aunque la mia es "destino turístico", pero se ralentiza igualmente, la vida se promueve en las noches cerca del mar.
Besos para tí y feliz descanso.
Se intentará, me refiero a disfrutarlo, aunque por aquí, se pasa muuuuucho calor, y si al menos tuvieramos esa playa para darnos un respiro.... pero no, aquí no hay playa. Yo es que me quejo por decir algo, porque me encanta el verano y el calor.
ResponderEliminar¡A disfrutar pués! :)
Un abrazo!
Estoy en ello, descansando a orillas del Mediterráneo, disfrutando, observando todo aquello que nos priva la rutina, las prisas. Esas pequeñas y maravillosas cosas que tiene la naturaleza que despierta y nos asombra.
ResponderEliminarBuenas vacaciones. Buenas lecturas. Buenas y refrescante cervezas y buenas compañías-
Aqui pasa lo mismo, todo se queda vacio, las tiendas cierran, los bares tambien, etc, y es un sufrimiento hasta que te llegan las vacaciones ya que encima del calor cuando quieres hacer algo no hay ningun sitio a donde ir. Que asco de verano¡
ResponderEliminarLas grandes urbes vestidas de asfalto quedan medio vacías. Los que nos quedamos seguiremos con pantalón largo, zapatos y camisa. Intentaremos salir con el ocaso a tomar unas cervecitas a alguna terraza que emule los frescos jardines… del Barroco.
ResponderEliminarHace mucho que no sabía de ti, Carlos, me alegra saludarte en estos calurosos días de verano.
Un beso desde mi Jardín.
ROSALIA. Gracias, he "intentao" describirlo lo mejro posible.
ResponderEliminarANA MORGANA. Si a disfrutarlo, claro que si.
CLAUDIA. Lo mejor posible.
NOMRA. va chica, sonrie, animo. YA verás como el solecillo brillando en tu cintura te hace sonreir un poquito...
JAUROLEs. pues eso.
PANTERA BLANCA. lo de seco parece que se está acabando, pq hay cada chaparron..
GINEBRA. prometo una entrada con la luna de verano de protagonista....
IRIS. cierto un respiro merecido, claro que si.
LOLA. Tomo nota guapa. prometo verlo.
PRINCESA. Personalmente prefiero el Mar, pero nada que objetar a una buena piscina... un beso
MARIA. lo haré, o al menos lo intentaré.
JOSEP. Gratis y zona verde en nuestra ciudad son conceptos casí casí absolutamente imposibles. Ves, la magia del verano.
MIMOSA. Besos y descanso.... genial no se me ocurre nada mejor.
GATA NEGRA, playa, rio, estanque, alberca, piscina... que más da.
BEATRIZ. Mediterraneo, buena compañia, lectura, cerveza.... Dios eso es un paraiso.
VANE te veo algo "pesimista" animo. que el verano tiene muchas cosas estupendas....
ROSAIDA. por aquí estoy... y por ahora no pienso marcharme.... un beso a tu jardín
Carlos me has hecho extrañar el calor,la vagancia y los placeres del verano, por aca mucho frió.
ResponderEliminarA mi me gustan las ciudades en verano, quizas por que ese fluir lento más estilo pueblo es el que va mejor conmigo.
ResponderEliminarUna descripción estupenda cun tu buena pluma, hablo de la de escribir que no se mal interprete
Un beso
Esto de los chaparrones es en Barcelona, en el interior no tanto ;-)
ResponderEliminarBesos selváticos.
Hola Carlos, pasaba a saludarte y a devolverte la visita y mira, me ha encantado tu relato sobre el verano en la ciudad. Me hace gracia el contraste porque, he de decirte, que yo, acostumbrada al campo, a la naturaleza y a la soledad, cuando quiero desconectar me voy a la ciudad a mezclarme un poco con la "fauna" humana que tan bien describes, es lo que tiene... Supongo que para vosotros este vacío de los meses de verano será un respiro... Lo dicho un placer, vendré más a menudo. ;-)
ResponderEliminarPues lo has descrito maravillosamente. Aprovechemos la tregua que vendrá el otoño duro.
ResponderEliminarUn beso.
Con lecturas como esta se puede una deleitar durante la siesta, agradeciendo que la ciudad este vacía, paseando por las calles solitarias al atardecer, cuando el sol da una pequeña tregua y disfrutando de la lluvia de estrellas o Perseidas, las lágrimas de San Lorenzo...
ResponderEliminarme ha gustado mucho.
saludos.
AMAR ES UNA PESADILLA. Fijaté que curioso, y que que ando añorando algo de fresquito en mi piel.
ResponderEliminar40ÑERA. me han dicho cosas peores que: -buena pluma- jajaja. Gracias, es un buen halago.
PANTERA. la proxima entrada sobre chaparrones. prometido.
CARZUM. Bienvenida y bienhallada. cierto siempre queremos justo loq ue no tenemos. aquí siempres serás bien recibida. Estas en tu casa y con la puerta abierta.
GAIA 56 Bienvenida y Bienhallada, si aprovechemoslo, pero sabes a mi el otoño me encanta, ummm setas, castañas... que bien.
LEMAKI. bienvenido y bienhallado, genial que te gustase y que te acompañe en la siesta. Esa es la intención.
Hola Carlos, precioso el contexto que has escrito de las tormentas de verano, de esa lluvia estival que invita a gustar de la vida lo mejor y a saborear todos los efectos que causan. Aquí tienes a una seguidora más que desde el sur de España te manda un cordial saludo literario. Zíngara.
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