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jueves, 17 de febrero de 2011

CONTINUA.....

Ra. El dios del Sol, esposo de Nut ardió de celos y envidia. Dicen que jamás desde el principio de los tiempos el sol ha brillado con tanta fuerza y rabia. Se encolerizo. El negro y furioso gato negro de los celos arañó con sus sucias y afiladas garras la cara y los ojos del sol. Sembró la duda y el odio.

Ra Lloró, se olvidó de las veces que él había yacido con otras diosas y con otras mortales, incluso otros dioses y otros mortales. Olvidó la libertad de la que deben gozar los dioses. Explotó en rabia y sospecha, arrojo sobre el gran desierto muchos más kilómetros de sequeral y tierra yerma e infértil. Maldijo a su esposa. Envío a la orilla del Nilo la más terrible maldición. Nut no podría parir al hijo que crecía en su sagrado y divino vientre en ningún mes ni ninguno de los 360 días del año.

Las saladas lágrimas de Nut corrían su rostro ensuciándolo y ensangrentándolo como lo haría un espejo roto sobre su frente. La tristeza anido en su vientre junto a los dioses que allí crecían. Mientras tanto las palmeras seguían madurando y los dátiles adquiriendo azúcar y dulzura, tal vez para endulzar las saladas lagrimas de Nut. Mientras tanto el Nilo seguía fluyendo hacia el norte y sus percas, vundús, lucios, cocodrilos y peces gato seguían viviendo y ofrecían sus condolencias al paso de la falda de Nut.

El padre de Nut, Shu el viento, no paraba de pasar cadencioso por tierra de dioses y hombres llevando en su silbido la noticia, la aterradora noticia. La tristeza robó el olor a coco de la piel color miel a Nut, esparciendo su olor entre las pequeñas olas formadas a un lado y otro de los antiguos poblados nubios. Thot Dios de la escritura y la sabiduría, que comprendía muy bien que en ocasiones el alma necesita descansar en otro pecho, que tenia certero conocimiento que el cuerpo en ocasiones precisa disfrutar de otras manos, antiguo amigo y, también como Geb, amante de Nut decidió ayudar.

Thot subió a los cielos ando por las constelaciones y apostó fuerte con Khonsu –La luna vengadora-. Apostó que él conseguiría ganarle a las cartas, que él, la sabiduría, podría ganar una partida de cartas a la Luna vengadora. Si Thot ganaba Khonsu –la luna- daría una setentaydosava parte de cada día del año. Khonsu acepto.

Esa noche, de Luna llena, comenzó la partida. Nut y Geb observaban ansiosos con la intranquilidad febril que da la espera de los desesperados. A su lado, cuidando las semillas divinas, que se engendraban en su interior, cuidando este crecimiento estaban gatos rallados, camellos, búhos enamorados y chacales mágicos todos ellos esperando el resultado de la partida de dioses. Y tal vez nuestro Dios, el de nuestra cultura quiero decir, no juegue a los dados tal y como decía Einstein, pero los dioses egipcios juegan a las cartas. Tal vez sean ellos los que al barajarlas barajen nuestro destino. Quizás Bes, el dios enano de la suerte, reparta unas u otras a sus iguales y a los mortales. Escarabajos azules intentaban remendar las heridas de la cara de Nut. Lo consiguieron. Volvio el brillo de miel de su piel.

Esa noche, a pesar de ser de Luna llena, fue una noche oscura y sin estrellas. Las estrellas estaban pendientes del juego y de su resultado girando su mirada y refulgente brillo hacia la cara de Khonsu y los Ojos de Thot. Finalmente como siempre, al final llego el final, acabó la noche, acabó la partida. Salio Ra el sol despechado de nuevo a brillar y alumbrar al mundo y sus vaivenes sus alegrías y tristezas. Un Guepardo cazó a una liebre, el mundo siguió su curso.

Thot, la sabiduría, ganó a Khonsu. Khonsu vengador y buen dios de la luna cumplió su palabra. Nacieron los días epagómenos. Se completó el ciclo del año solar. A partir de ese día el año tuvo 365 días. En ellos, en estos “otros” cinco días nacieron las semillas que germinaban en Nut. Se dio paso a nueva vida. A importantísima nueva vida y esperanza
Osiris, Horus, Seth e Isis.

Tal vez, del mismo modo que de esta tragedia nacieron esos vitales y contrapuestos dioses, que llevaron alegría y guirnaldas a su pueblo, que llevaron nuevas historias y nuevas esperanzas, de la tragedia de algunos pueblos, de algunos hombres y con la partida ganada – en este caso a Mubarak- Nazcan nuevas sonrisas, nuevas vidas más alegres, un futuro más fertil.

16 comentarios:

  1. Que así sea. Preciosa leyenda :-)
    Besos felinos.

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  2. Que la esperanza depositada el tan bella historia germine y que este pueblo a quien la historia de la humanidad le debe tanto pueda construir los sólidos cimientos de una nueva vida en libertad y paz.
    Insha'Allah.

    En hora buena por tu historia
    Un beso

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  3. Mi querido Carlos: Yo también espero que al igual que la diosa que volvió a sonreir tras el resultado de la partida de cartas, el pueblo egipcio pueda sonreir por haber conquistado la libertad.

    Inch'Allah.

    Brisas y besos.

    Malena

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  4. Gracias por visitar mi casa y dejar tus comentarios. Volveré. Abrazos.

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  5. Que historia más chula pero me he perdido la primera parte. Tendré que leerla para coger el hilo...

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  6. Encuentro un símil con el tema de fondo, Egipto. Veo a través de tus letras a un hombre solidario que se preocupa por lo que va más allá de su hogar, en medio de un mundo en el que la mayoría sólo nos miramos el ombligo.
    Besos Carlos.

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  7. I després diràs que no escrius poesia...

    Un bes gran!
    M.

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  8. Harto bello. Soy una enamorada de la mitología. Muchas gracias. Volveré con más calma...
    BeXo.

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  9. Hermosa me encanto tu relato!
    La mitologia, simpre nos ensena algo!
    Un abrazo

    Liliana

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  10. Querido Carlos: hermosa leyenda y ojalá los dioses amparen no sólo al pueblo egipcio, sino a todo el planeta.
    Mil estrellas de alegría cielo
    Sherezade

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  11. Me encantan todas estas historias! thanks for the post

    bss

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  12. Leyendas mágicas que nos transportan a ese mundo soñado lleno de irrealidades y explicaciones para el comportamiento humano...Quizás el viento azote la arena del desierto y la arena se humedezca con cada ola que acaricia la orilla de una playa desierta...mil intensidades desatadas entre lluvias huracanes o vendavales y nosotros aquí pobres mortales con nuestras pasiones, esperanzas, miedos o sentimientos...

    Bsos de pantera al anochecer, por cierto me encantó la historia, inspiradora, ya ves...

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  13. Tiempo es para invocar a todos los dioses del olimpo…ya que parece que nos tienen un poco en el olvido…

    Fascinante la mitología…

    Un placer amigo visitarte ;-)

    Muackss!!

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  14. ¿Nos han olvidado los dioses? Besos Lola

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