365 días a oscuras.
Si tan siquiera darme tiempo a pestañear hoy hace pocos días (o muchos, no lo sé) el mundo se paró, dejó de girar cómo incansablemente lleva haciendo miles de años.
Hoy insultante el sol asomó 62 grados noreste para arrebatar vilmente parte de mi alma, hoy junto con los tuyos mis pulmones espiraron por última vez.
Hoy entre ruinas grito al espejo tu nombre, nunca se acostumbraran mis ojos a este dolor.
Mi alma perdida, sigue buscándote entre acero y sangre, mi sangre calada en un cruel asfalto lleva meses de incomprensión, sigue desesperada, buscando una razón, un sentido, un por que a esas estrellas que escribieron ese puto final.
Hoy muchos días después sigo maldiciendo a esos dioses (¿por qué elegisteis al más fuerte?) que jugaron a los dados con tu vida y la mía.
Sólo me queda esa fina esperanza de verte, entre tus valkirias o peleando contra Cerbero para poder regresar. Sigue ahí protegiendo junto con esas manos viejas llenas de arrugas ese huesecillo que no deja de crecer, pero esta noche quiero que escapes, ven, corre, te espero ahogado en vino amargo, entra en mi sueño.
Por y para siempre estarás en mi.
Café con poco azúcar.
El vino en compañía.
Mil países por pisar.
Los muros derribados.
Una sonrisa en la cara.
Tus canas con sus rizos.
Los libros abiertos.
A ti por conocerte.
Escrito por Antonio Vallecillo 20-06-2017
Llego a tu casa, ésta de letras, tus letras… tus sentires… y la palabra me abandona, se ahoga…
ResponderEliminarFuiste Tú, desde mis primeros atrevimientos por estos lares, diez años… quizá más… que me seguiste con tu luz y tu vitalidad… Y me fui, y volví… caí, levanté… y una vez más y siempre, te encontré… estabas…
Hoy, perpleja ante lo que leo… quiero decirte GRACIAS… Buen viaje compañero, amigo de letras, de corazón abierto… Te (me) llevo… como gota de ese océano en el que por siempre estarás…
Mi más sinceras y sentidas condolencias a la familia y allegados…