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jueves, 10 de mayo de 2012
PONTE GUAPA.
Ponte guapa para ti, y ponte guapa para mí. Ves a por ese vestido que tan bien te sienta, ese que se ajusta a tu piel y a los luceros que recorren tu espalda y tu pecho, debajo de el cúbrete con ese tanguita negro que va a juego con tus ojos, o mejor no te pongas nada. Cálzate con esos taconazos de mujer fatal, esos para pisar fuerte el frío asfalto y el gris hormigón en el que habitamos a diario.
Ponte guapa para mi, dúchate con agua fría y que las gotas heladas engalanen tus pezones y calienten tus muslos y el sur de tu ombligo. Píntate los ojos de guerra. Ojala esta noche veamos arder las calles y nacer sueños. Ya sabes, es posible que el mundo esté triste y gris que las alondras no quieran volver, y que los búhos ya no se enamoren de ellas. Tal vez duela que salven bancos y aprieten almas, pero lo cierto es que nos sobran motivos para reír y gozar. Hagámoslo.
Vístete de sonrisas y estrellas, que yo te desnudaré de orgasmos y lunas.
Ponte guapa, como si quisieras cortejar a este gato sin dueño en la oscuridad de la noche mediterránea. Ya me encargaré yo de pedir al amanecer que llegue tarde, porque esta noche es nuestra y no tenemos porque embridar pasiones ni pensar en nada más que en aquí y ahora. Hic et nunc que decían por el Lazio.
Ponte guapa, y aceites y aromas en la piel, que aún no es noviembre ni en el calendario ni en nuestras vidas.
La ciudad no parará de dar vueltas ni el azahar de desprender olor en los jardines de Córdoba, ni el tiempo dejará de correr y pasar, ni los amantes de mentir y amar. Pero nada de eso importa esta noche. Vístete para mi como más me gusta, ponte pocas y pequeñas alhajas, tal vez algún zarcillo regalado. Olvidemos lo aprendido y las normas.
Píntate las uñas de algún color oscuro, tal vez morado, quizás después tengan que arañar mi piel y mi pecho, o rasgar las malas cartas que en ocasiones reparten los dioses de la vida. Los labios, los labios da igual el color que pongas, no pueden ser más bonitos, y confieso que los morderé a la menor oportunidad. Pero píntatelos de amanecer.
Ponte algún perfume en el cuello, pronto lo recorrerá mi lengua y mis dedos.
Deja tu pelo suelto al viento, salvaje y libre, bravo y fuerte. No lo ates, ni recojas. No lo amarres con coletas ni recogidos. Que desordene las normas de la brisa que pasa entre las ebras de esa melena de leona. Ya ves, de ser más cursi te diría que lo engalanes con luciérnagas. Pero no le pongas nada. Tan sólo suéltatelo
Ponte guapa, y piel morena. No mires atrás, ni hacia ningún lugar que no sean mis ojos. Intentaré que te pierdas en ellos.
Ya ves. Siempre me gustaste femenina y hembra. Ponte guapa, aunque para hacerlo no es preciso nada de lo anterior, tan sólo sonríe con tu sonrisa de sol de verano. Esa que inunda allá por donde pasas.
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Hermoso pedido el tuyo, sobre todo me encanta el final en el tan sólo con su sonrisa es suficiente para verla guapa. Espero te haga caso y podáis disfrutar a pesar de todos los sucesos que haya alrededor.
ResponderEliminarBesos desde mi mar,
Buenos días, muy sensual el texto Carlos, me han entrado ganas de ponerme guapa...
ResponderEliminarAsí cualquiera no se pone guapísima!!
ResponderEliminarQue bonito Carlos, increible...
ResponderEliminarun beso y feliz fin de semana!
Creo que mañana para salir a cenar me engalanare tanto como dices! Y cuidare mi sonrisa! Gracias a ti!
ResponderEliminarMadre mia que ganas de ponerse guapa para alguien que lo valora tanto y mas si termina la peticion de ese modo :)
ResponderEliminarEntre tanto comentario femenino... dejame que te dedique un OLE!!
ResponderEliminarMe encanta como escribes siempre los relatos largos, siempre dejando la ventana de los sueños bien abierta, balas de sensualidad lanzadas con puntería...
Y como lo relacionas con la realidad, con los bancos rescatados, con la esperanza que agoniza, con tanto chorizo y tan poco pan...
Una abraçada company!!
Que bonito!
ResponderEliminarCada dia más poeta. Un abrazo Lola
ResponderEliminarNecesitaba algo así, en estos días tan tristes.....un besito
ResponderEliminarAngélica
Me han dado ganas de ponerme guapa a mí.Afortunada aquella que te inspiró este blog.
ResponderEliminarEl final es perfecto!!
ResponderEliminarPrecioso poema, Carlos. Y sin esas atadura de lo políticamente correcto. Así, tal como debe de ser. Abrazos
ResponderEliminarYo ya estoy lista, no se si guapa, por que de donde no hay no se puede sacar, ja ja ja
ResponderEliminarUn besote.
que afortunada la mujer a la cual vayan destinadas esas palabras...¡¡
ResponderEliminaro sera la mujer en general?...
Sea como sea es hermoso el texto....
Un abrazo...¡¡¡
Déjame que te cuente
www.dejamequetecuente.net
El poema es bellisimo,me gusto mucho la parte final y es que es muy cierto para ponernos guapa no hacen falta tantas cosas ,basta un bonita sonrisa.Un abrazo.Teresa J.
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