LA PIROTECNIA Y MAYO DEL 68.

A mediados de este caluroso agosto perenne que parece no acabar, a pesar de estar ya a mediados de octubre, una amiga me invitó a ir a una playa al sur de Francia a hacer Kitesurf. Me dijo que al sur de Francia porque en nuestras catalanas e iberas playas está prohibido.
Tócate los c….. está prohibido practicar un deporte.
Esto, claro está, me hizo pensar…
Meses después, leí en prensa –no recuerdo que periódico, total, todos dicen las mismas tonterías y mentiras, unos inclinándose más a la izquierda, otros más a la derecha, pero, vamos, todos dicen básicamente lo mismo. Eso si con muchísimo cuidado de no salir de los márgenes de lo políticamente correcto.- que una normativa europea está planteando, prohibir, regular y controlar la pirotecnia y els diables que cada verano alegran nuestros pueblos con sus ruidos infernales, sus chispas de fuego deslumbrantes, y su olor a pólvora que tanto gusta a tanta gente.
No es que desde Bruselas no puedan entender la Patum de Berga, es que simple y llanamente para ellos les es tan ajeno, insólito, raro, distinto e incomprensible como a nosotros quince o veinte tíos en falda corriendo cerro abajo tras una bola de queso. (actividad que por cierto yo no prohibiría ni regularía pero me parece más peligroso…. Sobretodo para el pobre queso)
Así que tras esta noticia, me puse a pensar en el millón y medio de cosas que pretenden prohibirnos actualmente, y para más INRI, cosas que, si bien es cierto comportan y entrañan cierto riesgo y peligro, son más o menos controlables e inocuas. Además la vida son muchas cosas, entre ellas aceptar riesgos para obtener satisfacción y placer.
Nos han prohibido ya, o pretenden hacerlo, en virtud de no se que bien mayor:
* Fumar, en algunos lugares. Incluso en la calle ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡
* Conducir a más de 60 Km hora en autopistas de cuatro carriles.
* En algunos municipios que los niños jueguen a la pelota en la calle.
* En algunos municipios el top les.
* Ir sin camiseta por la calle.
* Los Toros.
* Practicar Kitesurf
* El Toro “embolao”
* Las hogueras en la playa en San Joan.
* La pirotecnia.
* Controlar el volumen del i-pop
* Dejar, los pastores, las ovejas muertas en el bosque (pobres buitres¡¡¡¡)
* Abonar los campos de cultivo los viernes (coño que voy yo el “finde” a skiar y huele mal el campo….)
* Que si tu hijo va en bicicleta le pongas casco hasta para ir a por el pan nuestro de cada día, aunque la panadería esté a 10 metros de tu casa.
* Imposible subirlo en moto ni para recorrer veinte metros, eso es de asesinos sin escrúpulos.
Y un larguísimo etcétera de Gilipolleces en las que el estado quiere intervenir para protegernos de nosotros mismos.
Y que conste que no digo que esté, por ejemplo, a favor de los Toros, ni que me gusten, pero de ahí a prohibirlo.
¿porqué no prohibimos todo todo todo lo que nos molesté?
Está claro que somos una generación que lo hemos tenido todo muy fácil, y por lo visto nos da miedo todo, y que no estamos dispuestos a que nadie haga lo que a nosotros no nos guste, parezca chic o políticamente correcto. Todo lo que no encaje en nuestras, desgraciadamente, cortitas y estrechas miras. QUE SE PROHIBA.
Vamos a ver¡¡¡ hace cuarenta años nuestros padres, salieron por la Sorbona, y otros lugares, exigiendo más libertades al mundo. (Que malos ratitos que le dieron a Charles De Gaulle). Gritando, mientras les pegaban con bolas de goma y puños de acero, que su libertad personal estaba por encima de todo. Lograron poner una semilla nunca regada para un mundo algo mejor. Consiguieron con sangre, gritos e imaginación un puñadito de libertades personales que ahora parece que nos sobran. (incluso que un niño juegue a la pelota en la calle. Que juegue en su casa con la play vaya a ser que nos despierte de la siesta…)
Tanto miedo tenemos de todo que yo propondría, ya que somos la generación que ahora sube al poder o empieza a estar en él, que nos olvidemos de esas consignas de nuestros padres con su famosísima ley de 13 de mayo de 1968 que rezaba “Queda estrictamente prohibido prohibir”, que se redacte una ley en la que todos estemos obligados a vivir dentro de una burbuja de inocuidad profiláctica y aséptica felicidad alejados de los demás.
Porque, claro, sería mucho pedir que tomemos una de esas viejas consignas “La obediencia comienza por la conciencia y la conciencia por la desobediencia” y empezar a pasarnos las normas, que nos obligan a ponernos una camiseta (aunque sea rosa y de tirantes) al pasear por el paseo de Sitges por el forrito de…. De donde uno quiera.
O que se redacte una ley que, ya no que prohíba prohibir, sino que simplemente prohíba la estupidez.