TAKE A WALK ON TE WILD SIDE.

Andaba yo sacudiéndome de encima los granos y la adolescencia (si, así en pretérito imperfecto, porque a estas cosas ponerles de algún modo el testimonio de perfecto sería poco menos que irreverente) cuando escuché por vez primera la peculiar voz de Lou Reed. Cantaba Walk on the Wild Side .

Sonaba en la película las edades de Lulu. Por cierto en una imagen muy sensual, sexual y morbosa. Puede que fuera la primera vez que vi una película de Bigas Luna, y desde luego estoy casí seguro que jamás había leído nada de Almudena Grandes. Incluso puede que fuese la primera vez que fui, sin mis padres, al cine a Barcelona –claro los chicos de pueblo tenemos esto… a la ciudad vamos cuando vamos- En todo caso la película me gustó, pero la canción, su letra, su mensaje, me entusiasmó.

Lejos quedan esos días. Y ahora que las resacas duelen y duran, que comprendo a Almudena Grandes e incluso a Bigas Luna (y esto es mucho decir), que Francesca Neri me parece mucho más atractiva de lo que me pareció entonces, que negándome a ser socio honorífico de los laboratorios que comercializan “Grecian 2000” peino canas, que si volviera a ver la pelicula no me portaria tan bien como que comporté al verla por primera vez, es cuando recuerdo en ocasiones esa voz que parece salida del fondo de un tronco, esa música, esos sonidos cadenciosos impúdicamente lascivos decir:
Hey Babe, Take a walk on the wild side.
Said, hey Honey, take a walk on the wild side.

Y oye, que dan ganas de quitarse los estrechos corchetes que aprietan nuestros trajes y nuestros compromisos diarios. Dan ganas de sacarse de encima unas cuantas obligaciones, o al menos olvidarte de ellas durante unas horas, una/s noche/s. (mejor noches que días que parece como más golfo, no?) Descalzarse y andar con los pies desnudos por el lado salvaje.

Pasarse de la raya, hacer cosas que no les contarías a tus padres y mucho menos a tus hijos, mear fuera de tiesto, sentir que tu corazón late al ritmo de alguna ciudad cruel y alocada. Sentirte impetuoso, salvaje, hacer lo que no harías, romper todas las normas de lo políticamente correcto. Vivir sin excusas.

Tendremos que seguir siendo los hombres y mujeres educados, modernos, profesionales y comedidos que solemos ser. Cumpliendo, amable y educadamente todos los adeudos y obligaciones que tenemos.

Pero en ocasiones, al menos en mi mente, parece sonar ese: doooo, doooodooo, doooo, doooodooo, dooodo.
Hey babe, take a walk on the wild side.
Said, hey honey, take a walk on te wild side.
….. Vamos?