Aeropuerto de Barcelona, una treintañera dispuesta a disfrutar un maravilloso fin de semana con sus amiguitas, de despedida de soltera en Londres, se muestra ofendida y perpleja al ver que debe de pasar su maravilloso cuerpo serrano por un escaner corporal, y mientras repasa en su mente como debe pedir un gintonic con poco hielo en Londres, se indigna y ofende claramente por la situación. No puede entender ni acepta a tolerar como se podrá ver su figura casi sin ropa en un escáner. Ella por si acaso se ha hecho las ingles brasileñas, vaya a ser que el aparatito tenga más sensibilidad de lo que dicen y no salga arregladita y maravillosa en las imágenes.
Franja de Gaza, más o menos a la misma hora en la que la treintañera no recuerda como decir cubito en ingles (para pedir su gintonic) otra treintañera, más desolada y sin Ingles brasileñas llora porque en la incursión que el Ejercito Israelí hizo el pasado fin de semana, en las proximidades de su casa, un torpedo mato a su hermano de veinte años. Llora, llora no sólo por el hermano, sino que se siente indignada y ofendida por esa inútil muerte y porque desde Hamas, Sami Abu Zuhri dice que responderán a todos los ataques Israelíes. Mientras su hijo de unos diez o doce años está jugando con un trozo de palo a vengar la muerte de su tío. Si se siente dolida e indignada.
Madrid, Barajas, un cincuentón bien plantado y su señora preparados para un importante viaje de negocios a N.Y. se ofenden e indignan soberanamente porque las manos enguantadas de un vigilante de seguridad de aeropuerto se digna tocar sus corbatas de seda italianas recién planchaditas. y lo que es más, le impide a la señora que suba su botecito de perfume de Thierry Mugler al avión. De nada sirvió decirle que era una colección nueva y que podía oler que tan sólo era perfume, ni las explicaciones que ella no era ninguna terrorista. Impasible el vigilante no le deja subir el perfume.
En la zona agrícola de Qazvin, cerca del lago Erán, un hombre de unos 50 años, desgastado por el tiempo, junto a otros mayores que él, completa un tribunal y acorde a la Sharia acaba de condenar a muerte por lapidación a una joven de 19 años, violada y embarazada. Su madre sin perfumes de Thierry Mugler se siente indignada por una ley que no entiende y que no le respeta, llora por su hija violada y dentro de poco asesinada y por su otra hija de 9 años con un pelo demasiado bonito.
Un casi cuarentón cuidado de gimnasio, culto, guapo y triunfador, nacido en, pongamos, Vic. Educado en universidades públicas, se dispone a coger un avión para una entrevista de trabajo en Milán, se siente indignado y ofendido por tener que mostrar su cuerpo, que quizás se vea desnudo, difuminado pero desnudo, por un aparatito con "rayos X" como los del Superman que leía en sus comics de infancia, y que verá el vigilante de turno, Se indigna y ofende porque piensa su virilidad violada, expuesta a otro hombre -"imagínate" que sea homosexual-, le dice a su compañero de cola ante el escáner.
Un casi cuarentón cuidado, rico, guapo, culto, educado en las mejores universidades de pago Europeas y estadounidenses, con un par de masters ganados en Yale. Nacido, pongamos, en Al Makallá conocedor de memoria del coran, hijo de muyahidines, nieto de muyahidines y bisnito de muyahidines, espera en el aeropuerto de Charles de Gaulle. No comprende como los occidentales no comprendemos su lucha, no comprende como somos incapaces de ver la verdad, la única verdad absoluta de la Sharia y la Yihad. Esta nervioso porque va a cometer un atentado. Está contento porque a pesar de toda la Razón aprendida en su formación académica existe algo muy superior a esta Razón y es la Pasión que siente por su lucha, la Pasión que siente por su dios y sus promesas. Esta dispuesto a cometer un atentado por sus ideas, por su dios y ningún escáner lo va a parar.
Creo que todos sabemos realmente lo que deberíamos sentir con lo que has escrito; lo malos que somos al autoreferenciarnos las veinticuatro horas del día, sin pensar que la palabra dignidad tiene un significado distinto al que creemos, y que no quiere decir que hay que defender tu dignidad personal delante de un escáner, que total, puede servir para salvarte la vida, si no que, hablamos de dignidad humana y de vergüenza ajena por que las cosas sucedan como suceden. Genial.
ResponderEliminarPor cierto, me encanta el post antiguo que publicaste con esas fotos, yo que soy una frustrada-apasionada por la fotografía, tengo la regla de decir cuánto me gustan las fotos que veo.
Un beso,
Sé que hablas de dignidad. Me ha gustado mucho lo que has escrito pero.... no le he cogido exacto el sentido. Me lo explicas? Un beso Lola
ResponderEliminarGracias por el comentario Phoebe, me encanta que mis fotos gusten a la gente. Es mi hobby y que lo valoren es un subidon... pronto pondremos más fotos.
ResponderEliminarSimplemente, Lola, queria transmitir que en ocasiones nos indignamos por gilipolleces y nos olvidamos de lo importante. Vemos menudencias y nos dejamos por mirar cosas serias. No me gusta que me ""Excanaricen"", y creo que si no ponemos algo de medida acabaremos, como tu dices, con un chip en la cabeza. Pero no me parece tan importante. Por otro lado nada parara a un descerebrado que quiera hacer daño
Se llama ego ....se llama miarse el ombligo, se llama no relativizar las cosas anodinas, se llama gilipollez, se llaman asesinos, se llama miseria, se llama crueldad, se llama simplemente no ser consciente, te llamo rebelde y humano, te llamo consciente, no sé si en activo o pasivo, te llamo reivindicativo, lo llamo fantástico a lo que haces en tu blog, lo llamo REALIDAD, la un y la otra que planteas...
ResponderEliminar